“Acá el crecimiento es contagioso”. Daniella Cortés describe así la recomendación de invertir en el desarrollo inmobiliario. “Éste es el mejor momento, no dólar, no plazo fijo”, sintetiza. La empresaria recorre las flamantes oficinas de Solari Bienes Raíces, hechas a nuevo con un fresco estilo para mejor atención de los clientes y reuniones con potenciales inversores. Desde allí proyecta una visión de ciudad moderna.

Ese crecimiento contagioso, asegura Cortés, diferencia a Misiones de lo que sucede en el país. “Es una provincia modelo, con el turismo como punto fuerte. Posadas es una ciudad que revaloriza las propiedades y las inversiones generan oportunidades de crecimiento”, explica. 

Y pone de ejemplo sus propias oficinas. “Esta esquina hecha a nuevo, revaloriza al de al lado. La calle Colón con la peatonal y el futuro hotel Savoy, cambiará todo el centro y lo hará más atractivo para las inversiones. La ciudad tomará otra impronta, ya no será solo la Costanera como atractivo”, detalla minutos antes de un exclusivo cocktail de inauguración al que estuvo invitado Economis.

¿Es momento de invertir? “Las oportunidades están. Depende de cada uno jugarse. En este país, siempre hay crisis, por eso mismo no hay que esperar para invertir, porque cuando la economía comience a mejorar, los rendimientos serán mejores”, asegura.

Para Cortés, la capital misionera tiene todo para convertirse en el eje de la región. “Tenés río y monte, todo cerca, un aeropuerto moderno y autopistas en desarrollo para las conexiones con los puntos productivos o turísticos”. 

Uno de los cambios que se está dando en el mercado es que hay una sinergia entre desarrolladores, constructores y operadores inmobiliarios. “Se está trabajando como equipo y hay una conexión más fluida entre la oferta y lo que demanda el público. Vos podés hacer un departamento de lujo, pero si no hay demanda, no es rentable la inversión. Y al revés, ya no se puede construir un departamento con un solo baño. Es imposible de vender. Ahora se está pensando más en la oferta”, describe. 

“El que alquila hoy busca vivir bien, ya no acepta departamentos chicos, tiene que haber confort y beneficios. Posadas hoy da calidad de vida, con todo en un radio de diez minutos”, sostiene.

En esa línea, la demanda es de departamentos amplios y con amenities. También hay una creciente demanda de departamentos para alquileres temporarios. “Hay clientes de distintos puntos de la provincia y de la región que vienen por unos días a Posadas y no quieren ir a un hotel, sino la privacidad de un departamento, el balcón, la parrilla. Vienen los fines de semana a disfrutar de una obra en el Parque del Conocimiento. Otros vienen por cuestiones de salud. Hoy no hay mucha oferta”. 

Cortés destaca que en Posadas hay cerca de 800 edificios, pero faltan otros tantos. Hay varios en construcción, con ofertas diversas y en lugares que pueden ser nuevos polos, como El Palomar y El Brete, que ya tiene un intenso desarrollo. “Cada edificio atrae a su alrededor a comercios, oficinas, estacionamientos y eso genera empleo”, afirma.

Incluso atrae a inversores del otro lado de la frontera. “Esto es vivir en la frontera, se enriquece la gastronomía, los comercios venden más y también hay desarrollo inmobiliario”.

Cortés entró al mundo inmobiliario en 2001, en plena crisis y con más “débitos que créditos”. Ahora estrena oficinas en un edificio que es propio. “Tengo pasión por las bienes raíces”, se emociona. 

“Hay que invertir, siempre en ladrillos, que es algo para toda la vida. Es inversión segura, más allá de cuánto esté el dólar”, proyecta. “Hay mucho para el inversor. Hay que asesorarse y establecer un plan si se quiere una renta de largo plazo o rápida. Pero hay que apostar al crecimiento de la ciudad”, destaca. 

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