Comedia dramática
La cola era extensa. Parecía la fila para el ingreso de algún recital. Pero las más de 200 mil personas que protagonizaban la larga espera no esperaban ver a un ídolo musical, sino que pugnaban por ingresar a la Expo Empleo Joven que organizó el gobierno porteño. Más de 200 mil jóvenes para diez mil ofertas de trabajo, que no era otra que dejar el curriculum para el clásico: “Te llamamos”. Y mucho marketing para las empresas.
La postal fue una dolorosa regresión al drama de los peores momentos de la crisis de fines del siglo pasado, que se extendió hasta bien entrado el 2003, cuando miles de argentinos se peleaban por un puesto de trabajo. Los más desesperanzados, terminaban emigrando a Europa u otros países, aunque después terminaran lavando copas en algún bar de España. La crisis expulsaba.
La enorme cantidad de jóvenes en busca de un puesto no debe sorprender. Es una consecuencia del momento económico. Se destruye empleo y lo que se genera no alcanza para cubrir la demanda.
En realidad, el proceso empezó antes. Según un estudio del Centro de Economía Política, entre el segundo trimestre (abril-mayo-junio) de 2015 y el cuarto trimestre (octubre-noviembre-diciembre) de 2016, la tasa de desempleo en jóvenes entre 18 y 25 años se incrementó en más de 3 puntos porcentuales, llegando a un máximo de 23,63 por ciento en el segundo trimestre de 2016.
Estas cifras van a contramano del proceso previo experimentado por los jóvenes. En el segundo trimestre de 2004 el desempleo juvenil se ubicó en 27,86% y se redujo sensiblemente a 17,12% para el segundo trimestre de 2008. La crisis de 2009 lo elevó a 19,94 por ciento, pero luego se evidencia una nueva reducción que ubica en un 17,86% a la tasa de desempleo juvenil en 2015. Es ostensible el salto a 23,63% en 2016, en línea con el aumento de la desocupación en el conjunto de los estratos etarios.
Durante el primer año de gestión de Mauricio Macri, el porcentaje de alumnos con dedicación exclusiva, es decir, jóvenes que sólo se dedicaban a estudiar, disminuyó del 67.79 por ciento al 64.11%, más de 3 puntos porcentuales, lo cual significa más de 113 mil jóvenes adicionales que comienzan a combinar el estudio con el trabajo o con la búsqueda de empleo. Se trata de un número muy similar a los que peregrinaron a la Rural en busca de su primer trabajo.
Las promesas de generación de empleo todavía no han cubierto las expectativas. La apuesta del “primer empleo” en algunas empresas como Mc’Donalds fracasó ostensiblemente: el Gobierno firmó un acuerdo por cinco mil puestos, pero solo 155 terminaron trabajando en la fábrica de hamburguesas, admitió ante el Congreso el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Ni siquiera el subsidio estatal y las condiciones laborales fuera de convenio ayudaron a que sean más.
La recesión hizo que muchas empresas despidieran o, en casos extremos, cerraran. La lluvia de inversiones viene demorada.
Desde diciembre de 2015 se anunciaron 455 proyectos por u$s 60.920 millones, pero según la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, se concretaron solo unos 34, por u$s 3046 millones, es decir, un 5% del total. Mientras que 112 proyectos, que corresponden un 25% del total, se encuentran en diferentes etapas de ejecución.
La falta de inversiones se complementa con una inflación que sigue siendo elevada y condiciones macroeconómicas que están lejos de superarse. El déficit fiscal será más pronunciado que el año pasado en relación con el PBI y el pago de intereses de la deuda emitida en el último año y medio comenzó a comerse recursos corrientes.
La crisis de empleo, acompañada por una inflación de más del 40 por ciento durante el primer año de Gobierno, tuvo un impacto directo en las condiciones sociales de los argentinos. En Misiones, la pobreza se incrementó en 2,1 puntos porcentuales, que significa 2.241 nuevos hogares pobres.
Por contraste, la recesión y las asimetrías fronterizas, tuvieron un efecto impensado en los últimos meses, ya que provocaron el congelamiento o reducción de precios en Posadas, lo que frenó el crecimiento de la pobreza. Según un informe del Instituto Provincial de Estadística y Censos, el índice de Pobreza Multicausal o Multidimensional en Hogares en el cuarto trimestre de 2016 en el Aglomerado Posadas, fue del 34,3 por ciento, mientras que el índice de Indigencia en Hogares fue del 19,2 por ciento, con sendas bajas en relación con el tercer trimestre, cuando se registró una pobreza de 35,0% y una indigencia del 26,8% respectivamente.
“Esta desaceleración se debe principalmente a la caída de la actividad económica reflejada en muchos indicadores relevados en el Informe Estadístico Mensual. A su vez, esta caída en el nivel de actividad económica, se debe a la recesión económica generalizada por la cual atraviesa el país, pero principalmente, por el tipo de cambio real apreciado que genera un incremento de las importaciones y disminución de las exportaciones. Se han incrementado fuertemente en el periodo analizado las compras a Encarnación, lo que motivó el cierre de empresas (en la situación extrema) y una política agresiva de descuentos y bonificaciones, para aquellas sobrevivientes, impactando en los precios de la mayoría de los bienes y servicios relevados por el IPC-Posadas”, argumenta el informe del Ipec que utiliza un método “multicausal”, mucho más preciso para medir la pobreza, que el que usa el Indec, que mide indicadores únicamente por ingresos.
