La política de “mercado” está afectando indicadores de salud en Misiones y advierten sobre el faltante de médicos
La política de “mercado” que se expandió como un virus en la medicina del país está comenzando a mostrar sus primeros síntomas. Subió la tasa de mortalidad infantil y cada cuatro días, una familia se anota al Hogar de Día. Dos datos que reflejan el estado de situación de la salud en Misiones, que, pese a la enorme inversión de los últimos años, choca de frente con una enfermedad para la que no alcanzan los remedios locales: el deterioro social.
De hecho, el presupuesto para la salud en 2018 será de 5.400 millones de pesos, 25 por ciento más que este año y un 13,9 por ciento del total de la proyección provincial.
Las luces amarillas, reveladas por el ministro de Salud, Walter Villalba, en la comisión de Presupuesto, son varias. Aunque los indicadores sanitarios todavía están cerca de las metas, creció la tasa de mortalidad infantil por cada mil nacidos vivos, de 8,62 por ciento en 2015 a 9,85 en 2016. Lo mismo la tasa de mortalidad neonatal, hasta 28 días, de 5,44 a 5,77 y la tasa de mortalidad post neonatal de 28 días a 11 meses de 3,18 a 4,08.
El dato alentador en medio de ese panorama gris, es que cayó la tasa de mortalidad materna por cada mil nacidos vivos de 5,84 por ciento a 3,92. En la misma línea, la tasa de natalidad de redujo de 23,18 a 21,28 por ciento. Si se mantiene esa tendencia, el resto de las tasas se acomodará a la baja.
Misiones no fue la excepción a la regla: en 2016 la tasa de mortalidad infantil creció en todo el país y mucho más en la ciudad de Buenos Aires. Según Villalba este año los datos podrían volver a ser positivos en Misiones. Pero advierte que las condiciones económicas hicieron retroceder los controles prenatales y eso influye después en los partos y muertes neonatales.
Sin embargo, el riesgo social está latente. El titular de la cartera educativa reveló que cada cuatro días, una familia pide asistencia al Hogar de Día. “No son tiempos fáciles”, indicó. El trabajo realizado en los hogares es clave para la contención social. La escolaridad de los niños que asisten alcanza al 99 por ciento. En Iguazú se registró un total de 2.500 kilos de comida entregados a través del programa Plato Guazú, una iniciativa de Responsabilidad Social Empresaria que involucra a restaurantes, hoteles y empresas de la ciudad de las Cataratas.
Villalba también advirtió que hay un retroceso en el envío de fondos nacionales y en las partidas de medicamentos, anticonceptivos, preservativos, DIU y otros planes de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual. Lo mismo sucede con algunas inversiones en infraestructura que están ralentizadas desde el año pasado.
Otro dato alarmante es la escasez de material humano para atender la demanda de salud. Los hospitales públicos crecen en cantidad de atenciones, mientras que los sanatorios expulsan pacientes por falta de profesionales. El año pasado hubo 1.709.642 consultas hospitalarias –1.030.933 solo en el Madariaga- y este año se espera superar esa cifra. Con el robot Da Vinci se han realizado 400 operaciones.
La “política de mercado” a la que hace mención Villalba, empuja cada vez más a los médicos a los centros urbanos donde puedan ganar más, en detrimento del interior, que, para colmo, pierde un incentivo, ya que la Nación decidió frenar el plan médicos comunitarios a partir de 2020.
En paralelo, los profesionales eligen cada vez más especializaciones, ya que con eso pueden ganar más dinero. En seis años, podría haber un faltante crónico de obstetras, pediatras y clínicos, que casualmente, son los que más faltan en las localidades del interior. El Estado provincial mantiene un incentivo económico por zona “desfavorable” y empleo full time. Un médico de Andresito puede llegar a cobrar 50 mil pesos. Pero ni así eligen quedarse en el norte o el Alto Uruguay. Influyó también el retraso de siete meses en los pagos de los planes de salud aborigen.
Villalba, proyectó erogaciones por 3.002.664.000 pesos para Salud Pública, y 2.432.859.000 para el Parque de la Salud. En total 5.435.523.000 pesos, un 24,39 por ciento de aumento respecto del presupuesto en curso.
En la oportunidad, Villalba informó a los legisladores de las inversiones realizadas durante el año en curso y aseguró que la administración “ha sido buena, y esto lo vemos reflejado en los indicadores sanitarios”.
La idea, expuso, “es seguir trabajando en pos de una salud que es vanguardia en la región”.
Respecto de la planificación 2018 el presupuesto estará destinado a “fortalecer la atención primaria de la salud, que nos permite tener indicadores de mortalidad materna e infantil en disminución”.
También se buscará “fortalecer el recurso humano”. “A raíz del acuerdo firmado entre el gobernador de la provincia y el presidente de la Nación de no incorporar personal a la planta del Estado, estamos haciendo hincapié en favorecer la capacitación”.
En materia de alta complejidad, “continuará el desarrollo del Parque de la Salud, del SAMIC de Oberá, la puesta en marcha del Hospital Gardes de Eldorado, con una evolución muy importante en infraestructura modelo y moderna para la atención pediátrica de la región”.