Semana clave para el dólar
Experimentando la mayor suba semanal desde las PASO, la mirada de todos los inversores ahora se centra en la evolución del dólar CCL y su respectiva brecha.
Después de piso fondo en un 8%, la brecha con el dólar experimentó un cambio de dirección y, a partir del jueves, comenzó a ascender, ubicándose cerca del 30%. El resultado modesto del BOPREAL, las medidas contra el DNU, la complicación del panorama político con la convocatoria a un paro general anunciado por la CGT, la disminución del ímpetu inicial con el que el presidente Javier Milei inició su mandato y la caída de la demanda de pesos son algunos elementos que explicarían este cambio de tendencia.
BOPREAL: Buen nombre, pésimo bono (importadores sin interés)
El dólar C ontado con Liquidación (CCL) extendió su racha alcista, al registrar un incremento del 4,4%, alcanzando así los $1.141. En una semana experimentó la mayor subida desde las PASO.
Con este vertiginoso repunte, la brecha cambiaria pasó a quedar así:
Además de las razones expuestas anteriormente, es posible que la tasa real negativa esté contribuyendo a impulsar los dólares financieros. Con la tasa real del plazo fijo (ex post y sin referencia ex ante, dado lo desactualizado que quedó REM noviembre) en -88,2% anual (suponiendo una inflación del 30% en diciembre), no sorprende que los inversores vean al dólar como un refugio de valor en un contexto de alta nominalidad y sin tasas atractivas en pesos.
Joel Lupieri, economista consultado por Ámbito, atribuye estas variaciones a las tasas reales negativas presentes en la economía, junto con la extensión de los plazos para los Plazos Fijos UVA, generando un impulso al alza en la demanda de dólares. Los inversores, reticentes a aceptar la pérdida de valor de sus pesos y reacios a dejar sus fondos depositados por 180 días, optan por activamente adquirir divisas.
Es relevante destacar que la actual administración lleva menos de un mes en funciones y hereda desequilibrios de gran magnitud. No obstante, ahora se observa un mercado más cauteloso en general; tanto la deuda soberana como la renta variable han ajustado sus valoraciones. Es relevante destacar que la actual administración lleva menos de un mes en funciones y hereda desequilibrios de gran magnitud. No obstante, ahora se observa un mercado más cauteloso en general; tanto la deuda soberana como la renta variable han ajustado sus valoraciones.
¿Cómo puede seguir?
Diversas consultoras privadas sugieren que la devaluación del dólar oficial al 2% mensual es insostenible en un contexto de alta inflación, planteando la necesidad de acelerar el ritmo del crawling peg o realizar un nue vo ajuste en el tipo de cambio oficial. Y es por esto que:
Existe la expectativa de que, de prolongarse esta situación, la brecha podría ampliarse aún más en el tiempo. Existe la expectativa de que, de prolongarse esta situación, la brecha podría ampliarse aún más en el tiempo.
Por eso, la atención del mercado se centra en la brecha entre el dólar oficial y el blue, ya que de la estabilidad cambiaria dependen dos aspectos cruciales:
- La continuación de la liquidación de stocks por parte de los productores agrícolas, permitiendo así la recomposición de las reservas, como evidenció la compra de casi US$ 3.000 millones por parte del BCRA en las primeras dos semanas de diciembre.
- El mantenimiento del atractivo para los ahorristas de plazo fijo, quienes ven una tasa nominal negativa ante la inflación, pero que, al convertirla a dólares, resulta positiva en al menos un 7% mensual.
A pesar de un inicio de año aparentemente tranquilo, con descensos en el dólar blue (que llegó a $1.005) y en el MEP y el CCL por debajo de los $1.000, la persistente inflación genera interrogantes sobre la resistencia del billete de $1.000 frente a las presiones cambiarias.
La consultora Portfolio Personal Inversiones proyecta una drástica disminución en la inflación de febrero en comparación con enero (17% frente a 28%), pero anticipa un nuevo quiebre de tendencia en abril debido a un posible salto devaluatorio.
Por otro lado, Analytica, destaca similitudes entre el momento actual y los meses previos a planes de estabilización como el Austral de 1985 y la Convertibilidad de 1991. Aunque la inflación persistente y el tipo de cambio real elevado se asemejan, la masa monetaria actual es más del doble que en esos períodos, lo que sugiere que el gobierno podría optar por continuar “licuando” los pe sos mediante la vía inflacionaria para mitigar la volatilidad.
En caso de levantar el cepo e implementar un programa de shock estabilizador en seis meses, se requeriría una inflación mensual de 34,2% para reducir la masa monetaria al nivel previo a la Convertibilidad, o del 19,6% para volver al nivel pre-Austral en un año. En caso de levantar el cepo e implementar un programa de shock estabilizador en seis meses, se requeriría una inflación mensual de 34,2% para reducir la masa monetaria al nivel previo a la Convertibilidad, o del 19,6% para volver al nivel pre-Austral en un año.