En el año 2021 con motivo de la conmemoración del Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer se realizó un informe donde se presentaron los datos de la primera publicación realizada por la Oficina de Estadísticas del Poder Judicial de Misiones (2010) a la última en el año 2020 donde se podía observar como la participación femenina fue creciendo de manera exponencial en el Poder Judicial Misionero.
Hoy las Juezas, Magistradas y Ministras del Superior Tribunal de Justicia cumplen un papel fundamental para atender las demandas de una sociedad que avanza en el tratamiento jurídico con perspectiva de género y el manejo de lenguaje claro.
De esta manera Misiones avanza, en el Poder Judicial, para alcanzar lo que se declaraba en la promulgación de la Ley 13.010, que reconoció el sufragio femenino el 23 de septiembre de 1947, consagrando la igualdad de derechos políticos entre el hombre y la mujer estableciendo que “las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerden o imponen las leyes a los varones argentinos”.
En el 2022 Misiones sigue siendo distintivo no sólo al contar en la plana superior con cinco mujeres, sobre nueve Ministros, sino al continuar en la presidencia, Rosanna Pía Venchiarutti Sartori.
Este año algunos de los Tribunales provinciales en el país han cambiado su conformación y si bien en algunos casos han surgido figuras femeninas en su integración, en otros o no existen o han bajado.
La Legislatura de la provincia de Corrientes sancionó hoy una ley de paridad de género en las listas de cargos parlamentarios, en la que fue considerada una sesión histórica que contó con el acompañamiento multitudinario de mujeres de diversos colectivos.
La Cámara de Diputados de Corrientes le dio el aval que le faltaba al proyecto de ley que establece la paridad de género en las listas de candidatos y candidatas para cargos a diputados, senadores y convencionales constituyentes de los ámbitos provincial y municipal.
La iniciativa tenía media sanción del Senado de la provincia, pero se incluyeron allí modificaciones, por lo cual volvió a la cámara de origen, que finalmente aprobó el plan de ordenamiento de las nóminas electorales en un equilibrio de 50 por ciento para hombres y 50 por ciento para mujeres.
Afuera del recinto legislativo, sobre la plaza 25 de Mayo, en el microcentro correntino, se reunió una multitud de mujeres de diversos colectivos militantes, concentración que atravesó algunos episodios de violencia debido a un procedimiento policial que evitó el ingreso de las manifestantes al edificio.
La norma fue sancionada por unanimidad, aunque el bloque de diputados y diputadas del Frente de Todos expresó su intención de generar una ley con mayor alcance de la paridad, por ejemplo, a los demás poderes del Estado.
Desde el año 2018 la oposición en Corrientes intenta sancionar esta normativa y la aprobación de hoy resulta de la integración de tres expedientes con diversos aspectos en el abordaje de la paridad, una de las cuales, incluso, corresponde al Poder Ejecutivo de la provincia.
El gobernador Gustavo Valdés celebró con mensajes en sus redes sociales la aprobación de la ley y escribió: “En un hito para la participación política de las mujeres, gracias al voto unánime de diputados y senadores, desde 2023 Corrientes tendrá igualdad representativa en el Poder Legislativo”.
Y añadió: “Ampliando derechos, somos una sociedad más equitativa”.
Por su parte, la diputada del Frente de Todos (FdT) Alicia Mexiner destacó el “trabajo conjunto de las dos cámaras, después de cuatro años de luchas” y agregó que “si nos van aplicar la meritocracia a las mujeres, también lo vamos aplicar a los varones”.
Recordó que la aprobación se produce en coincidencia con “los 71 años del renunciamiento histórico de Evita Perón. Y hoy nosotras decimos no vamos a renunciar nunca más a ningún espacio de poder”.
Entre otras, acompañaron la sesión desde el recinto, la subsecretaria de Asuntos Parlamentarios de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, Cecilia Gómez Mirada; la secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del Ministerio de las Mujeres de la Nación, María Cristina Perceval; la vicegobernadora del Chaco, Analia Rach Quiroga, y la vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juezas de Argentina Martha Altabe.
Perceval afirmó: “Hoy es un gran día para Corrientes y para todas y todos las que queremos una Patria justa, libre y soberana. A partir de su implementación, habrá una democracia más genuina y una sociedad más igualitaria”.
