Transporte de pasajeros en estado crítico: la inflación profundiza asimetrías en el reparto de subsidios
La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), expresó en un documento “su honda preocupación” ante la continuidad de una política de distribución de compensaciones por parte del Estado Nacional que discrimina lisa y llanamente a los usuarios y prestadoras de las provincias fuera de Capital y Buenos Aires. En el AMBA desde hace dos años se pagan tarifas de 18 pesos, mientras que en el interior, los usuarios deben afrontar boletos de entre 50 y 60 en promedio. Al mismo tiempo, el centro del país recibe subsidios por 17.500 millones mensuales, con una masa salarial de 8.100 millones mensuales (46% de las transferencias recibidas). En contraste, en el interior del país se reciben 3.500 millones de pesos mensuales, con salarios que superan los 4.500 millones.
En efecto, a pesar de las numerosas presentaciones que la Federación ha realizado ante las máximas autoridades de la Nación desde hace largos años, la extraordinaria asimetría en la asignación de recursos al sistema de transporte que se verifica entre el área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el Interior del país.
Dicha situación reviste especial gravedad en tanto que el de pasajeros por ómnibus es el único medio masivo de transporte, ya que fuera del AMBA no se prestan servicios de subterráneos ni trenes urbanos. En algunos casos, la caída en la calidad de las prestaciones provocadas por la falta de cumplimiento de las transferencias ha hecho que las autoridades quiten concesiones o estaticen los servicios.
La injusticia de la situación se refleja con claridad en el hecho de que los usuarios del transporte del interior abonarán tarifas promedio de alrededor de entre $50 y $60, mientras que en el AMBA es desde $ 18, desde hace más de 2 años (abril 2018), con un poder adquisitivo en las provincias similar y en muchos casos inferior.
Con la pandemia los ingresos de las empresas han caído al reducirse la carga de pasajeros actuales a un 60% de los transportados en el año 2019, mientras los costos se incrementan, al punto de que hoy no pueden afrontar la operación y mantenimiento, lo que incluye salarios, combustible, neumáticos, repuestos, etc.
En particular sobre los salarios, FATAP asegura que el sector no puede pagar la paritaria que reclama la UTA. El conflicto viene advirtiéndose desde hace años y se profundizó a partir de 2019, cuando comenzó a denunciarse la discriminación que ejerce el Gobierno Nacional sobre el interior del país, al priorizar el AMBA con las transferencias al transporte.
En concreto, el Estado Nacional destina cada mes 17.500 millones de pesos al AMBA, donde la masa salarial es de 8.100 millones de pesos mensuales (46% de las transferencias recibidas). En contraste, en el interior del país se reciben 3.500 millones de pesos mensuales y la masa salarial es de 4.950 millones de pesos al mes. Por lo que las transferencias en el interior cubren sólo un 70% de los salarios actuales y anteriores al reclamo de la UTA, y no suponen ninguna ayuda para el resto de los costos (combustible, mantenimiento de las unidades, etc).
El sector reclama medidas urgentes que garanticen su sustentabilidad para evitar el fin del servicio. Hoy en el interior ni siquiera cuentan con los recursos comprometidos por el Ministerio de Transporte de la Nación en la última negociación paritaria con la UTA, según se especificara en el Acta Salarial de fecha 24/06/21, donde se estableciera el aporte de fondos adicionales y complementarios al Fondo Compensador previsto por el Art. 72 de la Ley 27591, como contrapartida insoslayable para la normal continuidad de las obligaciones salariales pactadas. Así, la crisis del sector comenzó en 2019 y se profundizó dramáticamente desde marzo de 2020 sin lograr hasta el momento la atención necesaria de parte del Ministerio de Transporte.