Otra caída de las exportaciones ¿cómo le fue a los productos misioneros?
Los datos publicados por el INDEC a través del informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) dibujan una imagen temprana pero bastante certera de lo que será el resto del año en materia de comercio exterior. En junio, las exportaciones siguieron en línea con la dinámica a pocas luces que vinieron mostrando en 2018, cayendo 1,4% interanual en el mes y acumulando una suba de apenas 5,5% en el primer semestre. La novedad se presenta en la dinámica importadora, que vio su primera retracción en 18 meses, cayendo 7,5% interanual, aunque aún 13% por encima de 2017 al comparar los primeros semestres de cada año. El rojo así se ubicó en USD 382 millones, prácticamente la mitad del resultante en junio de 2017. La continuación de esta tendencia irá haciendo converger al rojo comercial cada vez más hacia el registro del año pasado, si bien todavía prácticamente lo dobla (5.101 vs 2.616 millones de dólares).
En medio de la caída general de las exportaciones, los productos misioneros tuvieron un comportamiento dispar. Según el Indec, la yerba mate acumuló ventas en el exterior por 43 millones de dólares, contra 40 del primer semestre del año pasado. El tabaco se exportó por 132 millones de dólares, contra 105 del primer semestre de 2017.
En tanto, la pasta de madera, el carbón y papel, acumuló ventas por 35 millones de dólares, pero importaciones por 92 millones con un saldo negativo en dólares de 58 por ciento.
Las exportaciones han ido consecutivamente recortando la “ventaja” contra 2017. Basta ver que el primer trimestre se ubicaba en términos de valor exportado 13% por encima en perspectiva interanual. Este declive, anticipado en parte por la existencia de menores saldos exportables producto de la sequía, ha sido en gran parte morigerado por un efecto precio: en 6 meses, las cantidades exportadas han caído 2,7%, si bien el valor exportado permanece por encima de 2017 gracias a una mejora de 8,3% en los precios de exportación. Esto no sucede con las importaciones: 80% del incremento en el valor importado en el primer semestre se explica por una suba de las cantidades importadas, en tanto los precios han subido apenas 2,4%.
En el uno por uno de las exportaciones, se ve en junio la continuación del declive de las exportaciones de productos primarios (-25,7%), explicado principalmente por un cambio de signo en la dinámica de las exportaciones de Cereales (caen 3% en el puntual, mientras venían creciendo al 21% los primeros cinco meses), un fenómeno anticipado por el hecho de que estamos en los meses en los que se verá el grueso del efecto sequía en las ventas externas de trigo y maíz. El derrumbe de las ventas de oleaginosos (el poroto de soja fue el producto de toda la canasta exportada con mayor caída interanual) no sufrió reversiones, llegando a 60% de pérdidas en 6 meses, mientras las ventas externas de pescados y mariscos retomaron en parte el buen comportamiento de 2017 y crecieron 32% en el mes.
Las ventas de MOA (+3,0% en junio; +0,7% en el primer semestre) siguieron en línea con lo que se venía observando: grasas y aceites sigue muy por debajo de 2017 (solo aceite de soja registro en 6 meses 375 millones de dólares menos que un año atrás), compensado por los buenos rendimientos de los rubros Carnes y sus preparados (+30.9%) y por el mejor desempeño de las ventas de residuos de la industria alimenticia (harina de soja), que crece 9,4%, en parte por mejores precios de exportación. Vale recordar que las MOA son el principal rubro de exportación del país, representando en el primer semestre más de 37% de las ventas externas totales. El mal año de las MOA es hasta ahora compensado por un buen comportamiento de los precios, que con una suba 11,4% en el primer semestre más que contrapesan la caída de 9,5% en las cantidades
Las exportaciones de manufacturas industriales (MOI) son ajenas a este comportamiento, ya que la suba de los precios (+5,1%) es menor al incremento en las cantidades exportadas (+7,0%), haciendo ascender a 12,5% el incremento del valor exportado en 6 meses, mientras que el guarismo fue un tanto menor (de 10,4%) si se considera únicamente el mes de junio. Esta dinámica se explica básicamente por la suba de 25,6% en las ventas de material de transporte terrestre, que explican más de 1/3 de las exportaciones del rubro. Las mismas desaceleraron ligeramente al 23,1% en el mes, una dinámica que seguirá acentuándose en el resto del año, habida cuenta de mayores bases de comparación y la desaceleración de la economía brasileña. Los otros “grandes” de la categoría, químicos y metales preciosos, tuvieron malos desempeños: los primeros cayeron 2,6%, recortando la suba a 4,9% en el acumulado de 6 meses, y los segundos contuvieron su buen rendimiento (+3,5% en junio contra +19,5% en los 5 meses precedentes).
Por el lado de las importaciones, el grueso de la caída esta explicado por la retracción en las compras de bienes de capital, que caen en junio cerca de 17% (si neteamos los equipos de transporte industrial la baja es apenas de 5,2%). Esto parcialmente tiene un correlato con menores precios de importación (los de esta categoría son los únicos en caer, al 6,2%), aunque las cantidades caen también con fuerza: 11,5%. Esta no es la caída más fuerte en términos de volumen: vehículos automotores retroceden 20,3%, y piezas y accesorios retroceden 12,6%. No sorprende que el único rubro que continúe en una senda (moderadamente expansiva) son las importaciones de bienes intermedios, habida cuenta de que el sector agroexportador debió recurrir a importaciones para sostener el nivel productivo con la sequía (no por nada Alimentos y bebidas elaborados para la industria crecen 155% en junio y 129% en seis meses).
En resumen, dado el nuevo escenario macro, vemos que a diciembre las importaciones irán convergiendo a una expansión interanual de un digito (con sucesivas caídas en el segundo semestre) en el total del año, aunque la floja dinámica de las exportaciones (y con riesgo a la baja por las malas perspectivas para el sector automotriz y los cereales) no permitirán cerrar el déficit más allá de lo que fue el guarismo de 2017, donde el rojo fue de USD 8.400 millones.