Un nuevo primer paso
En plena madrugada argentina y sin demasiados preámbulos, el discípulo de Joseph Stiglitz selló una tensa negociación con los acreedores externos que le permitirá al país tomar algo de oxígeno para encarar una reactivación económica después de dos años de crisis que la pandemia no hizo más que profundizar. Mucho se dijo sobre las habilidades de Martín Guzmán para llevar adelante las conversaciones con banqueros y fondos grises dueños de los bonos argentinos. Es que el ministro de Economía argentino no viene, como sus antecesores inmediatos del mundo de las finanzas. No es un Messi ni manejó millonarias cuentas off shore. Uno tuvo la elegancia de destacar el acuerdo, el otro, reemplazado por un panelista televisivo, todavía sigue despotricando.
“No trabajamos para nosotros sino para Argentina”, definió, modesto, Guzmán al dar los primeros detalles del acuerdo que puede traducirse como el primer gran paso del gobierno de Alberto Fernández. El primer paso que permitirá oxigenar la gestión y diseñar la economía productiva que necesita la Argentina pos pandemia. No está todo definido, sin embargo. Restan ultimar detalles del acuerdo y encarar la negociación con el Fondo Monetario Internacional, aunque es poco probable que Kristalina Georgieva ponga reparos a un acuerdo amistoso a riesgo de exponer al organismo a una bochornosa revisión de las condiciones del préstamo de 50 mil millones de dólares para financiar la campaña de Mauricio Macri.
Para contextualizar el peso de la deuda que asumió la Argentina, vale la pena repasar la confesión de Mauricio Claver, asesor de Donald Trump para América Latina y candidato para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo. El funcionario reveló que desde la Casa Blanca ejercieron presión para que Christine Lagarde le otorgara a Macri, a mediados de 2018, el mayor crédito de toda su historia, de 57.100 millones de dólares, ya que Trump consideraba clave la reelección para los intereses de la Casa Blanca en América Latina y, sobre todo, para el futuro de Venezuela. El fracaso fue de Macri, la deuda condiciona el futuro de todos.
El acuerdo fue pésimo para la Argentina, pero también malo para la ya vapuleada reputación del Fondo, lo que hoy juega a favor de Alberto. Con la deuda refinanciada, podrá poner en marcha un programa acorde a las necesidades del momento, con una economía debilitada por más de dos años de recesión.
El acuerdo es también una nueva fase del gobierno de Alberto. Deberá asumir un rol mucho más activo en la definición de políticas de shock de reactivación en sectores profundamente dañados por una crisis de arrastre que, no es casualidad, no hizo más que agravarse desde el momento justo en el que la alianza Cambiemos volvió al Fondo.
Hasta ahora la pandemia tapaba todas las urgencias y hasta la propuesta de una reforma judicial pasó a un discreto segundo plano tras el acuerdo. Pero Alberto tiene la experiencia en tiempos de crisis y estaba en el Gobierno cuando Néstor Kirchner negoció una quita fenomenal, también con el FMI en el rol antagónico. Ese histórico acuerdo permitió a la Argentina recuperar una senda de crecimiento vigoroso después de los años aciagos desde la mitad de los 90.
El Presidente mantiene una buena imagen, pero es innegable que el primer año se le escurrió en la pandemia. El último sondeo de Ricardo Rouvier revela que “no hay ninguna objeción sobre el manejo de la crisis sanitaria ya que casi 7 de cada 10 argentinos manifiesta que le da seguridad la forma en que el Presidente está manejando este problema”.
La imagen del Presidente y la gestión del Gobierno logran mantenerse estables durante
julio y Alberto Fernández sigue siendo el dirigente político con mejor imagen. Pero las perspectivas económicas de aquí a un año, continúan siendo mayoritariamente
negativas y mejoran levemente a pesar de una expectativa inflacionaria alta, señala el sondeo.
Los Gobernadores celebraron la culminación de las negociaciones pero al mismo tiempo advierten que es tiempo de mostrar las cartas. Hasta ahora fueron escuchados todos los planteos provinciales, pero hubo escasas medidas federales. Apenas un puñado de obras anunciado en las últimas horas para algunas provincias. Es momento de acelerar.
“El acuerdo logrado por el Gobierno de Alberto Fernández es una clara muestra de la gestión y el trabajo responsable que nos da a todos los argentinos esperanzadoras expectativas y la certeza de inserción al mundo. Misiones en particular encontrará oportunidades de mercados por la vigorosa reactivación económica que propiciamos en este tiempo”, celebró el gobernador Oscar Herrera Ahuad.
