Jugar al límite
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El poder simbólico cosechado por el Gobierno de Mauricio Macri en las elecciones de octubre puede ser puesto en tela de juicio por cuestiones que no están estrictamente vinculadas a la política, pero que son reflejo de ella. La muerte de otro joven, por la espalda, esta vez a manos de la Prefectura que reprimió una protesta mapuche, pone en cuestionamiento la capacidad manejo que tiene la administración Macri para resolver conflictos sin el uso de la fuerza represiva.
La muerte de Santiago Maldonado tuvo un efecto neutro en las elecciones. Pero la de Nahuel, asesinado el mismo día que se velaba al artesano desaparecido por más de 80 días, puede haber calado más hondo en la sociedad, pese al enorme blindaje mediático. Otorgar el beneficio de la duda “siempre” a las fuerzas de seguridad parece ser un aval a más balas y menos diálogo. Ahora se sabe, lo confirma el juez Gustavo Villanueva, quien no es justamente pro mapuche, que no hubo armas de fuego en manos de los manifestantes, como insistió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En paralelo, la desaparición de los 44 argentinos -entre ellos, dos misioneros- embarcados en el submarino Ara San Juan, desnudó las fallas en un ambiente en el que el Gobierno parece acostumbrado a moverse a placer. Desinformación, desinteligencias, un ministro de Defensa ausente y después dando noticias falsas, un Presidente que jugó al tenis en medio de la desesperación de los familiares, emparentan bastante la situación con las críticas al desdén kirchnerista con otras tragedias argentinas. Se está haciendo lo mismo que se criticaba. Apenas confirmado el cese de búsqueda de sobrevivientes, el Jefe de Estado utilizó una red social para dar detalles de la cumbre del G20, de la que Argentina es anfitriona. Pero no dio ningún mensaje a las familias enlutadas.
Y la grieta, mínima, se hace visible hasta en los canales de televisión más condescendientes con el relato oficial.
A días de iniciar su tercer año de mandato, Macri pone en marcha un proceso de reformas que considera necesarias para reactivar una economía que hasta ahora solo se consuela con unos pocos brotes verdes.
El acuerdo con los gobernadores le permitió contar con respaldo para la reforma fiscal y previsional. Pero ninguno de los mandatarios está dispuesto a asumir el costo político del ajuste a los jubilados, el eslabón más débil de la cadena de recortes que planea el Gobierno nacional.
Pero una cosa es resignar recursos y otra es hacer propio el “ahorro” de cien mil millones de pesos que se hará con la plata de los jubilados.
La vocera del ajuste ha sido esta vez la vicepresidenta Gabriela Michetti. Sus explicaciones no dejan lugar a dudas sobre la mirada del Gobierno. “Hay que ordenar el despilfarro de 34 años. El fondo previsional es el porcentaje más alto que tiene el presupuesto de la Argentina. Si hiciéramos una cosa demagógica de hacer que los jubilados cobren quince mil pesos… hoy no está la plata. Tenemos 600 mil millones de pesos anuales de deuda. No podemos emitir por la inflación. No podemos endeudarnos más, porque en algún momento hay que ponerle un tope a la deuda externa. Explícame… ¿Cómo hacemos? Dame la solución…”, increpó a un periodista, uno de los más benévolos con Cambiemos. “Lo que se lleva ese sector son de los montos más grandes de todos”, insistió.
Los jubilados o el pago de la deuda que no se puede dejar de pagar. Perdedores y ganadores de un modelo.
Afortunadamente, Misiones no está sujeta a los ajustes que haga la Nación, ya que es una de las trece provincias que no transfirió la caja previsional, pero el techo de los aumentos que se otorguen en el país, marcará el horizonte de lo que se haga en esta tierra.
Pero en definitiva, ni el empleado activo ni el jubilado misionero serán alcanzados por los artículos de la reforma previsional, que, es sumamente cuestionada en cuanto a su validez jurídica, ya que la ley aprobada por los senadores modifica derechos vigentes. El cálculo actual determina un futuro incremento no menor al 12 por ciento. Con la reforma recomendada por el Fondo Monetario Internacional, apenas superará el cinco por ciento.
La reforma fiscal tampoco tendrá un impacto fuerte en Misiones, al menos en el corto plazo, ya que lo que se deja de percibir por el Fondo del Conurbano Bonaerense, será compensado por la administración de Macri, mientras que en teoría, lo que se vaya aliviando de carga impositiva, volverá a través de una mayor actividad. En teoría.
Aunque todavía resta discutir la reforma laboral, que se advierte será la más dura de las pulseadas, el Gobierno nacional no puede quejarse de no tener las herramientas disponibles para encauzar el barco hacia el rumbo preferido. El sector empresario ya no puede sostener el argumento desvaído del peso del Estado sobre la economía, ya que el discurso oficial va en sentido contrario.
Es, en definitiva, el escenario ideal para asumir la responsabilidad de reactivar la economía y crear empleo.
Sin embargo, pese a todas las condiciones favorables en el Congreso y los guiños empresarios, el Gobierno no logra concretar las promesas.
Nuevamente la inflación cerrará el año en torno al 25 por ciento, casi en el mismo porcentaje que durante las postrimerías del kirchnerismo. La creación de empleo sigue siendo una cuenta pendiente y la pobreza solo baja medida por ingresos y con la dudosa vara de la baja de la inflación, comparada con el 40 por ciento del año pasado. En cambio, si se utiliza una metodología más precisa como la del Instituto Provincial de Estadística y Censos en Misiones, la pobreza va en aumento –mide variables que van mucho más allá de los recursos que entran al hogar-.
