El modelo misionero de equilibrio fiscal

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En el Congreso de la Nación, semanas atrás, el Secretario de Hacienda de la Nación Raúl Rigo afirmó, en relación a la presentación del proyecto del Presupuesto 2024, que “es un proyecto de ley cuyo resultado es compatible con el déficit fiscal primario para el sector público nacional de 0.9% del PBI” pero, al mismo tiempo, presentó una separata de gastos tributarios que, en el caso de poder disminuirlos, se podría alcanzar un el objetivo de “lograr el resultado superavitario del 1% del PBI” para el año 2024.

El equilibrio fiscal es, quizás, la gran deuda pendiente que tiene la economía nacional. La Argentina se caracterizó por ser un país donde el déficit se transformó en hábito, requiriendo así de financiamiento para poder cubrirlo, realizado vía emisión o deuda. De allí, surgen los problemas más transcendentales del país: inflación y endeudamiento.

Trimestre a trimestre observamos, en el análisis de las cuentas fiscales, como el déficit es la constante con sus correspondientes volatilidades. En mayor o menor volumen, el resultado siempre está en rojo. Caso contrario vemos en la provincia de Misiones: trimestre a trimestre, exhibe equilibrios fiscales con sostenimiento del gasto social.

Un mes atrás, en esta columna de Economis, analizábamos los resultados de primer trimestre del año para la administración pública misionera. Ahora, repasemos los detalles de las cuentas públicas misioneras para el segundo trimestre, que surgen de las planillas publicadas por el ministerio de Hacienda provincial en los últimos días.

Empecemos por el final: el período analizado culminó, nuevamente, con superávit financiero, que fue por $ 48 millones y si bien se trata de un volumen escaso, cobra relevancia por el contexto en que se logró ese superávit: una baja en los ingresos del 6% en términos reales. ¿Como se llegó a ese resultado? Vamos con eso.

Las finanzas acumuladas al segundo trimestre del año de la provincia se enmarcan en un escenario nacional de retroceso de los ingresos producto, principalmente, de la inflación y debilitamiento de la economía nacional. Los ingresos totales de la provincia de Misiones en los primeros seis meses del 2023 fueron por $ 347.275 millones, exhibiendo un retroceso del 6% en términos reales respecto a igual período del 2022.

Dentro de los ingresos, se destacan los Corrientes y los de Capital. Los ingresos corrientes representan el 95% del total de los recursos de la provincia. Totalizando $ 331.804 millones, cayeron 5,2% real interanual. Hacia dentro de los ingresos corrientes se distinguen los Tributarios de origen nacional y Tributarios de origen provincial, que son los que participan en mayor volumen y mostraron bajas reales interanuales (-5,2% y -5,7% respectivamente). Además, existen los recursos no tributarios, que mostraron caídas en mayor nivel (-29,8% real interanual) y las Transferencias Corrientes, que son recursos que llegan del estado nacional de manera no automática y exhibieron descenso real del 25,5% en el período.

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También dentro de los ingresos se distingue, además, dos conceptos que mostraron crecimiento: por un lado, las Contribuciones de la Seguridad Social, que se expandieron 5,5% real interanual; y las Rentas de la Propiedad que se alzaron 35,1%.

Por el lado de los ingresos de Capital, que explican el 5% del total de los ingresos, fueron por $ 15.471 millones con descenso fuerte: -20,7% real. El 91% de esos ingresos son Transferencias del estado nacional de modalidad no automática, que caen 18,5% real interanual; también exhibe descenso el concepto de Disminución de la Inversión Financiera (-40,6%) y, por el contrario, tuvo subas dentro de esta categoría el concepto de Recursos propios de Capital, cuyo incremento real fue del 163,5%, aunque con volumen altamente marginal dentro del total.

Descripta la situación de los ingresos, se pueden observar como en su mayoría se movieron con debilidad cayendo en terreno negativo, generando así el resultado anteriormente descripto de la caída del 6% real interanual de los ingresos totales.