Ese contexto económico negativo es un mal trago para el Gobierno en el proceso electoral que ya está presente. Faltan apenas días para la confirmación de las alianzas electorales y un poco más para los candidatos.
Por eso, más que nunca, Macri busca reiterar el escenario político de 2015. Una confrontación entre “el pasado” y el cambio, aunque éste no tenga demasiados méritos para mostrar. Retener a sus votantes es clave para no sufrir una derrota que transforme en un calvario sus dos últimos años de mandato.
Los últimos días se vio a un Presidente exaltado reclamando celeridad en causas judiciales que tienen al kirchnerismo como protagonista y ejerciendo una inusitada presión sobre los jueces que no se ponen en línea. Salvo el solícito Claudio Bonadío, con una inquina especial contra Cristina, que ahora se hizo cargo de la denuncia de Alberto Nisman, los otros magistrados no aprietan el acelerador para que haya una condena. O no se animan o no encuentran elementos contundentes.
Lo curioso es que Bonadío investigará la denuncia de Nisman a Cristina después de haber sido retado por la Cámara Federal por no haber investigado nada del atentado a la AMIA y haber trabajado en tándem con el ex ministro del Interior, Carlos Corach y el ex juez Juan José Galeano, imputado por encubrimiento. El propio Nismam, junto al ex jefe de los espías, Jaime Stiuso, denunció a Bonadío por frenar la investigación y hasta deslizó amenazas hacia su familia. Ahora, en el colmo de la transparencia, será Bonadío el que investigue la denuncia de Nisman.
El escándalo Odebrecht, con ramificaciones en toda Latinoamérica, tiene en vilo a todo el Gobierno que exige conocer los datos incluso antes que la Justicia argentina.
El nerviosismo llevó al Presidente a cometer un desliz que contrasta con la premisa de independencia de los poderes. “Los jueces tienen que saber que queremos saber la verdad o vamos a buscar otros jueces que nos representen“, dijo Macri ante un auditorio colmado de abogados. Que nos…
Y fue por más. “Seguiremos presionando para que el manejo de la información no sea con la misma arbitrariedad que manejó la causa”, le dedicó el Presidente a Gils Carbó, la Procuradora que debe recibir la información remitida por la justicia brasileña.
El fiscal Ricardo Sáenz, uno de los más furiosos antikirchneristas, no se inmutó por la presión presidencial. En cambio, cuestionó que el Poder Ejecutivo no pueda confiar en su Procurador General.
El procurador general, sea Gils Carbó o cualquiera, no obedece ni pertenece al Gobierno. El Ministerio Público Fiscal es un órgano independiente dentro del sistema de administración de justicia. Se encuentra a cargo del Procurador o de la Procuradora General, que es propuesto o propuesta por el Poder Ejecutivo y aprobado por el Congreso de la Nación. Es independiente incluso del Poder Judicial (encabezado por la Corte Suprema de Justicia). Esa independencia tiene sus orígenes en la Reforma Constitucional de 1994, que estableció la autonomía del Ministerio Público.
Pese al hostigamiento permanente, hoy Gils Carbó es más útil dentro que fuera. Representa al otro que sirve como enemigo, pero al mismo tiempo, de identidad a Cambiemos. Es lo que se busca desterrar. Ahora o cuando se pueda.
Ese juego, valga la paradoja, también le sirve a la ex presidenta Cristina Fernández para mantenerse en la palestra. Mantiene una centralidad que no ha tenido ningún presidente desde la recuperación de la democracia. Los leales la entronan. Los rivales creen que todavía ejerce el poder.
Los intendentes del tercer cordón del conurbano bonaerense la quieren como cabeza de una lista, en la que quieren al ex ministro del Interior, Florencio Randazzo, hasta ahora más proclive a probar su suerte que a fortalecer la unidad del peronismo. Yendo a unas Primarias, puede perder, pero también recibir un valioso apoyo “externo” que deje mal parada a su ex jefa.
En las próximas horas puede haber una reunión cumbre entre Randazzo y Máximo Kirchner, que podría terminar de definir la unidad o una definitiva ruptura. Macri y Sergio Massa ruegan que no se produzca un acercamiento.
Cambiemos, de todos modos, tiene sus propios problemas internos. El radicalismo está cada día más rebelde y se suman las amenazas de forzar internas para dirimir candidaturas. Es que el PRO en la mayoría de las provincias se reserva los mejores lugares o decide qué aliado ocupa determinado lugar.
Hasta el propio Ricardo Alfonsín rechazó una oferta de María Eugenia Vidal para integrar la lista bonaerense de diputados.