Además, la funcionaria nacional agregó: “Seguiremos trabajando junto con las legisladoras para que la paridad no sea una fórmula vacía sino un paso decisivo hacia la igualdad real”.
De acuerdo con un comunicado del ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, “en la actualidad, el Senado correntino cuenta con 15 miembrxs, de los cuales solo 4 son mujeres, lo que representa el 27% de las bancas de la Cámara Alta provincial, un número inferior al 30% establecido por la Ley de Cupo Femenino promulgada en 1991”.
En cambio, en la Cámara de Diputados, “de los 30 legisladorxs, 18 son varones y 12 mujeres, lo que representa el 40%”.
De esta manera, Corrientes se incorporó a las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero; y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En consecuencia, solo quedan Tucumán y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur sin una legislación que se adecúe al lineamiento nacional.
Mientras que en Brasil reclaman elevar el tope de contaminantes inorgánicos en la yerba mate, en Misiones cobra fuerza un regreso a lo natural, con la yerba, un superalimento, como protagonista. La yerba orgánica de Misiones gana terreno con marcas que apostaron a romper los moldes y algunos productores vuelven a yerbales bajo sombra de especies nativas. En la misma sintonía, productores locales se suman a esta propuesta y avanzan en la comercialización de un producto orgánico y sustentable, tanto para consumo interno como para exportación.
Bajo esta premisa y con el objetivo de regenerar parte de la Mata Atlántica, el argentino Alex Pryor y su socio, David Karr, fundaron Guayakí. Es una empresa cuyos cimientos están en la mirada social vinculada a la producción sustentable, a la reforestación de especies nativas, el precio justo y la igualdad de oportunidades con perspectiva de género. Parece un plan ambicioso, pero el negocio funciona y lograron inyectar en el mercado estadounidense y canadiense sus productos a base de yerba mate certificada, de origen paranaense, de pequeños productores y aldeas originarias.
La directora regional de Guayakí, Fabiana Pose, contó a Economiscómo es el trabajo que se realiza en la región y la filosofía de la empresa que trabaja con más de 113 productores y comunidades guaraníes de Argentina, Brasil y Paraguay. Además, cuentan con trabajadores que cosechan de los propios yerbales que tienen en Comandante Andresito. “Guayaki se dedica a la comercialización de yerba mate orgánica producida bajo sombra y los productos derivados de ella en los Estados Unidos y Canadá, a través de un modelo empresarial basado en la equidad social y la salud ambiental”, advirtió.
“Es una empresa B, y este tipo de empresas han sido reconocidas como parte de las Nuevas Economías, y cuyo propósito es el Triple Impacto Positivo. Generar ganancias, beneficios sociales, y beneficios ambientales. Guayakí es una de las primeras Empresas B del mundo y ha sido partícipe del proceso fundacional de estas empresas”, agregó.
En Argentina, además de las certificaciones base, cuentan con una Certificación Orgánica Regenerativa (ROC), que es un nuevo estándar que busca elevar la vara de cómo se producen los alimentos. “La Certificación ROC utiliza un estándar orgánico de base y se agregan otros pilares de agricultura orgánica regenerativa, que tienen que ver con la salud del suelo, el plan de la tierra, el bienestar, además de la equidad social entre trabajadores y productores. Por eso, en Argentina tenemos esa certificación y que se planea replicarla este año en Brasil y en el 2023 en Paraguay”.
Por ello, también trabajan con la certificación Comercio Justo, que garantiza que cada eslabón dentro de la cadena de producción de yerba mate reciba un precio justo, es una certificación que apunta mucho a lo social. Además de los aspectos ambientales, Guayakí tiene el principal foco en lo social, donde los productores o cosecheros, dependiendo de cada escenario que tengan, reciben un premio, que es un porcentaje del valor de exportación de la yerba mate que luego invierten en proyectos comunitarios.
“Por ejemplo, en Andresito se construyó una sala de atención médica primaria que, para poder hacerlo se trabajó junto a la municipalidad. Lo bueno es que estos premios y diálogos, porque no se trata solo del premio material, ya que hay mucho diálogo y trabajo en conjunto con otras organizaciones, eso es la parte de comercio justo”, explica la directiva..
Un producto saludable
Según explica Fabiana, el consumo de estos productos tiene que ver con una cuestión de salud personal, además de la ambiental. A pesar de que se habla de un sistema de cultivo que permite preservar y, en muchos casos regenerar, la biodiversidad, hay un componente en la educación de los consumidores que no debe descuidarse y que es un arista importante a la hora de preservar estas prácticas.
