Caputo prueba la remonetización en dólares con la liberación de fondos del blanqueo
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A partir del 1° de enero de 2026, los contribuyentes que blanquearon más de u$s100.000 en 2024 podrán retirar sin costo los fondos depositados en las Cuentas Especiales de Regularización de Activos (CERA). La medida, prevista en el esquema vigente del blanqueo, abre un test clave para la estrategia del ministro de Economía, Luis Caputo, orientada a impulsar una “remonetización” de la economía en dólares y captar parte de los u$s243.000 millones que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero.
Liberación de dólares y el test de confianza al esquema fiscal
El cambio normativo habilita, desde enero de 2026, la libre disponibilidad de los fondos blanqueados por encima de u$s100.000 sin pagar el impuesto especial del 5% que regía como penalidad por retiros anticipados. Se trata de un hito dentro del blanqueo 2024, que pone a prueba la expectativa oficial de que esos dólares no regresen al “colchón” y, por el contrario, se canalicen hacia el consumo, la inversión o el sistema financiero.
La apuesta del Palacio de Hacienda se apoya en un concepto incorporado en uno de los artículos del Presupuesto: la presunción de inocencia fiscal. Bajo este principio, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) debería probar el origen ilícito de los fondos y no el contribuyente justificar su procedencia, un cambio que apunta a incentivar el uso de ahorros fuera del sistema y a avanzar hacia una suerte de blanqueo permanente.
En este contexto, el consultor Camilo Tiscornia consideró que “tiendo a pensar que no se los van a llevar”, al señalar que la dinámica reciente de los depósitos en dólares muestra aumentos y no una salida de fondos. “Si la gente se anima a gastar sería mejor”, sostuvo, y agregó que una eventual salida masiva impactaría negativamente en las reservas del Banco Central. Para el economista, cuanto más se consolide la perspectiva de estabilidad, mayor será la probabilidad de que parte de esos dólares migre incluso hacia inversiones en pesos.
Cuántos dólares se liberan y dónde podrían ir
Las estimaciones privadas dimensionan el desafío. Según Fernando Marull, “el próximo 1 de enero se ‘liberan’ u$s23.000 millones que se blanquearon en 2024 y que están en Cuentas CERA”. La liberación implica que esos fondos quedan disponibles sin pagar la multa del 5% que aplicaba si se retiraban antes. “Mucho de esto se invirtió en bonos y acciones y están con ganancias de +20%. Otros están en cash”, precisó el analista.
Marull sostuvo que “es mucha plata y se va a mover”, con posibles destinos que incluyen activos financieros, activos reales, campos e inmuebles. Un dato relevante es que la mayor parte del blanqueo 2024 fue protagonizada por pequeños ahorristas con montos inferiores a u$s100.000, que no pagaron impuesto y aun así optaron por dejar los fondos en el sistema, una señal que el Gobierno interpreta como un respaldo implícito a la estabilidad macro.
No todos comparten el optimismo. Pablo Moldován, de C-P, advirtió que “es muy difícil estimar cuán grande va a ser el efecto” y consideró que “aunque sea chico, debería pegar en las cotizaciones de los activos financieros que captaron el blanqueo y en el volumen de depósitos en dólares”. Además, señaló que la liberación coincide con el inicio del año, cuando se revierte el ingreso de fondos que se utilizó para evitar el pago de Bienes Personales.
Escenarios de mercado y posibles repercusiones
El destino final de los dólares liberados dependerá, en buena medida, del clima macroeconómico y del avance de las reformas. Para Andrés Rechini, de F2 Finanzas, “habrá muchos aguardando noticias en materia de reformas antes de tomar una decisión”. En su visión, el hecho de que los fondos no se hayan retirado antes, aun con penalidad, refuerza la idea de que una salida abrupta no es el escenario base. “Puede haber algo de volatilidad transitoria, pero si prevalecen los fundamentos no debería haber inestabilidad”, sostuvo.
Walter Morales, CEO de Wise, coincidió en que “no va a haber grandes variaciones con el destino de los fondos” en lo inmediato, aunque no descartó que más adelante aparezcan retiros para invertir en real estate. Según su análisis, el inversor conservador podría rotar parte de su tenencia hacia carteras cortas en dólares, vía obligaciones negociables y bopreales, mientras que perfiles más agresivos podrían apostar a bonos en dólares ante la expectativa de avances en reformas estructurales, el Presupuesto 2026, el RIGI y el Mini RIGI, con una eventual baja del riesgo país hacia los 500 puntos.
En términos de impacto económico e institucional, la liberación de fondos del blanqueo se configura como una prueba decisiva para la estrategia oficial: si los dólares permanecen en el sistema o se canalizan a inversión y consumo, el Gobierno habrá validado su apuesta por la remonetización y la presunción de inocencia fiscal; si, en cambio, regresan al circuito informal, la señal para el mercado y las reservas del Banco Central será adversa.
