La hora del té, negro, sin azúcar
Las Leliq, inventadas para ¿desactivar? la bomba de las Lebac secando de pesos el mercado, pagan 73 por ciento a siete días para “presionar” a la baja del dólar. El costo diario para el Banco Central de la colocación de los nuevos bonos es de 1.500 millones de pesos, a razón de 7.500 millones por semana. El modelo exhibe impúdicamente sus contrastes: por día se gasta en la bicicleta financiera más del doble de lo que perdió Misiones en un año por el desaparecido fondo de la Soja, que se usaba para financiar obras de infraestructura en provincias y municipios. Pero no hay plan B.
“Este programa necesita al menos cuatro años más para consolidarse”, pide sonriente Nicolás Dujovne. “Hemos estabilizado la economía con un gran coraje del Presidente, que tomó medidas inéditas”, relata, como si todavía estuviera en el rol de panelista televisivo. Cuatro años. El futuro promisorio demoró del segundo semestre al segundo mandato.
Mientras tanto, habrá que tener paciencia. A falta de buenas noticias, el Gobierno confía en que la grieta siga siendo el elemento distintivo que marque su suerte en las elecciones.
El presidente Mauricio Macri ya no se preocupa por mostrar entusiasmo. “Las cosas van a estar difíciles por 5 o 6 meses más”, les explicó, palabra más, palabra menos, a los empresarios que integran el consorcio tealero con el que se reunió en su breve visita a Misiones.
No hubo anuncios ni promesas, siquiera para el exclusivo grupo de empresarios tealeros con los que se reunió. Apenas un bosquejo de reflotar un cluster de pequeñas industrias para pelear mercado a los grandes jugadores. Pero cuando los empresarios misioneros le pidieron financiación para exportar y precisiones sobre el dólar, solo evasivas.
“No pensábamos que la economía con Macri iba a mejorar rápidamente, pero hasta ahora las economías regionales solamente caen sin ninguna esperanza”, disparó horas después de la visita presidencial el ejecutivo de una de las principales firmas agroindustriales de Misiones.
Lo cierto es que Macri pasó nuevamente por Misiones sin novedades sustanciales. Un acto reservado, lejos de cualquier mirada pública que significara un reclamo por las promesas sin cumplir o por el presente que se hace sentir con rigor. Siquiera el discurso, transmitido al país, hizo alguna referencia a la situación económica. El Presidente se llevó, de nuevo, el acompañamiento del gobernador Hugo Passalacqua a la gobernabilidad -necesaria pero no suficiente- para capear el temporal. “nadie se salva solo. Es una alegría que el Presidente nos visite, que nos mire a los ojos como nos mira siempre y que cumpla como lo hace siempre”, sintetizó Passalacqua en lo que puede leerse como un elogio al mismo tiempo que advertencia a futuro. Es que el delgado hilo en el que se hace equilibrio para garantizar la gobernabilidad, despierta cada día más críticas, hasta ahora expresadas en voz baja entre los principales dirigentes, pero mucho más fuerte entre la militancia.
Macri también tiró buenas ondas al reconocer el buen andar del “misionerismo” y programas que hacen punta en el país, como el Ahora Misiones, replicado con sus variantes en varias provincias. Pero poco más que eso y ni una mención a la promesa de abril de que los tarifazos energéticos se iban a aplicar solo la mitad en Misiones.
Sin embargo, la visita presidencial fue mostrada como “contraste” con el pasado. El Espacio de Pequeña Infancia inaugurado en Villa Bonita fue construido con parte del dinero de la valija decomisada a Antonini Wilson. No serán los tres mil jardines de infante prometidos, pero el centro comunitario se logró “con plata recuperada de la corrupción”. El espejo como herramienta política para alimentar la grieta. Parece una preocupación selectiva. Después de la euforia de los primeros días, el escándalo de los cuadernos se desinfló ostensiblemente. No está más en la tapa de los diarios y la Justicia, ansiosa por encontrar culpables del pasado, entró en un impasse cuando entre las supuestas corruptoras, comenzó a mencionarse a empresas vinculadas con el actual Presidente.
Las certezas no vienen por el lado de la economía ni de la política. “Las tasas de interés tienen niveles incompatibles con la producción”, admitió el ministro de Producción, Dante Sica. No es la producción la única afectada. Las tasas ofrecidas para conquistar a los “mercados” más temprano que tarde asfixiarán la capacidad de pago de la Argentina y vuelta a empezar.
De una punta a la otra de la escala económica, los problemas se multiplican. Darwinismo puro.
Pero los beneficiados del modelo, mezclados entre el sector financiero y algunas privatizadas de servicios públicos, tienen garantizadas pingües ganancias no importa cómo esté la economía.