En la macro, donde se suponen más eficientes y con los deberes hechos con puntualidad, no son mejores los resultados. Metas muy ambiciosas que chocan con la realidad.
“La macro de Cambiemos, más inconsistente que la K”, sentencia Diego Giacomini, director de Economía & Regiones, la consultora fundada por Rogelio Frigerio, hoy ministro del Interior de Macri.
Y explica: “Hace 14 años que Argentina tiene un programa macroeconómico inconsistente en términos dinámicos con objetivos que duplican o triplican el número de instrumentos. Y esta inconsistencia en lugar de revertirse, se ha agravado en los últimos dos años con Cambiemos. Ergo, no sorprende el fracaso económico. Los números son contundentes en este sentido. El PBI p/cápita cae -7% y el PBI real crece 0% cuando se compara 2017 contra 2011. A su vez, cuando se compara 2017/2016 contra 2015/2014, los resultados en materia de PBI real; PBI p/cápita, inflación, desempleo, pobreza y distribución del ingreso son iguales”.
“El gradualismo agranda los problemas gradualmente. En 2015 cortabas los subsidios económicos y llegabas al equilibrio primario fiscal. Ahora necesitas recortar en otras cuentas”, agrega el economista.
La inflación, que iba a ser lo más fácil de dominar, según las promesas de campaña de 2015, sigue siendo un problema enorme, al que se agrega el endeudamiento permanente, que pronto comenzará a ser inconsistente.
Para colmo, las medidas económicas son cuestionadas hasta por algunos sectores beneficiarios de las reformas. La conferencia de la Unión Industrial Argentina fue dura con el modelo, pero especialmente apuntaron a Federico Sturzenegger, el presidente del Banco Central, encargado de las altas tasas financieras que “ahogan a la producción”.
“El futuro recordará como errores la tablita de Martínez de Hoz, el uno a uno de Cavallo, las Lebac y las tasas exorbitantes de Sturzenegger”, aseguró Teddy Karagozian, CEO de la textil TN&Platex. Le puso letra a lo que sus pares piensan.
La Unión Industrial no ocultó su malestar por la forma en que el Gobierno está llevando la relación que había empezado amistosa. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne no escuchó reclamos industriales y les advirtió que no se cambiará una coma de la reforma fiscal. La industria advierte que los costos laborales no variarán para su sector, ya que están bastante por encima de las exenciones. La tensión se hizo visible ante la ausencia de los funcionarios de primera línea en el cierre de la conferencia de la UIA.
Es una delgada línea entre la paciencia y el fastidio, entre la satisfacción por desterrar el pasado y el enojo por un presente que no termina de despegar.
Aunque la suerte de las provincias está atada a la Nación y viceversa, el momento justifica los esfuerzos denodados que se hacen en Misiones para generar inversiones y fortalecer las políticas propias. Incluso con algunos traspiés como la frustrada licitación del puerto de Posadas, el Gobierno está decidido en atraer inversiones para generar empleo, especialmente en las grandes ciudades.
El gobernador Hugo Passalacqua se reunió con la Eurocámara Argentina (ECA) para trabajar en oportunidades de inversión de empresas de capitales italianos y otras misioneras.
El mandatario ha establecido una estrategia de internacionalizar la provincia, desde la Agencia de Inversiones, pero también con una diplomacia local que nunca antes se usó.
Esto implica básicamente atraer inversiones a la provincia, para que contribuyan a agregar valor y riqueza a la producción misionera, ya sea aportando capitales, tecnología, mercados, y para que empresas locales fortalezcan las cadenas de valor. Asimismo poder buscar nuevos mercados para los productos misioneros.
De la reunión con la Eurocamara, salió una posible inversión. Giampaolo Scarton, presidente y fundador de Bioars y Alejandra Schneir, asesora económica y legal, presentaron junto al ministro de industria de Misiones, Luis Lichowski, y el de Salud, Walter Villalba, el proyecto de radicación en el Parque Industrial de Posadas (PIP), lo que sería la primera planta productiva de Argentina de productos tecnológicos para diagnósticos.
Bioars se radicó en Buenos Aires en 2001, dedicándose, en primera instancia, a la venta y distribución de productos e instrumentación destinados al diagnóstico in vitro humano y a la investigación.
“Nuestro proyecto ahora es abrir una planta productiva en Misiones, porque Misiones tiene distintos componentes que nos interesan muchísimo; uno es la Triple Frontera, ya que la tecnología que queremos desarrollar es fácilmente exportable”, manifestó el presidente de Bioars.
Scarton explicó que “se seleccionó Misiones por la ubicación geográfica, por la cercanía de otros países limítrofes. Además, por las condiciones de calidad de vida y la tranquilidad a la que pueden acceder los empleados; este factor hace que se logre mayor productividad y por ende rentabilidad”. “Se debe cuidar la calidad de los espacios donde uno pasa casi ocho horas de su vida”, reiteró Giampaolo.
Passalacqua está convencido de que ese es el rumbo y la oportunidad para que Misiones sostenga su independencia y logre una economía sólida.
Es, en definitiva, cuidar lo propio. Es el legado que dejó hace 239 años el general Andres Guacurarí, custodio de lo que es hoy Misiones. “Gracias a que Andresito sostuvo la frontera, no solamente es que somos misioneros, sino que gracias a eso San Martín pudo cruzar Los Andes y somos argentinos, esa es su gran obra. Darnos el concepto de ser misioneros”, elogió Passalacqua en su homenaje.
