A continuación, repasamos cinco noticias económicas de impacto nacional y local en  la semana que concluyó ayer:
#Uno. Los problemas de la primera low-cost
1. Sin dudas el debut de Flybondi como aerolínea low-cost está cargado de contratiempos pequeños y no tan pequeños. Horarios que no se cumplen, valijas que viajan por tierra y se encuentran tarde con sus dueños y hasta un desperfecto técnico que obligó a aterrizar en uno de los últimos vuelos promocionales, antes del debut.
Más allá de estos contratiempos, si Flybondi puede garantizar la seguridad de sus vuelos, de su política de mantenimiento, sin dudas será un “hit” en una industria aerocomercial que pide a gritos una alternativa económica. Así lo demuestra la cantidad de pasajes que vendió en sus primeras semanas de operaciones. Flybondi superará estos contratiempos y llegó para quedarse. Pero es clave que no genere la sensación de que sus vuelos son inseguros. Es decir, que demuestre que el ahorro para ofrecer pasajes low-cost no está en el mantenimiento ni en la operación segura de sus aeronaves.
# Dos. ¿Hasta cuando se demorará el “sinceramiento” de EMSA?
El Gobierno provincial decidió dar marcha atrás con una medida que -el mismo gobierno- había aprobado unas semanas antes: aprovechar el incremento de la tarifa de electricidad de diciembre, producto de la quita de subsidios de Aranguren -la antepenúltima- para colar de una buena vez el enorme retraso en la parte local de esa factura de la luz, es decir, el famoso VAD o Valor Agregado de Distribución.
En otras palabras, el dinero que necesita EMSA para operar: pagar sueldos, camionetas, equipamientos y fundamentalmente inversiones que permitan mejorar el servicio. Pero hay más, no sólo para eso necesita dinero EMSA. La distribuidora le debe a CAMMESA 3 o 4 meses de la factura por energía en el mercado mayorista, son alrededor de 500 millones de pesos.
Los “agujeros” de EMSA no terminan ahí.  Héctor “Cachilo” Rodríguez le dijo a Economis dos cosas, cuando asumió Guillermo Aicheler en diciembre. 1) Que EMSA tiene “una facturación ya comprometida” por compromisos que dejó la adminsitración anterior. Otra suma millonaria, que incluso sería aún mayor que lo que se le debe a CAMMESA.
Y hay más. Lo segundo que dijo Cachilo el día que arrancó Aicheler: tenemos “entre 300 y 400 ñoquis, gente que no cumple funciones”. También dijo que se puede echar a esos ñoquis, siempre y cuando cuenten con el apoyo de Luz y Fuerza (es decir, Cachilo elige a quién sí y a quién no).
Todos estos agujeros hasta ahora se venían cubriendo con dinero de la provincia y con el retraso de todas las inversiones necesarias para garantizar el servicio, y se intentaba que el usuario no cargara con tanto peso.
La situación es muy compleja, veamos. La provincia decidió empezar a sincerar los números de EMSA, dejar de echarle la culpa a la Nación por el aumento y empezar a poner en la factura la parte que le corresponde para empezar a ordenarse financieramente, obtener más recursos y empezar a realizar inversiones que mejoren el servicio.
El problema es que una parte de ese desorden financiero es por cuestiones como los “ñoquis” que señala Cachilo y otra parte, porque hace muchísimo que, para no irritar a la gente, EMSA no incluye el VAD que corresponde para afrontar el costo de prestar el servicio y de realizar inversiones mínimas, al menos.
¿Cuánto del aumento del VAD que EMSA necesita cobrar es por sinceramiento de costos y cuánto por lo que se podría llamar “desórdenes administrativos”? Eso no se sabe y es un dato clave.
Mucha gente tiende a creer que los problemas de EMSA son casi todos culpa de los ñoquis que reconoce el propio Cachilo, nada más. Cuando uno se empieza a meter en el asunto descubre que no es tan así.
Pero cuando el público recibe una factura con un 300 por ciento de aumento piensa primero en eso y se enoja con el Gobierno de la provincia, ya no se enoja con Macri-Aranguren. No importa lo que digan los diarios. Y acá hay otro punto: La estrategia de comunicación ya no da resultados, porque el contexto cambió. Se decidió ir a un sinceramiento pero comunicando como hasta antes de hacer ese sinceramiento. Estrategia nueva, comunicación ídem. La forma de comunicar todo el asunto no funcionó.
Guillermo Aicheler reemplazó a Pity Ferreyra con la tarea y el apoyo político para empezar el “operativo sinceramiento” que tiene dos patas. Echar a los ñoquis que reconoce el propio Cachilo y reorganizar la empresa, demostrar ahorros y una organización más eficiente y austera.
Por  otro lado, junto a esa promesa de mayor orden, pedirle a la gente el esfuerzo para que afronte de su bolsillo lo que es una realidad cada vez más dificil de ocultar: la energía es y va a ser cada vez más cara en la Argentina.
Aicheler arrancó bien y negoció el aumento políticamente, logró la aprobación de las máximas autoridades y avanzó con el incremento. No fue fácil. Hubo marchas y contramarchas. Muchas dudas hasta que finalmente se tomó una decisión.
El primer error una vez decidido ir con todo con el VAD es que, consecuente con esa política de sinceramiento, habría que haber sido transparente en la forma de comunicar lo decidido. No hablar de porcentajes abstractos para esquivar el malhumor a la hora de hacer el anuncio, porque después el golpe cuando llega la factura es mucho más fuerte.
