No fue el año imaginado. La pandemia rompió todos los planes y la política, desde la gestión, tuvo que cambiar objetivos por la urgencia del coronavirus. En ese contexto el presidente Alberto Fernández y el gobernador Oscar Herrera Ahuad cumplieron este 10 de diciembre sus primeros 365 días en el poder. 

El Jefe de Estado tuvo que lidiar con una herencia calamitosa en materia económica, con una deuda impagable, inflación récord y pobreza y desempleo crecientes, que la pandemia no hizo más que acentuar. Sin embargo, el balance deja saldos positivos y algunos indicadores, en plena pandemia, son mejores que los registrados en 2019, durante el último tramo de la gestión de Mauricio Macri. 

La inflación cerrará 20 puntos abajo y algunos sectores de la economía comienzan a mostrar tímidos signos de reactivación impensados en los primeros meses de la pandemia.

Sin embargo, el ruido político sigue latente. El Gobierno no logró consolidar un rumbo, con discusiones internas que a veces son más sonoras que las marchas convocadas por la oposición. No hay dudas que la comunicación sigue siendo un problema para el oficialismo que logra transmitir un mensaje unívoco y además tiene una barrera mediática altísima. 

En Misiones la situación es distinta. Las fronteras cerradas generaron un escenario inédito para la economía. Lo que antes era una sangría de divisas, se transformó en circulante interno con sectores que están viviendo un boom de demanda. Las ventas en rubros como el alimenticio, crecieron dos dígitos en comparación con 2019 y plantean un inédito problema para el 2021 para sostener el ritmo. 

Salvo el turismo de Iguazú, azotado por la ausencia de turistas internacionales y todavía con poco flujo nacional, el resto de los operadores turísticos de otras ciudades y especialmente en la zona del Moconá, están aprovechando un aluvión de visitantes misioneros que antes también elegían otros destinos. Las concesionarias que sufrieron un pésimo 2019 hoy no dan abasto para cubrir la demanda de alta gama y las constructoras recuperaron empuje convirtiendo a Misiones en una de las provincias con mayor demanda de cemento del país. 

El turismo merece un párrafo aparte. Después de pasar un año entero reclamando la vuelta del turismo, una vez que se abrieron las puertas al visitante nacional y se habilitó la llegada de vuelos, en Iguazú se vivió una situación inédita: los turistas tuvieron que volver al aeropuerto caminando por un inexplicable piquete en la ruta… reclamando la apertura del puente internacional Tancredo Neves. Nadie pone en tela de juicio que la ciudad depende en demasía de la actividad turística, pero dirigentes y empresarios deben revisar sus formas porque parecen atentar contra si mismos. Es hora también de revisar el piquete como única práctica ante cualquier demanda. Termina siendo una barricada extorsiva que banaliza luchas en lugar de una herramienta de conquistas. 

Herrera Ahuad tuvo mano dura al principio para imponer condiciones en el inicio de la pandemia, pero después supo administrar la flexibilización para que la economía recupere oxígeno sin comprometer el sistema sanitario. Los resultados demuestran que fue la estrategia adecuada. Misiones es la segunda provincia con menor cantidad de casos y nueve meses después del inicio de la pandemia, es una de las dos con menos de mil contagios, mientras que prácticamente en toda la región fronteriza hay un colapso sanitario por la cantidad de internados con coronavirus. El equipo sanitario está en plena preparación del operativo de vacunación que tiene como objetivo llegar a 250 mil personas en las primeras semanas apenas llegue la vacuna. La rusa pica en punta, pero también hay expectativas por la de Oxford y una de China. 

El contexto político misionero es distinto al nacional. Con las cuentas en orden y calma institucional, la toma de decisiones no tiene escollos traumáticos. 

La institucionalidad es una de las banderas misioneras y la continuidad de las políticas es una marca registrada de la Renovación. En cada decisión del presente se pueden rastrear las huellas originales desde hace década y media. 

Por eso, la ratificación del presidente de la Legislatura, Carlos Rovira. El conductor de la Renovación marca el trazo grueso de las políticas que marcaron la nueva identidad del misionerismo. Signo de los tiempos, su elección se dio por unanimidad en momentos en que Misiones necesita de la consolidación de un bloque pétreo para discutir políticas económicas con la Nación. Al borde de un momento histórico, cada reivindicación que se le arranque al Gobierno nacional en la idea de transformar a Misiones en un territorio aduanero especial, con eximición de impuestos, debe ser una herramienta de transformación aprovechada por todos. 

Rovira fue uno de los principales gestores de este nuevo escenario con diálogo directo con el Presidente y su equipo, en conjunto con el Gobernador y el equipo económico local. 

Vale la pena repasar los argumentos de la nominación de Rovira, que llegó de la mano del vicepresidente primero de la Legislatura, Hugo Passalacqua. El ex  gobernador destacó que Rovira “combina el aspecto humano, el político y el de su gestión como legislador”.

