Amistades peligrosas
El último tramo hacia la primera gran encuesta electoral muestra señales que van en contra de las expectativas que se empeña en mostrar el Gobierno para lograr la reelección de Mauricio Macri. Los datos económicos, la mirada de algunas consultoras hasta hace poco aliadas al cambio y el poco entusiasmo de algunos candidatos oficialistas, contradicen el esfuerzo por mostrarse confiados de cara a las ahora cruciales Primarias. Algunos, incluso, vaticinan que serán fundamentales para la supervivencia del Gobierno o su caída definitiva si Alberto Fernández se acerca al 45 por ciento de los votos y la participación en las urnas es alta. Pueden marcar una tendencia irreversible.
Son los datos económicos los que generan la corriente de pesimismo en Cambiemos. El Fondo Monetario Internacional, cuya presidencia dejará la buena de Christine Lagarde, advirtió sobre “riesgos elevados” en la economía argentina, aún después de hacer correctamente todos los deberes pactados. Los técnicos del organismo elevaron su estimación de inflación de Argentina para el 2019 a 40,2 por ciento, desde un cálculo previo de 30,5 por ciento y recortaron a la mitad la previsión de crecimiento para 2020 con una caída de 1,3% en el PBI este año y un crecimiento de sólo 1,1% para el próximo año. El cambio no es menor: el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, había vuelto a prometer un crecimiento, esta vez de 3,5 por ciento en 2020.
Es decir, Argentina seguirá en la agonía de la recesión o con apenas un mustio estímulo a la economía.
Los amigos se ven en las buenas y más en las malas, dicen. Pero como en efecto cascada, “los mercados” comienzan a mostrar su desconfianza en el éxito del modelo económico.
La consultora financiera Moody’s cambió la perspectiva de Argentina de estable a negativa por la “mayor incertidumbre con respecto a la implementación continua de políticas que, al abordar los desequilibrios fundamentales de la Argentina, restablezcan el acceso confiable a los mercados internacionales y contengan el riesgo de que se produzcan más daños en los choques monetarios” y por “el aumento del riesgo de que la incertidumbre de las políticas genere un cambio material y sostenido en el sentimiento que aumenta las presiones de financiamiento”. Es decir, que la sociedad no soporte más políticas de “austeridad” en un eventual segundo mandato.
Otra consultora, Standard & Poor’s, agencia de calificación de riesgo estadounidense, advirtió que “podría ampliarse la contracción de los préstamos y el debilitamiento de la calidad de los activos” bancarios en la Argentina. Justamente, los bancos, grandes ganadores del modelo.
Pero el Gobierno ha sido un alumno aplicado. Recorte de subsidios a las provincias -ahora se aprecian las consecuencias en los paros del transporte que se realizan en algunas provincias donde las empresas no pueden cumplir las demandas salariales de los choferes- y contracción extrema del gasto público. La educación ha sido una de las más golpeadas: entre 2016 y 2018 la inversión educativa nacional cayó un 9 por ciento en términos reales, reveló el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, un think thank que poco tiene de opositor. Al mismo tiempo, el poder adquisitivo del salario docente descendió 14% entre 2015 y 2018, con fuertes disparidades provinciales.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos tampoco traen nada bueno al tiempo de campaña. Si bien hay un leve crecimiento de los puestos de trabajo, de 0,9 por ciento, los puestos registrados decrecieron 1 por ciento y crecieron los puestos de trabajo asalariados no registrados, 2,5 por ciento y los puestos de trabajo no asalariados, otros 3,5 por ciento. Es decir, el modelo económico no está creando empleo de calidad. Cuentapropistas, monotributistas, changas y trabajo en negro es lo que germina.
Lo mismo sucede con el reparto de recursos federales. A contramano de lo que vocean los más enfervorizados, la distribución de coparticipación está mostrando perdiendo la carrera contra la inflación indomable. En junio, apunta el economista Alejandro Rodríguez, la caída real fue del 11 por ciento. En los últimos doce meses, el acumulado que recibió Misiones, está 5,3 por ciento por debajo de la inflación y en lo que va del año, la pérdida es incluso más profunda, de 7,9 por ciento.
No es casual entonces que el presidente Mauricio Macri haya agradecido públicamente a su amigo, el presidente de Estados Unidos por sostenerlo: “Transmita a Donald mi agradecimiento por el respaldo de Estados Unidos a Argentina frente al Fondo Monetario Internacional, que, gracias a su gestión, flexibilizó condiciones, lo que nos permitió estabilizar la economía y así estar bien posicionados para las elecciones”, le dijo Macri a Mike Pompeo, Secretario de Estado de los Estados Unidos.
El Presidente argentino también destacó que, a pesar de las dificultades, se crearon condiciones favorables para encarar las reformas estructurales necesarias para garantizar un crecimiento de largo plazo y ese apoyo “fue una ayuda decisiva en términos electorales”. Las relaciones carnales siempre tienen un costo.