“Hay productores que, en Argentina incluso, hacen un manejo orgánico porque toman conciencia de hacer un producto más saludable, para el ser humano, para consumir, pero además es beneficioso para la parte ambiental también. Hoy el mercado orgánico está creciendo, cada vez la gente está más preocupada por lo que consume por el tema de la salud y cuál es el impacto que tiene eso que consume”, manifestó.
“Cuando compra una yerba que es orgánica o una yerba que está cultivada bajo sombra, sabe que detrás de ese paquete de yerba que está comprando hay todo un trabajo que tiene que ver con la salud, pero también tiene que ver con cómo está ese trabajador, en qué condiciones se trabaja, cómo está afectando”, agregó y señaló que el consumidor, al adquirir yerba mate cultivada bajo sombra, también está talando menos bosques.
Concientizar, educar e informar son algunas de las tareas que consideran fundamentales para generar estos hábitos que son saludables para la población y para el medio ambiente. Esa tarea es responsabilidad de las empresas, pero también de entidades e institutos de injerencia, como el Instituto Nacional de la Yerba Mate,, a través de los programas que impulsa, algo que desde Guayakí aprecian y esperan que se pueda replicar en Paraguay y Brasil, los países con los que trabajan actualmente.
Sin embargo, esto debe estar balanceado con el sistema productivo, para que no deje de ser redituable para el productor. “Hay varias partes: Está el productor, pero creo que una parte importante de este sistema es el consumidor, que tiene que estar informado, que tiene que estar educado sobre qué es lo que está consumiendo. Lo que vemos en Argentina y charlando con la gente que hace yerba mate orgánica, es que hay un aumento de consumo en los últimos años, una demanda mucho mayor“.
A pesar de que la yerba mate es un cultivo que no precisa de la aplicación de tantos agroquímicos, salvo para controlar la maleza, el agroquímico se puede reemplazar con un correcto uso de cubiertas verdes. El impacto mayor fue y es, en gran parte, el desmonte para la plantación de grandes yerbales, algo que se está comprobando, no es necesario, con la arborización en las plantaciones o la incorporación de cortinas de especies nativas.
Un plan de cinco años
Un plan de cinco años
Llevar a góndola este tipo de productos no es sencillo, menos aún económico y es uno de los escollos que atraviesan muchos pequeños productores y cooperativas de baja producción yerbatera. El contexto económico local del país a veces conspira contra los planes de largo aliento. En ese caso, Guayakí actúa como respaldo mediante un proceso, en el cual cubre los costos de la certificación. “Hoy estamos elaborando un plan a cinco años y dentro de ese plan vamos a visitar a cada uno de los productores. Hay gente que ya tiene manejo orgánico y hay gente que quiere cambiar por el manejo orgánico, pero debe tener un mercado para eso también o el costo de la certificación, que para un productor pequeño no es económicamente viable a veces”, reflexionó Fabiana.
Una de las alternativas que tienen estos pequeños productores, es la certificación participativa, donde se trabaja con sellos otorgados por universidades y entidades locales, para una comercialización interna. Pero la exigencia cambia cuando se pretende exportar, donde los sellos sólo lo pueden otorgar certificadoras internacionales y es ahí donde interviene Guayakí.
“Nosotros trabajamos, por ejemplo, con Brasil y para el próximo año vamos a trasladar a Argentina un grupo de productores, donde certificamos, brindamos asistencia técnica a ese productor, hacemos un acompañamiento permanente, pagamos la certificación y después pagamos un precio diferencial por esa yerba mate, porque uno tiene que reconocer ese trabajo que se está haciendo, porque en nuestro caso no es sólo orgánico, también tenemos la certificación comercio justo y también el cultivo bajo sombra, que también tenemos en muchos yerbales”.
Otra de las ventajas de la plantación bajo sombra, quedó en evidencia durante la gran sequía del verano pasado, donde los yerbales a cielo descubierto perdieron gran rentabilidad, mientras que los que implementaron arborización de especies nativas, la pasaron un poco mejor. “Quizás hoy tiene un yerbal que no cumpla con la bajo sombra para nuestro estándar, pero si está haciendo ese proceso, entonces nuestro plan a cinco años es incluir a estos productores que están en transición, para apoyarlos, para que puedan seguir con este proceso de conversión”, detalló.