En una decisión inédita, el Gobierno obligará a los usuarios a pagarle con retroactividad a las empresas distribuidoras de gas las “pérdidas” provocadas por la devaluación. Las tarifas estaban dolarizadas, pero a 20 pesos. La diferencia, además de los tarifazos previos y el 35 por ciento de aumento de este mes, la pagarán los consumidores en generosas 24 cuotas. El gas de septiembre se terminará de pagar en 2020.
Sacrificio compartido, argumentan en el Gobierno para justificar la expresión más gráfica de cómo se reparten las cargas de la crisis. Forma parte también del plan “secar”. Los pesos desaparecerán también del bolsillo.
Lo mismo sucede con las cargas hacia el interior del país. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó que el Fondo Nacional de Incentivo Docente no se actualizará por inflación, lo que traslada el costo de los futuros aumentos a las provincias. Algunas podrán más, otras menos.
Otro tanto sucede con los subsidios al transporte. Solo se eliminan los aportes hacia el interior, pero se mantienen, casualmente, para el transporte interjuridicciones (provincia-provincia) que sólo se da en Resistencia-Corrientes y Capital y Buenos Aires, donde se concentra el 80 por ciento del subsidio.
En obra pública, el 50 por ciento de los recursos se concentra en Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza -casualmente donde a Cambiemos mejor le ha ido-. Misiones apenas consigue el 2,07 por ciento del presupuesto asignado y también está entre los últimos puestos si se mide el reparto por cantidad de habitantes. Peña, elocuente, admitió que Misiones no está entre las prioridades del plan de obras de Participación Público Privada, por una “cuestión de mercado”, que se espera resolver cuando “pase la tormenta”.
Pese a la vehemencia con la que el Gobierno defiende el modelo, es, a todas luces, incongruente con la economía real.
El respaldo del FMI no garantiza éxito, sino supervivencia y de corto plazo. El Wall Street Journal advierte que el enamoramiento con Christine Lagarde no es más que un compendio de políticas aplicadas en los 70, obviamente, sin éxito.
El Banco Mundial también alertó por un “probable recrudecimiento” de la recesión en la Argentina producto del inevitable ajuste fiscal y “una dramática caída en la entrada de capitales a la región”. La proyección no es optimista. En 2018 y 2019, Argentina tendrá el peor desempeño económico en el grupo de los países de mayor peso de América latina, luego de la Venezuela que no somos.
La economía es la primera preocupación expresada en las encuestas que se realizan en Misiones. En el interior ya se sentía. En Posadas ahora se volvió prioridad. Sin embargo, la confianza puesta en el gobernador Hugo Passalacqua duplica a la puesta en el Presidente.
Los sondeos revelan una fuerte aceptación de las acciones del Gobierno provincial, como el Ahora Misiones y todas sus variantes, como la primera edición del Ahora Góndola o el Ahora Sanitarios, que se lanzó en conjunto con la Uocra para construir baños instalados a bajos precios para familias de bajos recursos.
El Gobernador conserva una aprobación inédita a menos de un año de las elecciones y la gestión, en general, muy alta. Cuando se le pregunta por Macri, ese indicador cae a un preocupante 20 por ciento, aunque sea más alta la adhesión a su gobierno. Menos de un tercio de los misioneros lo votaría en 2019, el equivalente a un núcleo duro, más bajo que hace un par de meses. Sin embargo, la marca Cambiemos mantiene un perfomance a la expectativa, aunque bastante por debajo de la Renovación. Dependerá, en última instancia, de cómo jueguen otros espacios opositores.
En Misiones se valora mucho la ampliación de derechos. El Gobierno provincial marca el rumbo en materia económica y en la Legislatura se suman leyes que siempre amplían beneficios. Este jueves se aprobó el nuevo régimen para las Escuelas de la Familia Agrícola y el protocolo para la educación disruptiva, que se suman a una enorme cadena de beneficios para la educación desde el nivel inicial hasta el superior, con la escuela de robótica como ejemplo en el país.
También, en comisión, se dio un paso fundamental para la equidad de género en la elección de cargos electivos y partidarios. La ley se aprobaría esta semana y promete cambiar la realidad de la Legislatura y de varios partidos políticos. La Renovación picó en punta en la ampliación de espacios a la mujer: en diciembre del año pasado se modificó el reglamento partidario y desde entonces, hay un fifty-fifty en la conducción.
Ese dato fue celebrado en un encuentro de la Renovación el último jueves, presidido por el vicegobernador Oscar Herrera Ahuad. Fue el puntapié inicial para reforzar afiliaciones y comenzar a mover la maquinaria de cara a las elecciones del año próximo, que se harían a mitad de año en la provincia.
“Debemos enfocarnos en Misiones. Lo nacional viene después. Lo importante es nuestro Gobierno y los misioneros. La Nación, esté quien esté, nunca nos la hace fácil”, analizó el diputado nacional Ricardo Wellbach.
“No tenemos aportantes ni afiliados truchos”, arengó Claudia Gauto, marcando diferencias con el principal espacio opositor.