Economías provinciales: ¿cómo llegan al periodo electoral?
Por Jorge Day, fundación Mediterránea. En tiempos de elecciones, la economía juega un rol relevante, y la pregunta es cómo llegan las provincias a este periodo tan politizado.
Claramente, como la economía nacional impone el ritmo, todas las provincias fueron afectadas por el proceso recesivo, con sus diferencias. Algunas jurisdicciones están mejor posicionadas, por tener un sesgo exportador (Región Pampeana), mientras que otras están más complicadas, al ser más dependientes del sector público, con restricciones presupuestarias (las regiones norteñas). A continuación, se presenta el panorama actual y luego las perspectivas regionales.
Con datos preliminares, se puede comentar que a nivel nacional la actividad económica estaría cayendo más del 5% inter-anual en el primer trimestre de este año. No hay provincia que se salve de este proceso, y las que se hallan en peor situación son varias del Norte argentino: Catamarca y tres del NEA -Chaco, Formosa, Corrientes- , con la salvedad de Misiones.
Para entender qué ha estado ocurriendo, se tomará en cuenta los motores que impulsan (o contraen) la actividad económica. Consideraremos tres: el consumidor, el público y el externo.
Motor consumidor: desde hace siete años la economía está estancada, y a su vez, en cada devaluación el poder de compra de la población argentina se ha ido deteriorando, y mucho más fuerte en estos últimos meses. Eso ha ocurrido en las distintas regiones argentinas, y tanto el NEA como el NOA han presentado las mayores caídas en distintos indicadores de poder de compra (masa salarial privada formal, la pública provincial y el crédito al sector privado).
Estos menores ingresos han traído como consecuencia una reducción en las ventas, como por ejemplo en supermercados, y mucho más fuerte en autos. En ambos casos se ha hecho más notorio en provincias del Norte Argentino.
Motor público: se mencionó más arriba que, durante el año pasado, el gasto en personal, neto de inflación, se redujo más fuertemente en las provincias norteñas. Algo similar también en obras públicas (menor gasto público de capital, neto de inflación) durante el año pasado, que terminó impactando en una reducción del uso de materiales del sector, como cemento. Los datos preliminares del primer trimestre de 2019 muestran que se mantendrían las mismas diferencias en despacho de cemento.
En el otro extremo, Catamarca es la de peor desempeño (empleo, energía, ventas), afectada por la caída en su actividad minera (menores exportaciones de cobre).
Las provincias grandes (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) tienen la ventaja exportadora de su agro, pero como ocurre en todo el país, el impacto negativo de su mercado interno (incluyendo industria) pesa más en su actividad.
Perspectivas para el resto de este 2019 electoral
¿Habrá cambios? La impresión es que podría llegarse a un piso, pero muy difícilmente se llegue a una recuperación. Consideremos nuevamente los motores de la economía.
Con la inestabilidad cambiaria que se viene padeciendo desde hace un año, resulta difícil que en los próximos meses haya una recuperación significativa en el poder de compra de la población, y por ende, no se espera un repunte en ventas.
En cuanto al motor público, un punto llamativo es que las finanzas públicas en varias provincias (incluyendo varias norteñas) mejoraron durante 2018, aun en un contexto ecesivo. Hubo dos factores relevantes. Como se indicó anteriormente, en ese año hubo una moderación en el gasto público, tanto en salarios públicos como en obras públicas (éstas últimas especialmente en las regiones norteñas). Además, se incrementaron las transferencias automáticas de fondos nacionales. De esta manera, aunque los ingresos totales no pudieron seguir el ritmo de la inflación, el gasto público en varias provincias creció a un ritmo aún menor.
En la primera parte de este año, las transferencias de fondos nacionales, netas de inflación, han perdido fuerza, sin embargo, en un periodo electoral, es probable que sea más difícil contener los salarios públicos. Eso ayudará a empujar un poco la actividad económica, aunque terminará con una posterior desmejora en las finanzas de esos gobiernos.
Por último, sobre el motor externo. El dólar se mantendría caro, favoreciendo a las exportaciones. A su vez, hay una mayor cosecha en el agro pampeano, por lo cual esta región tiene más posibilidades de una mejora en su actividad. También se observa ese impulso en el sector petrolero, y en otras actividades agro y agroindustriales de otras regiones, como la vitivinicultura, cuyas exportaciones de vinos comienzan a crecer en volumen.
Concluyendo, venimos de una recesión y se nota en todas las provincias. Sólo pueden intentar diferenciarse. Las mejor posicionadas son aquellas con mayor sesgo exportador (Pampeana y Patagonia), y las más complicadas son las más dependientes de fondos públicos (Norte). En ese contexto, la mayoría de las provincias tienen a favor la mejora en sus finanzas durante 2018, en parte por el ajuste (salarial y en algunas en obras públicas) y las mayores transferencias de fondos nacionales, lo cual le da un cierto margen para afrontar este duro 2019 electoral.