Freno en la coparticipación y gasto en alza: el nuevo dilema fiscal de las provincias

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Tras el ajuste de 2024, las provincias reactivan el gasto y advierten que complicará una baja de impuestos

Las erogaciones primarias en trece provincias crecieron un 24% real interanual en el primer trimestre de 2025, revirtiendo el ajuste del año anterior. La presión fiscal y el estancamiento de la coparticipación complican el equilibrio fiscal subnacional. El gasto en salarios públicos y jubilaciones empuja la expansión, mientras la inversión pública sigue en retroceso.

El mapa fiscal provincial muestra una reversión significativa en la dinámica del gasto público. Luego de un 2024 marcado por fuertes recortes, especialmente en transferencias no automáticas desde la Nación, los gobiernos subnacionales comenzaron 2025 con un impulso expansivo en el gasto primario.

Según un informe del IERAL-Fundación Mediterránea, en un grupo de trece jurisdicciones que ya publicaron sus cuentas fiscales —incluyendo CABA, Mendoza, Neuquén, Santa Fe y Tucumán— el gasto primario creció 24% en términos reales en el primer trimestre, un salto significativo frente al año anterior.

El componente más dinámico del gasto fue el salarial. Tras una caída interanual del 21% en 2024, el gasto en personal creció 17% real en los primeros meses de 2025. Esto implica que, en el acumulado bianual, el ajuste real en esta partida fue apenas del 7%. En jubilaciones, la reducción acumulada entre 2023 y 2025 es solo del 1%.

En contraste, la inversión pública sigue retraída: la caída real acumulada en dos años alcanza el 34%, reflejando una recomposición selectiva del gasto corriente, con menos dinamismo en las erogaciones de capital.

Una de las razones detrás de esta expansión está en el frente electoral legislativo, pero también en un entorno financiero más adverso que el esperado. Según Politikón Chaco, las expectativas iniciales de una recuperación económica que mejorara la recaudación fueron moderándose con el correr de los meses.

El IVA, principal impuesto coparticipable, apenas creció 1,1% real entre enero y mayo respecto al mismo período de 2024. En abril y mayo mostró caídas, afectando el flujo de recursos hacia las provincias. Ganancias, el segundo tributo en importancia, cerró el período con una caída real acumulada del 2%, y los Impuestos Internos retrocedieron 0,7%.

Solo los tributos del conjunto “Otros Coparticipados” exhibieron una suba relevante (+24,1%), aunque representan menos del 1% del total distribuido, con escaso impacto en las finanzas provinciales.

El regreso al gasto expansivo pone en duda las chances de avanzar con una reducción de la presión impositiva en las provincias. “Si este comportamiento se extendiera al resto de las 24 jurisdicciones, se estaría revirtiendo buena parte del ajuste fiscal logrado en 2024, disminuyendo las posibilidades de reducir impuestos en el futuro”, advierte el informe del IERAL.

Desde Politikón Chaco, Alejandro Pegoraro apunta que parte del financiamiento de este gasto se apoyó en una inercia de la coparticipación más alta en los primeros meses y en la colocación de deuda en pesos por parte de algunas provincias, como Mendoza, Buenos Aires y Chaco. Sin embargo, esta estrategia no es sostenible si la recaudación nacional no mejora.

El contraste con la Nación es evidente: mientras el gasto primario nacional cayó 27% real en el bienio 2023-2025, en las trece provincias medidas apenas lo hizo en un 8%. En el inicio de 2025, mientras la Nación expandió su gasto un 8% interanual, las provincias lo hicieron al triple.

Este rebote plantea dudas sobre la sostenibilidad del equilibrio fiscal subnacional en un contexto de alta incertidumbre macroeconómica, presiones sociales por mayor gasto y caída real de recursos automáticos.

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