“La lucha por más federalismo”; Misiones en el período 2010-2019

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El tema que dominó en la agenda pública de esta semana fue sin dudas la decisión del presidente Alberto Fernández de quitarle recursos de coparticipación a la CABA para pasarlo a un fondo especial para la provincia de Buenos Aires. Esta medida disparó en primer lugar la discusión sobre si la CABA recibe más de lo que debería, y terminó generando un debate mucho más amplio y que es sin duda uno de los grandes temas que la democracia argentina aún no supo resolver: la coparticipación federal.

No es objetivo de esta columna hacer un resumen de la historia de la coparticipación porque ya se ha hablado y mucho de eso. Pero no se puede dejar de mencionar que las situaciones provinciales (en términos económicos, sociales y demográficos) no son iguales a las del año 1988, año de la sanción de la ley que rige la distribución de recursos por coparticipación. Ello generó enormes asimetrías entre las provincias, pero al mismo tiempo, impulsó un debate que muchas veces tiene serios errores de concepto.

Desde el punto de vista político, el federalismo argentino (como lo establece el artículo 1º de la Constitución Nacional) es un sistema que confiere autonomía a los niveles de gobierno subnacionales (provincias). Ahora bien, el federalismo fiscal lo que implica es una descentralización de potestades tributarias y un sistema de transferencias de recursos recaudados a las provincias.

El federalismo, en términos fiscales, establece que el sistema a aplicar sea “solidario y equitativo”. Sin embargo, en términos prácticos dichos conceptos no siempre van de la mano. De hecho, casi nunca lo hacen, y menos en el sistema actual de reparto.

Si queremos ser “solidarios”, las provincias más robustas fiscalmente deberían ceder recursos en pos de aquellas que son más débiles; si queremos ser “equitativos”, no debe cederse nada, sino ajustar las transferencias en función de los desempeños propios.

En el sistema actual predomina más la solidaridad que la equidad, y cuando se habla de “más federalismo”, se entremezclan deseos en una misma bandera. ¿Cómo se explica que, en la carta firmada por 19 gobernadores al presidente en apoyo de la medida tomada, haya algunos que son fuertemente beneficiadas por el sistema actual – caso Formosa, y otros donde se claramente perjudicados – caso Misiones?

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¿Gildo Insfran y Oscar Herrera Ahuad hablan de lo mismo cuando firman una carta solicitando más federalismo? Claramente no. En el primer caso, pide más asistencia del Estado a una provincia donde más el 90% de los recursos son de origen nacional; en el segundo caso, pide ajustar asimetrías para que su provincia empiece a recibir los recursos que debería haber recibido hace tiempo. La bandera es la misma. El fondo es completamente distinto.

Vemos la situación del NEA para observar en particular el caso misionero.

Para hacer este análisis, se tomo el período 2010-2019, para no ir tan atrás en la serie histórica y poder enfocar mejor el argumento. En todo este período, Misiones ha ido por detrás del resto de las provincias en transferencias automáticas (coparticipación y leyes especiales, sin contar FO.FE.SO ni Compensaciones). Si consolidamos la serie, en todo ese período a Misiones ingresaron $169.315 millones por este concepto. Chaco recibió $249.692 millones, Corrientes $189.333 millones y Formosa $181.276 millones. Es decir, quedó doce mil millones abajo que la provincia que le sigue.

Ahora bien, la situación que da origen a lo dicho anteriormente tiene que ver con la participación de las provincias sobre el total repartido. En la distribución secundaria (la que se hace a las provincias) de los recursos por coparticipación, Misiones tuvo un promedio en este periodo 2010-2019 del 3,4%, la más baja de la región y que se explica porque en la ley de origen del actual sistema de reparto ya tenía esa asignación.

Formosa participa del 3,6% del total; Corrientes del 3,8% y Chaco del 5% (todos promedios para el período 2010-2019).

Esos son los promedios solo de la distribución secundaria, por lo cual no contempla el caso de la CABA y su incremento de puntos de 2016. Si tomamos a la CABA para ver el total de las 24 jurisdicciones, la participación promedio misionera cae al 3,3%.

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En paralelo a esto, vemos como evolucionó la población de cada provincia, a partir de los datos de proyecciones que realiza el INDEC para cada año. Ya desde el año 2010 Misiones es la provincia con más población del NEA, y fue incrementándose a una tasa promedio del 1,3% por año, llegando al 2019 a una población total de 1.247.362 personas. El Chaco es la provincia que le sigue con una población de 1.192.616 personas, y creció a una tasa promedio del 1,2% por año. Corrientes creció a un ritmo promedio de 1% y Formosa lo hizo en un 0,9% anual.

Entonces: no solo Misiones es la provincia con mayor población, sino que además en la que crece más rápido en términos demográficos en el NEA. Pero sigue siendo la que menos recursos recibe.

Esto generó una situación alarmante en la provincia: entre 2010 y 2019 la brecha entre las provincias de recursos de origen nacional medidos per cápita se incrementó notablemente. En 2010, a nivel per cápita recibió $3.082,5 por misionero (la menor de la región); pero Formosa (la más alta de la región) recibió $6.543,8. Una brecha de 112%. Para 2019, los recursos de origen nacional automáticos (RON) per cápita fue de $38.485,9, y para Formosa de $87.154,6: una brecha del 126%.

Más: entre 2010 y 2019 la población misionera creció un 12% y los RON un 46,1%; pero en Chaco fue de 10,4% y 46,2%; en Formosa fue de 8,8% y 46,7% y en Corrientes de 9,2% y 46,3%.

La conclusión es una sola: hay cada vez menos recursos para los misioneros en este sistema de reparto.

Por último, otro dato a analizar. ¿Qué hubiese pasado si a Misiones le asignaban medio punto más en la distribución secundaria? Solo medio punto (0,5%). La provincia hubiese captado $25.314 millones en el período.

El reclamo misionero es totalmente justo, fundado y necesario. Más federalismo es empezar a reducir asimetrías y esas asimetrías son claras en el caso de Misiones.

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