El hijo del ex presidente admite que el desdén es parte de la cosecha del propio radicalismo, que asumió un rol de partenaire y no de protagonista de la alianza gobernante.
La misma mirada tiene en Misiones el ex gobernador Ricardo Barrios Arrechea, quien impulsa, desde las sombras, una rebelión entre los más jóvenes radicales para ganar espacio en Cambiemos. Por ahora, la rebeldía no parece pasar de un fuerte descontento. Nadie quiere sacar los pies del plato, aunque no ocultan su disgusto por los pocos bocados a saborear. Pero la lectura que hacen es que no se puede forzar un quiebre.
Barrios Arrechea, en cambio, considera que si Cambiemos gana, el radicalismo cederá lo poco que le queda de protagonismo. Si pierde, será arrastrado por la debacle. Una perinola en la que pierden de cualquier manera.
El PRO dejó claro que no aceptará internas. Por eso resultó tan inesperado el sainete protagonizado por uno de sus funcionarios. Aunque de origen radical, Juan Manuel Holz era uno de los más consustanciados con Cambiemos. Designado titular de la delegación posadeña de Migraciones, después del rechazo de Enrique De Arrechea, cumplía una función sin cuestionamientos visibles. Sin embargo, en los últimos meses, crecieron los rumores sobre supuestos “desencuentros” con las autoridades nacionales y algunos desmanejos en las oficinas de Migraciones, un área muy sensible en una frontera como la de Misiones. Los rumores fueron a la par de su exponencial deseo de ser candidato. En medio de los rumores de su salida, anunció que se postula a senador, lugar reservado para Humberto Schiavoni, presidente del PRO y hombre del círculo de confianza de Macri, quien lo quiere como negociador en el Senado e incluso suena a futuro, con un lugar en el Ejecutivo. Por eso resultó absurda la comedia de enredos que terminó con la salida de Holz de Migraciones. El PRO quedó mal parado por partida doble. Echó a un funcionario propio apenas horas después de haber anunciado que quería ser candidato. ¿Por qué lo desplazó? ¿Irregularidades? ¿Desmanejos? ¿O simple decisión política? No quedó claro. No hubo denuncias. Peor aún. El cambio dejó en evidencia la escasa pericia para remover a uno de los suyos. Holz fue echado el martes y ese mismo día ingresó a las oficinas su reemplazo, la abogada Roxana Velázquez, en medio de custodios y con la cara cubierta. Innecesaria puesta en escena. Pero a las horas, Holz, desde las redes sociales, anunciaba que seguía en la gestión en su oficina, en la que resistió un día más hasta que presentó su “renuncia” para dedicarse a una virtual campaña para ser senador. En el PRO juran que sus aspiraciones son imposibles. Y admiten que el bochorno del sainete contradice la imagen de la eficiencia y transparencia que quieren mostrar como virtud electoral.
Los socios tomaron nota de la comedia dramática. Quedó claro que no hay espacio para la ruptura. Hace apenas unas semanas, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en Posadas, dijo que el objetivo es ir a elecciones sin PASO. El radicalismo y Alex Ziegler no tienen demasiadas opciones más que adecuarse. O quedarse afuera.
Pero los demás partidos no perdieron la oportunidad para burlarse de la situación: “Quedó claro que Cambiemos no garantiza la democracia”, disparó Adolfo Velázquez, desde el Frente Avancemos. Los diputados de distintas bancadas hicieron comentarios similares a espaldas de Alfredo Schiavoni, a quien se lo notó poco afable en la última sesión de la Legislatura. En el PRO advirtieron que la actitud de Holz parecía más la de un enemigo que de un funcionario compenetrado con el proyecto político.
En el Gobierno provincial también observaron con una sonrisa de satisfacción el escandalete de Cambiemos. “Los que pregonan la democracia partidaria, dejaron claro que ahí no hay lugar para el disenso”, se mofó un ministro del ala política. “Es un claro mensaje para sus socios”, apuntó.
En la Renovación advierten que no deben moverse un ápice del rumbo. La gestión es la bandera y lo que garantiza la cercanía con la sociedad.
La Cámara de Diputados, a instancias del presidente, Carlos Rovira y el legislador Darío Pietrowski, sancionó una ley para que el Estado financie la construcción de viviendas móviles para trabajadores rurales. Es la segunda vez que el Estado provincial se pone al hombro la asistencia directa para los tareferos, el eslabón más débil de la cadena yerbatera, que no logra salir de la crisis en la que está inmersa y a la que la Nación no le presta la debida atención.
Las lluvias de los últimos días y la crecida del río Uruguay permitieron apreciar un acierto en la mirada de largo plazo del gobernador Hugo Passalacqua, quien impulsó la creación de la agencia de Alerta Temprana, que resultó vital para evitar que la inundación causara estragos como en años anteriores. Se avisó antes, se evacuó con anticipación y se asistió de manera coordinada, con las fuerzas de seguridad garantizando el orden en la entrega de ropas, colchones o mercadería. El propio Gobernador recorrió las zonas afectadas y comprobó que, pese al desastre natural, la situación estaba bajo control.