Con el dato de los ingresos y su caída, veamos como se movió el gasto. Naturalmente, ante la contracción de los ingresos, el gasto también correría esa suerte, pero lo que marca la diferencia es el nivel de retroceso que podría tener. En el caso misionero se evidencia que el gasto efectivamente cayó, pero lo hizo en niveles mínimos: -0,8% real interanual, lo cual marca ya como primer dato relevante que la provincia sostuvo el nivel de gasto aun en contexto adversos. El gran punto a determinar es donde se logró contener (e incluso aumentar) y donde se ajustó. Ese análisis es el que permitirá hacer el balance político de la administración provincial.

El gasto total fue por $ 347.227 millones y como ya se detalló, cae 0,8% real interanual. dentro del gasto se identifica, al igual que en los ingresos, dos grandes categorías. El gasto corriente y el de capital. El gasto corriente totalizó $ 301.697 millones, concentrando el 87% del total del gasto y creciendo 1,9% real interanual. Ya allí encontramos un primer dato de relevancia. El gasto corriente, para ponerlo en contexto, abarca a aspectos altamente sensibles de la administración provincial como ser salarios, prestaciones sociales y apoyo a empresas y municipios, entre otros, vías transferencias.

En ese marco, se distingue el primer aspecto de gran importancia: el gasto en Personal, que es la masa del gasto destinado a salarios, crece 5,2% real interanual, lo que ratifica el proceso de recomposición del salario de los agentes públicos provinciales. A su vez, las prestaciones sociales (jubilaciones y pensiones) también crecen: +5,2% real interanual. Por su parte, las transferencias corrientes se alzan 1,3% pero explicado, sobre todo, al apoyo al sector privado (+6,0%). El único concepto dentro del gasto corriente que tuvo descensos reales fue el de Servicios de la deuda pública, que cae 63% real interanual, siendo este otro dato altamente relevante de la administración misionera: menor peso de la deuda pública que abre el presupuesto para destinar recursos a otras áreas de importancia social.

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El gasto de capital, en cambio, mostró bajas del 15,5% totalizando $ 45.530 millones (13% del total del gasto), siendo este el punto donde se debió ajustar momentáneamente el gasto en pos de cuidar las áreas sociales más sensibles.

Con el detalla realizado previamente, evaluamos entonces los resultados fiscales de la provincia de Misiones. Resumiendo todo lo anteriormente dicho: los ingresos totales caen 6% pero el gasto total cae solamente 0,8%, todo en términos reales. En ese contexto, el gasto salarial y de prestaciones sociales lograron crecer, siendo este el factor más relevante en el análisis.

El primer nivel de análisis de los resultados fiscales en el Operativo/Económico, que se define como la diferencia entre los recursos corrientes y el gasto corriente y es el resultado del funcionamiento de la actividad corriente del Estado. En Misiones, el período analizado finalizó con un superávit de $ 30.107 millones que equivale al 9% de los ingresos corrientes. A partir del hecho de la caída de los ingresos y la suba del gasto corrientes, este superávit es menor al registrado en igual período de 2022, que equivalía al 15,4% de los ingresos corrientes.

En segundo lugar, está el resultado primario, que es la diferencia entre los ingresos totales y el gasto primario, que surge de excluir del gasto total el pago de los intereses de la deuda. En Misiones, el superávit primario fue por $ 1.117 millones que equivale a. 0,3% de los ingresos totales, por debajo de igual período del 2022 (6,1%).

Finalmente, está el resultado financiero, que es la diferencia entre el total de los ingresos y el total del gasto (por ende, incluye el pago de intereses de la deuda pública). Como ya se destacó antes, el superávit financiero de Misiones al segundo trimestre del 2023 es de $ 48 millones que equivale al 0,01% de los ingresos totales, también menor al año anterior (5,3%).

El hecho de que la participación de los superávits en sus tres niveles sea menor a los del año pasado no representa un problema; por el contrario, evidencia un buen manejo de los recursos pese a un contexto adverso. Al segundo trimestre del 2022 la provincia llegaba con fuerte alza de los ingresos, pero en ese período de 2023 llegó con mermas en los recursos. Por ello, haber priorizado el gasto en salarios y prestaciones sociales, como también en apoyo al sector privado, en un escenario de alta inflación y debilitamiento de los indicadores socioeconómicos, es el aspecto más relevante y transcendental de este análisis realizado.

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