“La parte humana influye mucho: no hay buena política si no hay buena gente, es indivorciable la persona del político”, consideró y agregó que “generó un proyecto político –varios lo intentaron- pero hubo uno solo exitoso”. 

Rovira sentenció que “está demostrado que aún en las condiciones más severas no sólo es posible seguir cumpliendo a plenitud, sino, superar antiguas metas y alcanzar elevados propósitos; incluso mucho más allá del pensamiento inicial que muchas veces está teñido de temores, de incertidumbres. Frente a eso, lo mejor es avanzar. Frente a eso, lo mejor es ayudar. Frente a eso, lo mejor es hacer, hacer y hacer”. 

Luego remarcó que “la política de nuestro espacio, la Renovación, hoy tengo el orgullo y permítanme dirigirme a mis compañeros y compañeras, ha arrastrado géneros, edades, y se ha instalado en el corazón de aquellos que estaban más alejados de la política, el sector independiente.Firmes en la idea, en la concepción y en la acción de una provincia mejor”, cerró.

No es apenas una premisa. En la semana se presentará un espacio político conformado por empresarios de distintos sectores que están decididos a aportar su mirada en un momento trascendental para la provincia. 

La posibilidad de transformar a Misiones en un territorio aduanero especial tiene expectantes a los principales actores económicos, pero lejos de conformarse con la potencialidad, el Gobierno provincial redobla la apuesta y en cada oportunidad, remarca las demandas ante la Nación y las asimetrías internas que se deben corregir para terminar con años de inequidades. 

La reunión en el Chaco, donde se reflotó el espacio político del Norte Grande, conformado por una variopinta selección de gobernadores con distintos colores políticos, pero una realidad parecida, marca también una irrupción en el escenario electoral pensando en 2021. 

Herrera Ahuad fue uno de los que estampó su firma en el documento para revitalizar el Norte Grande, conjunto de provincias cuyas prioridades son programas de vivienda, infraestructura, tarifa diferencial de energía eléctrica para el sector industrial y otros asuntos que tienden a corregir inequidades para resolver los problemas de pobreza y falta de trabajo.

El acta firmada por los gobernadores establece que la integración regional Norte Grande “implica reconocer la importancia estratégica de 849.563 km2 (30,6 % de la superficie del país), la concentración de 9.872.598 de habitantes (21,8% de la población del país), el tercio de la superficie sembrada del país con una matriz productiva diversificada que permite una actividad económica asociada a la minería (litio, cobre y demás minerales), hidrocarburos (petróleo y gas), turismo, cultura, industrias y comercio”.

“El Norte Grande nos plantea un gran desafío para el crecimiento y desarrollo de nuestra región. Desarrollamos la idea de llevar adelante proyectos sobre las necesidades estructurales en materia de Hábitat, Medio Ambiente, Conectividad, Desarrollo Económico, Producción, Exportación y los desafíos que con urgencia afrontamos en tiempos de pandemia”, detalló Herrera Ahuad.

En lo que hace a cuestiones prácticas, se acordó encarar gestiones por “obras de infraestructura indispensables para el crecimiento de cada distrito” y que se definan prioridades en trabajos por 30 mil millones de dólares con desembolsos que se realicen en 15 años.

Luego, hubo también coincidencia plena es pedir la eterna mirada diferencial con la cuestión energética, y allí lo insoslayable que resulta que el sur pague menos el gas en invierno, en épocas de mayor consumo y no ocurra lo mismo para esta parte del país con la energía eléctrica para el verano, cuando más se demanda por las altas temperaturas.

El párrafo final del documento firmado por diez gobernadores es elocuente: “Tenemos un Norte‘ en el que marcaron su intención de ser ‘protagonistas de la recuperación del país de la mano de la producción, el empleo y las exportaciones, curando las heridas del pasado, corrigiendo las asimetrías del presente y construyendo el destino común de un futuro venturoso‘.

Más allá de las cortesías con la Nación, los mandatarios saben que las deudas sociales y económicas con el norte del país exigen soluciones inmediatas que sólo se consiguen con firmeza y voluntad política de la Nación. Fernández tiene ante sí la posibilidad de convertirse realmente en ese presidente federal que prometió ser. Está claro que el año de la pandemia impidió otros avances, pero lentamente se van acomodando variables para que la política pueda emerger como dominadora. 

Al kirchnerismo históricamente le fue mejor cuando atendió las demandas sociales y amplió derechos. Asignación universal, jubilaciones, Aerolíneas Argentinas, fueron batallas que fortalecieron la base electoral del oficialismo. Ahora es el turno de la legalización del aborto, una demanda del colectivo feminista que atraviesa clases sociales y afiliaciones partidarias. 

El debate ya superó Diputados y la ley dependerá del Senado, donde las opiniones están divididas pero habría una mayoría a favor, aunque no hay que subestimar las presiones que habrá en estos días para impedir la sanción. 

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