
Yocheved Lifschitz, la mujer de 85 años liberada por Hamás expresó “Pasé por un infierno”
En una rueda de prensa, la mujer de 85 años, contó su relato del secuestro por el grupo militante radical Hamás.

Yocheved Lifschitz es una de las cuatro liberadas por Hamás. Ella junto a más de 200 personas fueron secuestradas y llevadas desde Israel hacia Gaza.
Desde el hospital de Tel Aviv donde se recupera, ofreció este martes su testimonio con la ayuda en la traducción de su hija Sharone Lifschitz. En este contexto Yocheved expresó que “pasó por un infierno” y describió cómo sufrió heridas y tuvo dificultades para respirar mientras la llevaban hacia la red de túneles secretos de Hamás debajo de Gaza.
Madre e hija celebraron su reencuentro, pero afirman que esto no acaba hasta que liberen a los más de 200 rehenes que permanecen secuestrados. Entre ellos, Oded Lifschitz y Amiram Cooper, esposos de Yocheved y Nurit Cooper la otra persona liberada junto a Yocheved.
Lifschitz confirmó que los rehenes capturados por Hamás, o al menos parte de ellos, se encuentran en algún punto de la extensa red de túneles subterráneos que se encuentra en Gaza. La confirmación de esta gran red es clave para la estrategia militar del grupo Hamás, así como un desafío para los israelíes.
La anciana contó que sus captores la introdujeron en Gaza a través de una puerta después de secuestrarla desde el kibutz Nir Oz en el sur de Israel. Además, añadió que fue llevada en una motocicleta y, para explicar sus heridas, dijo que había sido golpeada con varas.

De acuerdo al relato de Yocheved, otros 24 rehenes fueron llevados a los túneles. Tras caminar dos o tres horas sobre un suelo “suave y húmedo” separaron a cinco personas de su kibutz hacia una habitación aparte. Describió la estructura subterránea como “una red enorme” y la comparó a “una telaraña”.
Lifschitz aclaró que había un guardia para cada una de las cinco personas secuestradas en su grupo. “Se ocuparon de todo detalle”, incluyendo mujeres que sabían sobre “higiene femenina”, dijo.
Los alimentaban con queso y pepino, lo mismo que comían sus captores. La mujer describió como limpias las condiciones en que fue retenida. Dice que dormían sobre colchones en el suelo y que un doctor los visitaba cada dos o tres días, incluyendo un paramédico que les traía las medicinas que necesitaban.
Sharone, la hija de Lifschitz, vive en Londres y viajó a Israel a encontrarse con su madre. La mañana de este martes la acompañó para traducir su testimonio al inglés en una rueda de prensa celebrada en el hospital donde se encuentra. Dijo que los secuestradores de su madre le quitaron el reloj y las joyas mientras la transportaban en la moto.
Al bajarse de la moto, los que la recibieron le dijeron que “creían en el Corán” y que por lo tanto no le harían daño. Un video de su liberación este lunes por la noche muestra cómo la mujer se da la vuelta y estrecha la mano de un hombre armado de Hamás.
Antes, Sharone había dicho a la BBC que ese gesto se correspondía con el carácter de su madre. “Ver a mi mamá otra vez es algo increíble. Agarrar su mano, besar su cara y su mejilla. Estoy tan orgullosa de ella…es increíble”, dijo Sharone.
Sin embargo, la “historia no acaba” para ellas hasta que Hamás no libere a su padre y esposo, Oded Lifschitz y el resto de secuestrados.
“Todavía hay alrededor de 200 personas allí y no debemos quedarnos en nuestra felicidad personal sino trabajar hacia la liberación de todos”.

Oded Lifschitz, el esposo de Yocheved, es un periodista que durante décadas ha trabajado por la paz y los derechos de los palestinos, dijo su hija a la BBC. Recientemente trabajó como voluntario para un grupo que transporta palestinos enfermos de Gaza para que reciban tratamiento en hospitales israelíes.
El matrimonio Lifschitz cofundó su kibutz Nir Oz y, tras dejar su trabajo en un periódico, Oded escribió para la prensa local y publicó artículos de opinión en el periódico Haaretz.
Fuente: BBC