El ministerio de Producción reconoce “desaceleración” y caída de varios sectores de la economía

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Un estudio del ministerio de Producción, que conduce Dante Sica admite que la economía argentina está “en una pausa” de crecimiento provocada por agentes externos, como la tasa de interés de largo plazo de Estados Unidos.
Pese a los datos negativos, el informe sostiene que Argentina cuenta con bases más sólidas gracias a las medidas tomadas en los últimos dos años: salida del cepo, negociación con los holdouts y reacomodamiento de las tarifas de los servicios públicos”, que generaron “la confianza para llegar al acuerdo con el FMI, y evitar así que el escenario internacional tenga un impacto aún mayor”.
El dossier sostiene que “la economía alcanzó el nivel más alto de la historia”, aunque “desaceleró su crecimiento” y cayó 0,2% mensual en Febrero y 0,1% en Marzo.
“Según el Ministerio de Hacienda, la actividad económica crecería entre 0,4% y 1,4% en 2018. La estimación original del 3,5% fue reducida por el efecto de la sequía y volvió a ajustarse a la baja tras las turbulencias financieras de los últimos dos meses”, reconoce el reporte.
“La inversión lleva más de un año en crecimiento empujada por la construcción y seguirá creciendo en los próximos meses, aunque a menor ritmo por la elevada base de comparación y reducción de la obra pública, además del mayor costo de financiación y la suba del tipo de cambio, que impactarán en los componentes importados”.
El documento sostiene que más de la mitad de los bienes de capital importados fueron destinados a la producción y que el agro y la industria impulsaron las compras externas de bienes de capital productivo, pero advierte que en los próximos meses habrá una menor demanda de importaciones por la menor actividad económica y la desaceleración de los sectores demandantes: agro, construcción y automotriz.

En cuanto a los servicios, sostiene que crecieron las ventas, pero “el empleo comenzó a desacelerarse”, mientras que el transporte perdió dinamismo por la suba de los combustibles. Como contrapartida, los servicios vinculados al turismo se proyectan como los líderes como consecuencia de la suba del tipo de cambio que atraerá a más extranjeros, mientras que muchos argentinos se verán forzados a quedarse. “Esto ya se evidenció en los datos adelantados de CAME: el fin de semana largo del 25 de Mayo viajaron por el país 870 mil personas, que gastaron más de $1,9 millones. Sin embargo, el turista se comportó más como espectador que como consumidor: su gasto promedio diario fue menor que los registrados en fines de semana largos anteriores”, sentencia el estudio.
 
Para la industria no hay mejores expectativas: “Continuó creciendo en abril, pero se desaceleraría en el segundo semestre” frente a “las turbulencias financieras internacionales recientes”. Lo mismo con la producción automotriz que “creció nuevamente, aunque se desaceleraría a fin de año”.
“Las ventas a mercados alternativos siguen altas, pero cayeron por los menores envíos a México”, agrega. “Aun con proyecciones de fuerte desaceleración metales básicos cerraría en alza”, reseña el documento en uno de los pasajes optimistas, aunque “minerales no metálicos moderarán su ritmo por la menor obra pública”.
“Las ventas de bienes durables continúan creciendo, pero el consumo no repunta”, admite el documento y puntualiza que el consumo masivo “permaneció estancado” y cayó en los hogares de ingresos bajos.
Sobre la venta de inmuebles, el dossier sostiene que “está en su máximo histórico”, pero se moderaría por el nuevo escenario financiero.
El documento reconoce que la inflación nacional de Mayo fue del 2,1% frente al mes anterior, y del 26,3% con respecto al mismo mes de 2017. Comunicación, alimentos y bebidas no alcohólicas, y recreación y cultura explicaron la inflación de mayo, relata, antes de reconocer que “aumentaron las expectativas de inflación”.
Asimismo, admite que los salarios cerraron el primer trimestre en baja y el menor poder adquisitivo de los asalariados se reflejó en el consumo.
“El consumo masivo cayó en el primer trimestre 1% frente al mismo periodo de 2017. El reacomodamiento tarifario de los primeros meses del año impactó en la capacidad de consumo de los hogares. “Tras dar de baja la meta de inflación para 2018 y recalibrarla para los próximos tres años, las paritarias que cerraron en 15% podrían adecuarse al régimen que habilita el otorgamiento en el sector privado de una recomposición salarial del 5%, a cuenta de las negociaciones paritarias que se desarrollen una vez que se activen las cláusulas de revisión en los acuerdos de este año”, explica.
Finalmente, el estudio reconoce que las políticas del Banco Central afectaron especialmente a las Pymes. “La suba de la tasa de los bonos a 10 años del tesoro estadounidense provocó que capitales que estaban en países emergentes salieran a buscar un mayor rendimiento, con una consecuente depreciación de las monedas de esas economías frente al dólar. El escenario de alta volatilidad cambiaria empujó al BCRA a mantener elevada la tasa de referencia, en 40% durante Mayo, para evitar mayores presiones sobre la cotización de dólar. Las demás tasas del mercado subieron durante la primera quincena de Mayo, y se estabilizaron a niveles levemente menores a principios de Junio. Los aumentos fueron heterogéneos: el crédito vinculado a las PyMEs fue el más afectado, con un costo de financiamiento que llegó a alcanzar 5 p.p. más que los otorgados al resto de las empresas”, concluye.

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