Electricidad sin subsidios: en 2026 los usuarios pagarán casi el 86% del costo de la energía

Según la Resolución 848/25, en 2026 los usuarios cubrirán casi el 86% del costo de la electricidad y el Estado reducirá su aporte.

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El esquema de subsidios a la energía eléctrica avanza hacia un cambio estructural. Según un informe técnico que analiza la Resolución 848/25 de la Secretaría de Energía de la Nación, en 2026 los usuarios pasarán a cubrir en promedio el 85,87% del Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST), mientras que la participación del Estado se reducirá al 24,13%. El giro consolida una de las principales apuestas del Gobierno para ordenar el gasto público, reducir distorsiones tarifarias y avanzar hacia un sistema de precios más alineado con los costos reales.

Del subsidio generalizado al esquema focalizado

La política de subsidios energéticos atraviesa una transformación profunda y sostenida desde fines de 2023. De acuerdo con el documento técnico elaborado en el marco de la Resolución 848/25, el sistema dejó atrás un esquema de subsidios generalizados para avanzar hacia uno focalizado, con mayor peso del usuario en el pago del costo de la electricidad.

En diciembre de 2023, la cobertura promedio del precio de la energía por parte de los usuarios alcanzaba apenas el 29,42%, mientras que el Estado absorbía el 70,58% restante. Para septiembre de 2025, esa relación ya se había modificado de forma significativa: los usuarios cubrían el 66,89% del precio y el aporte estatal se reducía al 33,11%, con una variación acumulada del 127% en apenas dos años.

La proyección hacia 2026 profundiza esta tendencia. Según el informe, al cierre del próximo año la cobertura promedio por parte de los usuarios llegará al 85,87%, lo que implica una variación acumulada del 191% respecto de 2023. Se trata de uno de los cambios más relevantes del sistema tarifario eléctrico de las últimas décadas, tanto por su magnitud como por su impacto fiscal y distributivo.

Cambios regulatorios y segmentación por ingresos

El salto proyectado para 2026 se explica por una combinación de factores regulatorios y operativos. Entre ellos se destacan la eliminación de límites tarifarios, la definición de consumos base y la equiparación progresiva de bonificaciones entre el Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST) y el Precio en el Mercado Eléctrico Mayorista (PIST).

El esquema establece consumos base diferenciados según nivel de ingresos: 350 kWh mensuales para los usuarios N2 (bajos ingresos) y 250 kWh para los N3 (ingresos medios). A partir de esos umbrales, el consumo adicional se paga a un precio con menor o nula bonificación, reforzando la señal de uso eficiente de la energía.

El impacto del nuevo régimen se observa con claridad al analizar la evolución por segmento. En el caso de los usuarios N2, la cobertura pasó del 8,65% en 2023 al 29,97% en 2025, y se proyecta que alcance el 44,16% en 2026, lo que representa una variación acumulada del 410,52%. Para los usuarios N3, la cobertura subió del 10,69% en 2023 al 41,25% en 2025, con una proyección del 51,61% en 2026, equivalente a un incremento acumulado del 382,79%.

El informe subraya que el objetivo es avanzar con gradualidad y equidad, evitando un retorno a esquemas de subsidios indiscriminados y permitiendo anticipar el impacto de los ajustes en cada segmento de usuarios.

Impacto fiscal y señales al sistema energético

Desde el punto de vista fiscal, la reducción progresiva del aporte estatal aparece como uno de los pilares centrales de la política energética hacia 2026. El mayor peso del usuario en el financiamiento del costo de la energía apunta a corregir distorsiones históricas, reducir el peso de los subsidios en el gasto público y fortalecer la sostenibilidad de las cuentas del Estado.

Al mismo tiempo, el nuevo esquema busca enviar señales más claras al sistema energético en términos de precios y consumo. Un mayor alineamiento entre tarifas y costos reales es considerado clave para incentivar inversiones, mejorar la eficiencia y evitar escenarios de sobreconsumo asociados a precios artificialmente bajos.

El documento técnico también detalla el marco regulatorio, la implementación operativa del esquema de focalización y las memorias de cálculo utilizadas para las proyecciones, remarcando que el proceso responde a una hoja de ruta definida desde fines de 2023, con ajustes escalonados y previsibles.

Con estas proyecciones, 2026 se perfila como un año clave para la consolidación del nuevo régimen de subsidios energéticos. Si se cumplen los escenarios previstos, el sistema eléctrico argentino quedará más cerca de un esquema de precios reales, con subsidios concentrados en los sectores que efectivamente los necesitan y con una menor carga para el Estado. En ese marco, el alivio oficial tras atravesar diciembre sin cortes masivos de luz refuerza la decisión de avanzar con la quita progresiva de subsidios.

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