¿No es mejor poner la cara (aprovechar a Aicheler) y decir la verdad, de frente, por dolorosa que sea? El tarifazo tenía más chances de pasar así, quizás. Aicheler había arrancado con esa tesitura (“Sé en que me metí” y “ahora vamos a tener que trasladar nuestros costos locales al aumento de la factura” fueron algunas frases del dia de su asunción).
Pero a la hora de anunciar el aumento volvió a ganar la vieja estrategia de comunicación.  ¿Quién entiende la compleja maraña de categorías, tarifas, kilowats, aumentos estacionales en el consumo, etc?
Aicheler de alguna manera defraudó esa transparencia que venía a prometer. Se explicaron algunas cifras que no significan nada y se espero unos días más hasta que las facturas llegaran a los hogares… Ahí estalló todo.
Está claro que la gente no siente el aumento cuando un funcionario de EMSA lo comunica. Lo que la gente siente es cuando le pasan la factura por debajo de la puerta y ve, en números concretos, cuánto va a pasar a tener que pagar para que no le corten la luz.
La reacción fue tan fuerte y el malestar tan grande que el Gobierno se inquietó y decidió dar marcha atrás con su propia decisión y quitar el incremento del VAD.
Antes hubo un gesto para nada auspicioso en la búsqueda de soluciones de fondo al problema de EMSA: se lo vio a Guillermo Aicheler echándole la culpa de todo al aumento de Aranguren-CAMMESA. Fue como si el “outsider” se hubiera convertido a los vicios de la vieja escuela.
Fue bajar las banderas de ese sinceramiento y esa transparencia que venía a proponer el oriundo de Montecarlos. Al final la política se impuso y por ahora se dará marcha atrás con el sinceramiento del VAD.
Pero la gran pregunta que queda flotando es: ¿hasta cuándo se podrá seguir con esta política? ¿Hasta cuándo se podrá demorar el sinceramiento de EMSA? Entendido por dos lados: 1) cobrar el VAD que se necesita para que el servicio funcione correctamente y 2) echar a todos los ñoquis de los que habla Cachilo de una buena vez, y que son indigeribles e incompatibles con una tarifa de luz alta como la que vamos a tener en Misiones y en el resto del país desde ahora. Guste o no.
Un dato para tener en cuenta: para que lo primero sea “digerible” la gente parce exigir que suceda lo segundo. Parecía que a Aicheler lo habían traído para “ponerle el cascabel al gato”. Pero ahora todo vuelve a foja cero.
# Tres. La paritaria docente
El Gobierno de Misiones acaba de cerrar con los docentes de UDPM una paritaria con el 15 por ciento de aumento, que será testigo para otras negociaciones salariales en la provincia este año. Es menor a la inflación estimada por cualquier consultora o analista privado. Es un ejemplo más del “ajuste suave a la misionera”. Es decir: nadie va a quedar afuera, no vamos a desamparar a nadie, vamos a seguir prestando todos los servicios, algunos de los cuales son ejemplos nacionales como la salud. Pero eso si, son tiempos de “vacas flacas” y tenemos que hacer un esfuerzo entre todos. Notable.
# Cuatro. El dólar sigue subiendo
El dólar fue el gran tema económico de la semana. El Gobierno salió a garantizar que no hay chances de una corrida. Carlos Melconián habló hoy y relativizó el poder del BCRA para manejar a placer el valor de la divisa, aunque tampoco ve una disparada en el futuro inmediato.
Dijo que no está de acuerdo con las “definiciones políticas abrumadoras” como hablar del “poder de fuego” de las reservas del Banco Central, porque “habría que saber cuántas de esas reservas son netas y cuántas de los tenedores de Lebacs”.
“Lo del ‘poder de fuego’ del Central no me gusta, pero no veo un problema de dólar desbocado, aunque hay una confusión sobre qué se quiere con la política económica: si un dólar más alto o con intervención explicita. Eso mete ruido”, explicó en declaraciones a radio Mitre.
Hay que tener en cuenta cuando se analiza la evolución del dólar que existe más de 1,2 billones de pesos en Lebacs, muchos de los cuales están listos para saltar al dólar cuando estimen que la divisa norteamericana puede subir más que las tasas de interés. Y eso, en este contexto, puede pasar en cualquier momento. No hay que perder de vista que el dólar -para muchos- sigue siendo barato en la Argentina.
# Cinco. Avanza el debate por la continuidad de la Ley 25.080
Se realizó el miércoles en el Ministerio de Agroindustria la tercera reunión de trabajo con representantes de toda la cadena forestal para debatir la futura ley que reemplazará a la 25.080 de promocion de la actividad. La actividad forestal podría generar más de 80.000 empleos en el corto plazo, se entusiasman en Agroindustria.
El que está movilizando con gran efectividad a este sector es el subsecretario (ahora “director” por el “ajuste” en la cartera de Etchevehere) de Desarrollo Foresto Industrial, Nicolás Laharrague, se realizaron dos presentaciones destinadas a mostrar, por un lado, mecanismos de promoción forestal comparados de países de la región y de otros continentes; y luego, un análisis de la importancia actual del sector foresto industrial y las oportunidades que se generan dado el impacto que tuvo la Ley 25.080 en casi 20 años de existencia.
El objetivo estas reuniones es elaborar, con el consenso de todos los sectores, una propuesta superadora de la Ley.25.080 (de Promoción de los Bosques Cultivados), que establece la devolución de parte de los costos de implantación para pequeños y medianos productores forestales y beneficios fiscales, y es considerada una herramienta imprescindible para una actividad a largo plazo.

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Martin Boerr

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