Durante los últimos meses el Área de Fiscalización intervino e inutilizó más de 5,8 millones de palos de yerba mate y tomó muestras en más de mil lotes de yerba canchada importada de países vecinos.  

Preservar la calidad del producto y promover la mejora continua en los establecimientos elaboradores conforman las prioridades del Área de Fiscalización del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Para cumplir esos objetivos, el organismo lleva adelante tareas de control en el transporte de materia prima como así también en los secaderos y molinos; además de la toma de muestras de los paquetes en góndola.

Durante el último año uno de los esfuerzos estuvo concentrado en los operativos para impedir el reprocesamiento de los palos de yerba mate, considerados como material de descarte del proceso de secansa. “En los últimos doce meses hemos intervenido e inutilizado más de 5,8 millones de kilos de palos, a partir de los distintos operativos realizados en rutas, caminos vecinales y en depósitos donde se encontraban almacenados”, señaló el subgerente de Fiscalización, César López, quien destacó que este trabajo se realiza de manera conjunta y con el apoyo de la Policía de Misiones y Gendarmería Nacional. “Estamos trabajando en varios frentes – subrayó López – pero hoy la línea fundamental es el control de calidad, en resguardo de lo que llevan a sus mesas los consumidores”.

Calidad en toda la cadena productiva

Durante su actual gestión el Directorio del INYM puso en marcha el área de Control y Gestión de Calidad que se encarga de la toma de muestras y análisis de yerba mate canchada (tanto la nacional como la importada), y de yerba mate elaborada. “La yerba mate es un alimento y como tal se encuentra en el Código Alimentario Argentino, donde se estipula cuáles deben ser sus características; por eso, trabajamos para que, ya en las etapas previas de elaboración, se garanticen esos parámetros”, destacó la ingeniera Evelyn Kazuba, jefa de Control y Gestión de Calidad.

La calidad de la yerba mate se encuentra estrechamente vinculada a sus propiedades organolépticas referidas a su sabor, su apariencia, composición característica y calidad sanitaria. “Esa calidad se da a lo largo de toda la cadena”, explicó.

Control de la yerba importada

En el marco de la Resolución 11/2017 donde se establecen los parámetros físicoquímicos que debe cumplir la yerba canchada, el equipo que lidera Kazuba realizó el análisis de todas las cargas que ingresaron importadas de países vecinos. “Desde noviembre a la fecha hemos superado los 1.000 ingresos de lotes de yerba mate canchada. Cada uno de ellos fue controlado y se tomaron muestras por triplicado para su posterior análisis en laboratorio”, relató, para luego añadir que “hubo varias cargas que tuvieron que regresar a su origen porque no cumplían con las especificaciones microbiológicas”.
Con relación a la yerba canchada nacional, el INYM lleva adelante un Programa de Mejora Continua que apunta a optimizar los resultados de los distintos procesos de secanza de la industria nacional, enfocados en garantizar la calidad de la yerba mate canchada.

Respecto a la yerba elaborada, la ingeniera Kazuba comentó que se encuentra vigente un convenio entre INYMy el Ministerio de Salud Pública de Misiones, a través de la Dirección de Saneamiento Ambiental, que es la autoridad Jurisdiccional facultada para velar por el cumplimiento del Código Alimentario Argentino. El INYM acompaña la toma de muestras oficiales, mientras que el organismo sanitario realiza los análisis de laboratorio correspondientes.

Eliminación de exceso de palos

El subgerente de Fiscalización del INYM recordó que durante los meses de octubre y noviembre rige la resolución 37/2007 que suspende la cosecha y secanza de yerba mate. En estos meses se aprovecha el parate de la zafra para rezarandear aquella yerba canchada que había sido detectada con exceso de palos en los operativos realizados. “Esta actividad se realiza en presencia de nuestros fiscalizadores, que en todo momento verifican el proceso de esa quita de excesos de palo. Cuando se termina, vuelven a tomar una muestra para ver si se adecua a los parámetros establecidos por la norma”, concluyó López.

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