Si hiciera falta alguna aclaración, el propio Presidente admitió que el préstamo del FMI, que atará al país por varios años -“Por muchos años vamos a estar sometidos a la disciplina del Fondo”, dijo Ricardo López Murphy en su paso por Posadas-, se está usando básicamente para frenar una corrida del dólar que desestabilice la frágil calma de los últimos días. Si eso sucediera, de aquí a agosto, las posibilidades del Presidente serían mucho menores.
El candidato de Macri en Misiones, Alfredo Schiavoni, confiesa que sobre esa calma descansan las posibilidades de Cambiemos en agosto, pero especialmente en octubre. “Al estar más estable la divisa estadounidense, hace que cambie el humor social de la gente. Si bien muy tibiamente, empezaron a haber oportunidades de créditos para bienes durables, hay un plan específico para la adquisición de motos, hay descuentos para comprar autos, volvió el Ahora 12 y se están estudiando otras formas de financiamiento para dinamizar el consumo, eso le cambia el humor social a la gente”, explica. Pero, sorprende con un vaticinio: la elección podría definirse en primera vuelta “para uno u otro lado”. Ya no confianza ciega en la reelección, sino en un todo o nada sin demoras. “Si en las Primarias llega a haber una concurrencia masiva, es probable que las elecciones se definan, para un lado o para otro, en la primera vuelta en octubre”, reconoce Schiavoni, quien tiene la dura tarea de ser el candidato macrista y revertir resultados que en junio fueron muy malos para Cambiemos, a manos de la Renovación. Pero ahora se suma a la competencia la lista del frente de Todos, que encabeza Alberto Fernández, con todo el peronismo movilizado y la propia interna de Cambiemos, con el radicalismo decidido a ganar la primaria para conseguir el primer lugar en la lista y pelear una banca en octubre.
Sin tiempo para las alquimias de octubre, la Renovación realiza un intenso trabajo de barrido territorial para instalar el concepto de boleta corta, que tenga como referencia a los candidatos del emblema “misionerista” por sobre las entelequias nacionales. “Necesitamos a nuestros cuatro diputados nacionales para que gestionen la obra de infraestructura de este parador”, dijo Oscar Herrera Ahuad el viernes, al inaugurar la 4° Fiesta Provincial de los Envasados en el Parador 3 de Mayo, Garuhapé. La Provincia ya compró la tierra, pero hace falta infraestructura de Vialidad nacional sobre la ruta 12.
Ese esquema se repite en cada oportunidad. Lo mismo Herrera Ahuad que los ministros o quienes fueron candidatos en junio. El gobernador Hugo Passalacqua insiste con cimentar el misionerismo como la forma de hacer política de la tierra roja. Es un argumento que obliga a los demás a plegarse, aunque con matices. “Sirve como una identidad, que prende mucho, que está arraigada en todos, porque son símbolos muy fuertes con los que todos nos identificamos”, dijo la candidata a diputada nacional por el Frente de Todos, Cristela Irrazábal. “Esta estrategia de la Renovación de identificar al partido o al frente de la Renovador con el misionerismo, en mí caso no me afecta porque soy misionero. Voy a trabajar siempre por los intereses de mi provincia, lo hago actualmente, lo he hecho siempre, soy argentino, pero mi patria chica, mis afectos, e inclusive los pocos bienes materiales que tengo, están en suelo misionero”, coincidió Schiavoni. Solo el radical Luis Pastori parece despreciar el concepto.
“El misionerismo cumple con mi forma de pensar, de actuar y de sentir a Misiones porque defiende los intereses de los misioneros. Por eso acepté ser parte de este espacio político del Frente Renovador, porque quería ser partícipe de este orgullo misionero, de esa campaña para defender a la provincia”, aseguró Néstor Pitana en sus primeras palabras como candidato a diputado nacional.
El árbitro se sumó en las últimas horas a la campaña que lideran Diego Sartori e Ivonne Aquino. El pito es el tercero en la lista y hasta ahora no se le conocían sus opiniones políticas. Carlos Rovira lo presentó como el referente de la clase media, que es la que más está sufriendo las consecuencias de la crisis nacional y al mismo tiempo, es beneficiaria de buena parte de las políticas económicas del Gobierno de Misiones.
El Ahora Carne es una muestra de la preocupación del Gobierno en sostener las ramas de la economía que están más golpeadas. El consumo cae arrastrado por la recesión nacional y parar la olla debe ser una prioridad. En su debut, las ventas en las carnicerías aumentaron 40 por ciento, pese a que fue mitad y el miércoles es un día “muerto”. El programa seguirá en el mismo día por lo menos hasta diciembre. Los Ahora son una marca registrada del Gobierno. El Ahora Misiones, desde su lanzamiento, generó ventas por más de mil millones de pesos.