Misiones es una provincia que se caracteriza por la diversificación productiva, incursionando en diferentes actividades. Hace años la piscicultura se convirtió en un sector con mucho potencial y sin límite de producción. 

Guillermo Faifer Docente de la Universidad Nacional del Alto Uruguay (UNAU), Coordinador de Acuicultura y Desarrollo pesquero, habló con Open 101.7  y explicó la situación actual de la Piscicultura y de la Acuicultura, así como también de la economía actual de las chacras misioneras. “En nuestra Tecnicatura en Desarrollo Agropecuario se dicta la cátedra de acuicultura y dentro de la cuál hablamos de piscicultura como la actividad más importante que se desarrolla  en la provincia”, sostuvo. 

Conjuntamente dijo que todos los alimentos surgen del campo, y esto es el sustento de las familias, por lo que es importante la formación agrícola en la región. “Si hablamos solamente de piscicultura, nosotros tenemos más de cuatro mil productores que desarrollan esta actividad en la provincia, y tenemos apenas cincuenta técnicos, por lo que no se puede atender a toda esa población de piscicultores”. 

Esta actividad está incorporada a los sistemas productivos de los misioneros desde hace muchos años. Además de los pequeños y medianos productores hay dos grandes empresas, que producen entre 500 a 1000 toneladas de peces por año. 

“Lo importante es destacar que la piscicultura es una actividad que está incorporado a las chacras misioneras y que tiene una importancia relevante ya que no solamente es una fuente de proteína animal de altísima calidad para que el productor consuma, sino que también le permite vender el excedente que es lo que hace la mayoría de los productores. Cada chacra puede producir entre 500 y 3000 kilos dependiendo de la disponibilidad de agua que es la limitante”, explicó Faifer. 

Como dato técnico el profesional compartió que, “para hacer un estanque de mil metros cuadrados, donde se puede obtener alrededor de 500 kilos de pescado, se necesita una vertiente que de un litro de agua por segundo. Eso es importante saber y destacar  porque en algún periodo de escasez de lluvia puede fracasar ese emprendimiento”.

“La actividad de las chacras sea piscicultura, yerba, horticultura o cualquier otro, es un negocio, así que el productor misionero debe transformarse en un empresario de microemprendimiento. Esa es la definición que nosotros le estamos inculcando a los técnicos que pronto van a recibirse”, señaló. 

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Paola Czerevin

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