Producción con perspectiva de género
Una realidad a la que no escapa la producción yerbatera, es la desigualdad de género durante la cosecha, donde las mujeres cosecheras cumplen un rol fundamental, pero que históricamente fueron invisibilizadas y, por este motivo, mal remuneradas. Es por esto que, desde Guayakí, trabajan en la implementación de prácticas y políticas que sostengan con coherencia su filosofía y compromiso social, ya que no se trata sólo de igualdad, también de equidad.”Es una realidad que muchas mujeres no poseen la misma fuerza en las manos que los hombres, por lo que el rendimiento no es el mismo y, por este motivo, el hombre reclamaba un mejor pago”, señaló. Ante esta problemática, decidieron comprar tijeras automáticas que permiten potenciar el trabajo de las mujeres y equiparar el ritmo con los hombres.
“Ellas reciben el mismo salario y las mismas herramientas, porque más allá de la igualdad, queremos darle equidad, darle las herramientas que ellas necesitan”, advirtió Fabiana y agregó que estas herramientas son acompañadas de capacitación y formación, para que tengan prioridad de uso.
Otra problemática histórica que atraviesan muchas cosecheras es la de no tener con quien dejar a sus hijos, aquellas que son madres, mientras trabajan. Eso las obliga a llevarlos al yerbal, no necesariamente para hacer trabajar a los niños, pero eso ya era razón suficiente para que se las señalara como partícipes de explotación infantil, por lo que tuvieron que recurrir a organismos del Estado para buscar soluciones en conjunto.
“Estamos trabajando con la Secretaría de la Mujer, en Andresito, para darle trabajo a mujeres que están desempleadas, también tienen una EPI, donde las mujeres pueden dejar a sus chicos. Necesitamos que las mujeres se puedan desarrollar, puedan trabajar al igual que el hombre”, finalizó Fabiana.
A más de tres años de su ingreso al Poder Legislativo, los proyectos no logran consenso para ser ley, aunque no se descarta que la participación de los jóvenes sea incluido en el temario de extraordinarias.
Culminado el período legislativo ordinario 2021 el proyecto de voto joven y el de paridad de género siguen siendo una deuda de la Legislatura de Corrientes, aunque no se descarta que el primero sea incorporado en el temario de extraordinaria, a pesar de que desde el Senado aseguran que no hay consenso para aprobar la normativa.
A más de un año de su remisión por parte del Ejecutivo Provincial, el proyecto del voto joven fue sancionado en la Cámara de Diputados el 20 de octubre de este año, pero en el Senado no logró los consensos necesarios y todavía permanece en la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales en medio del debate que surgió desde el propio oficialismo sobre su carácter facultativo.
El senador provincial y exgobernador Ricardo Colombi postuló que el voto joven debía ser obligatorio y esto generó la polémica que derivó en la falta de acuerdo para avanzar en consonancia con la Cámara Baja provincial.
“Son excusas para no aprobar la ley, hay que darle la posibilidad a los jóvenes de que, en caso de querer hacerlo, entre 16 y 18 años puedan votar como lo hacen en las elecciones nacionales”, reclamó el gobernador de la Provincia, Gustavo Valdés en referencia al planteo de Colombi.
No obstante, el proyecto no prosperó con el correr de las sesiones intermitente a causa de la campaña electoral y el escrutinio de las elecciones nacionales y municipales que se realizaron en la provincia, pero no se descarta que sea incluido en el temario de sesiones extraordinarias, a pesar de que desde el propio Senado afirman que por el momento no están dadas las condiciones para aprobar la iniciativa del Ejecutivo.
Vale considerar que en Corrientes estuvieron habilitados para votar en las elecciones nacionales 25.661 jóvenes, de los cuales 7.210 estuvieron facultados para elegir por primera vez intendentes ya que las elecciones en las 15 comunas que fueron a las urnas con las elecciones generales así lo permitió.
Paridad
Otra de las deudas pendientes del período legislativo ordinario 2021 es la paridad de género. En la Legislatura hay cuatro proyectos, pero no se avanzó con el tema y todavía duermen el sueño de los justos en las comisiones.