Esa reactivación, entienden en el Gobierno misionero, deberá venir de la mano de una inyección de recursos por parte del Estado nacional en obras públicas e infraestructura. Es también el momento de ir a fondo por las reformas que necesita Misiones para tener igualdad de condiciones con el país central.
Herrera Ahuad ya elevó al ministro del Interior, Eduardo De Pedro y el de Producción, Matías Kulfas, un decálogo de medidas que requiere la provincia para conseguir competitividad y mejorar recursos. Ahora, junto al equipo económico, diseña un plan para convencer a Alberto de que Misiones necesita irremediablemente una política fiscal diferente para poder estar en igualdad de condiciones con el resto de las provincias y especialmente, protegerse de las asimetrías de frontera.
Una de las pruebas a mostrar será la recuperación de la economía misionera en medio de la pandemia. Con las fronteras cerradas, los datos de la recaudación de la Agencia Tributaria Misiones son mucho más alentadores que los que revela la Administración Federal de Ingresos Públicos, contó el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán. Se estima que se frenó la fuga de unos 1.500 millones mensuales solo a Paraguay. Pero una vez que abran las fronteras, a la preocupación por los atractivos del otro lado del Paraná, se sumará la aparición de las numerosas lojas tax free que crecen como hongos en las ciudades espejo de la frontera brasileña.
El objetivo de Misiones es que se entienda la necesidad de una estructura diferente para consolidar un desarrollo armónico. Se necesitan infraestructura, energía y costos tributarios diferentes para poder equilibrar la balanza.
La meta es compartida por el sector empresario, que se alineó a la estrategia oficial desplegada por Herrera Ahuad. Horas después de que se conocieran los detalles del acuerdo por la deuda, el presidente de la Confederación Económica de Misiones, Alejandro Haene, convocó a una veintena de empresarios dirigentes cada uno de sus asociaciones, para emitir un documento de respaldo al reclamo misionero que será elevado a las autoridades nacionales. Costos tributarios y laborales, energía eléctrica y combustible más barato son parte del menú elaborado por la CEM. “Hay que ponerle fuerzas a este tema, es urgente”, definió Frances Lowe, la empresaria automotriz que participó del encuentro virtual que se repetirá en la semana con otro grupo.
El plan provincial es superador de la promocionada ley Pymes, cuyo artículo 10 sirvió de bandera de campaña para Cambiemos, pero nunca terminó de reglamentarse. Ese artículo se refiere genéricamente a beneficios en zonas de frontera. En cambio, Herrera Ahuad dejó claro que tiene que ser para los 77 municipios, para no volver a generar las asimetrías internas que fomentaba el diferenciado Impuesto a la Transferencia de los Combustibles.
A diferencia de otras provincias, con urgencias distintas, Misiones no pide ayuda ni asistencia financiera para salvar un rojo. Por el contrario, requiere de una ingeniería que le permita sostener un modelo ya en marcha.
Esta semana el gobernador Oscar Herrera Ahuad, junto al ministro de Educación, Miguel Sedoff, presentó en sociedad los termómetros inteligentes fabricados en Misiones, que se suman a los kits de robótica. No serán los únicos chiches: está en proceso un revolucionario plan de movilidad sustentable que incluye vehículos eléctricos, según reveló Sedoff en Agenda Argentina, un ciclo de conferencias con dirigentes de todo el país para pensar el país del futuro.
Misiones no quiere perder tiempo ni que la pandemia trastorne el proceso. En Posadas, por ejemplo, el intendente Leonardo Stelatto puso en marcha un plan de rediseño de toda la oferta turística, con una amplia intervención paisajística que, una vez terminada, cambiará para siempre la imagen de la ciudad.
Herrera Ahuad, quien también disertó en la videoconferencia de Agenda Argentina, ratificó que quiere fortalecer la Economía del Conocimiento a la matriz productiva de Misiones.
El Gobernador misionero celebró el acuerdo alcanzado con los acreedores externos y consideró fundamental que Fernández no haya tomado a la pandemia como una oportunidad para dilatar la resolución del problema. “Es un tiempo fundacional que nos llena de expectativas”, resaltó.
Con optimismo, contó al país que el presupuesto 2021 tendrá una enorme inversión educativa y en los cimientos del Silicon Misiones como una “herramienta fundamental para incorporar a nuestros jóvenes al conocimiento, porque, queremos que se queden en la provincia, no ir a otros lugares a formarse. Para nosotros es el gran desafío en innovación y geoposicionamiento de la provincia”, aseguró.
En esa línea, ratificó que para Misiones “una política de frontera diferenciada es fundamental” para fortalecer ese camino.