En la Cámara de Diputados son tres proyectos los que se encuentran en la Comisión de Asuntos Constitucionales y Legislación General de la Cámara de Diputados: el de la diputada Alicia Meixner (PJ), que propone la equidad en los tres poderes y que las grillas electorales respeten la equidad horizontal y vertical; el otro que pertenece a la diputada provincial Eugenia Mancini, de Cambio, Austeridad y Progreso (CAP), que proyecta la equidad también en los tres poderes del Estado, y el tercero que ingresó a la Cámara Baja es el remitido por el Ejecutivo provincial, y plantea la equidad en el Poder Legislativo solamente.
Mientras que en el Senado provincial, a finales de julio del año pasado, ingresó un proyecto de ley que instituye la igualdad y equidad de género en la composición de los tres poderes del Estado, autoría de los senadores provinciales Alejandra Seward, Ricardo Colombi, Graciela Rodríguez y Graciela Insaurralde, todos de la Unión Cívica Radical (UCR), y que continúa en comisión para su tratamiento.
“Hay que dejar de demorar las cuestiones que son fundamentales para los jóvenes y para las mujeres”, reclamó Valdés en más de una oportunidad, abogando para que las mujeres puedan participar en igual número en las cámaras y para que se habilite a los jóvenes de 16 y 17 años a votar.
Es importante recordar que Valdés ya había presentado proyectos similares el 29 de octubre del 2018, iniciativas que no fueron tratadas en la Cámara de Diputados, pese a que el oficialismo tenía los números necesarios.
Seis de cada 10 varones creen que la igualdad de género ha sido alcanzada, mientras que en el caso de las mujeres ese número se reduce sólo a 4.
Así lo reveló un estudio sobre masculinidades y percepciones vinculadas a género que realizó Amnistía Internacional con una muestra de 1200 personas y que difunde hoy, en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Es innegable el avance social en aspectos vinculados a la paridad y/o igualdad de género. Sin embargo, aún encontramos que se perpetúan diversas formas de violencia. Como un iceberg en donde se ve sólo la punta, muchas veces esto es lo que sucede con la violencia contra las mujeres: los estereotipos de género están marcadamente naturalizados en diversos ámbitos de nuestra vida cotidiana y distintas formas de manifestación de la violencia de género se encuentran aún invisibilizadas. Debemos trabajar para generar conciencia y que las políticas públicas lleguen a tiempo para evitar, en su manifestación más tangible, la continuidad de cifras como las que registran 1 femicidio cada 34 horas”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Algunos datos destacados del estudio evidencian las formas en que se perpetúa la desigualdad y la violencia de género en diversos ámbitos de la vida cotidiana: El tiempo que las mujeres dedican al trabajo doméstico no remunerado, por ejemplo, en tareas de limpieza del hogar casi triplica al que dedican los hombres. Sin embargo, 6 de cada 10 hombres sostienen que la distribución es equitativa. 4 de cada 10 hombres creen que mayores derechos para las mujeres implican menos derechos para ellos. 6 de cada 10 personas afirman que hay disparidad salarial entre hombres y mujeres. 8 de cada 10 personas afirman haber visto un hombre insultando una mujer. 3 de cada 10 personas afirma haber visto un hombre tocando a una mujer sin su consentimiento.
Medidas urgentes Según datos del informe del Observatorio de Femicidios de la oficina del Defensor del Pueblo de la Nación, entre enero y junio se registraron 137 femicidios, 6 de personas trans; 25 víctimas habían realizado al menos una denuncia. Además, entre enero y junio de este año, se registraron 52.072 comunicaciones a la Línea 144 de atención y contención para situaciones de violencia de género. Amnistía Internacional destaca que es urgente el avance de políticas y campañas públicas que contribuyan a problematizar la desigualdad de género y a prevenir y erradicar todas las formas de violencia por motivos de género.
Finalmente, la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en todo el país es una deuda grave. De acuerdo con un estudio de Amnistía Internacional, a partir de la lectura de datos abiertos de la Evaluación Aprender del Ministerio de Educación de la Nación, solo el 4% de las y los estudiantes del nivel secundario vieron la totalidad de los temas de ESI en clases y el 14% del nivel primario. Esta ley tiene el potencial de cambiar la vida de niños, niñas y adolescentes, especialmente cuando al menos 1 de cada 10 niñas y adolescentes sufren violencia sexual en Argentina, según Unicef.
La ESI brinda herramientas para pedir y recibir ayuda a tiempo; así como para el disfrute de otros derechos humanos.