“De 75 pesos no me bajó”. La sentencia del gobernador Oscar Herrera Ahuad en la cumbre del viernes con los intendentes misioneros, resume una semana de reuniones en la que la yerba mate fue protagonista. Comenzó en Jujuy, en la reunión del Norte Grande, donde el mandatario misionero aprovechó para hablar mano a mano con el gobernador correntino, Gustavo Valdés, para consensuar un precio antes de que se defina la votación en el Instituto Nacional de la Yerba Mate. Hubo un acercamiento y el ministro de Producción correntino, Claudio Anselmo, se apuró a proponer 70,75 pesos para la hoja verde, pero las industrias se plantaron en una oferta mínima de 55 pesos, apenas 11 pesos por encima del valor oficial vigente y entre diez y doce pesos abajo de lo que se está pagando en el mercado.

Pero la decisión de Misiones no cambió. En la primera reunión con el ministro de Economía, Sergio Massa, el mate fue uno de los temas centrales y Herrera Ahuad habló de la sustentabilidad de toda la cadena, que necesariamente termina en la góndola y la necesidad de incrementar los precios para el sector industrial. Mismos argumentos fueron repetidos ante el secretario de Comercio, Matías Tombolini, con quien Herrera Ahuad acordó “trabajar para proteger el mercado interno y alcanzar un precio justo para quienes producen y consumen”. La búsqueda de Misiones es que la yerba valga como mínimo 50 centavos de dólar.

Si la posición de Misiones tiene éxito, romperá con una larga tradición de tirar para abajo los precios a fin de evitar un impacto en las góndolas de los supermercados. A la luz del escenario inflacionario, la yerba ha tenido poco que ver. Será también el salto de precios más alto desde la creación del INYM: en la crisis de 2001, la materia prima valía $0,04 centavos y pasó a 13,5 centavos en el primer acuerdo en 2002. Después, fueron más los fiascos que los consensos en el seno del directorio del organismo yerbatero, cuya ley de génesis marca la necesidad de una revisión. 

La producción se concentra en Misiones, con más de 12 mil productores, pero sin el acuerdo de cualquier eslabón de la cadena, las decisiones terminan tomándose en oficinas de Buenos Aires, donde es casi una utopía convencer a los funcionarios de cómo se distribuye la rentabilidad en la cadena productiva. Sería toda una novedad que Massa acepte las recomendaciones de Misiones. 

¿Qué impacto podrían tener esos 75 pesos para la materia prima? Son casi 30 pesos más que los valores oficiales actuales, pero solo diez pesos más que lo que paga la industria. Para el sector productivo no es del todo suficiente, pero admiten que sería un precio mínimo adecuado para ordenar el mercado hacia delante. La grilla de costos del sector productivo da 84,96 pesos, calculada con un dólar a 200 pesos. 

Con ese valor para la materia prima, los secaderos deberían cobrar por la canchada entre 270 y 292 pesos y la yerba a salida de molino debería valer no menos de 500 pesos -algunos elevan el número a 585-. En góndola equivaldría a 900 pesos para una yerba promedio -hoy, en un supermercado misionero el kilo de una yerba tradicional está 683 pesos-. Esos números cerrarían para la industria, con una rentabilidad mejor a la actual. 

Pero no es una ecuación únicamente para el sector. Un precio más alto equivale a más dinero en las chacras y un derrame en cada uno de los pueblos. Considerando una cosecha quince por ciento menor a la del año pasado, con el precio de mercado actual, la yerba genera unos 48.736 millones de pesos. Con diez pesos más, el volumen de dinero asciende a 56.233 millones. 

La definición del precio de la yerba, como se ve, es vital para la economía misionera. No debería depender del humor de algún sector o la buena sintonía con un funcionario nacional.  Misiones ya tiene proyectos en ese sentido. Quizás sea el momento de actualizarlos. 

No fue, claro está, el único tema puesto sobre la mesa con Massa. Herrera Ahuad llevó a la reunión con el ministro de Economía uno de los acuerdos entre los gobernadores del Norte Grande: un techo de energía barata de 750 kwh en los meses de verano, cuando las temperaturas obligan a un uso intensivo de la electricidad. La situación es similar en todo el norte, pero Misiones es particular, porque es la única que no tiene otra energía a disposición. 

Por eso no sorprendió el contundente mensaje del conductor político de la Renovación: Carlos Rovira exigió “vinculación gasífera ya”, a través de un sencillo tuit que sacudió la modorra política. Deuda histórica, causa escozor el desdén de Nación para con Misiones. “Argentina avanza”, rezaba el lema de un suplemento publicado en los diarios de Misiones con los detalles del inicio de obras del gasoducto Néstor Kirchner, diseñado para venderle el gas de Vaca Muerta a Brasil, pero dejando fuera del mapa a Misiones. Otra vez. Parece sencillamente una tomada de pelo que se incluya a Misiones en la “promoción” de una obra que no llega a la tierra colorada y que es vital para mejorar la competitividad de la economía local. Error de pasantes, inadmisible en un Gobierno que se pretende federal. 

La otra herramienta para garantizar esa competitividad es la creación de la Zona Aduanera Especial. De eso también habló Herrera Ahuad con el ministro de Economía. 

Misiones contó con el respaldo de Massa en las dos oportunidades en que se incluyó el proyecto en el Presupuesto. La primera vez hubo un veto de Alberto Fernández después de haber superado todos los filtros del Congreso y la segunda, convencido incluso el ex ministro Martín Guzmán, el voto negativo de Cambiemos, incluidos los tres misioneros, hizo caer el Presupuesto y también la Zona Aduanera Especial, diseñada para eliminar impuestos internos a la producción y comercialización dentro de la provincia. Massa tendrá una tercera oportunidad, ahora como ministro de Economía, de darle sustento a la iniciativa misionera, a la que reconoce como válida, no sólo para competir con Paraguay y Brasil, sino para aplacar las diferencias de costos logísticos para la producción interna. 

Así y todo, la economía de Misiones es hoy mucho más potente que las vecinas de la región, en consumo, en actividad y en empleo. 

Un informe oficial de Corrientes echó por tierra el mito repetido por la alianza Cambiemos y algunos sectores empresarios sobre un éxodo de industrias misioneras hacia la tierra del chamamé en busca de impuestos más bajos. La provincia gobernada por Gustavo Valdés tiene una política fiscal laxa, pero un estudio de la Asociación Plan Estratégico Foresto Industrial de Corrientes, revela la existencia de 262 industrias forestales. “Quince más que hace diez años”, destaca el documento. 

Como contraste, en Misiones se pasó de 400 aserraderos, según el relevamiento forestal hecho por el gobierno de Mauricio Macri en 2016 a 669 aserraderos en actividad actualmente, con un crecimiento de más del 50 por ciento.

Esa diferencia en el número de industrias tiene como correlato una amplia brecha en el número de trabajadores. En Corrientes hay 4.780 trabajadores forestales. En Misiones los trabajadores de la madera son 12.397 y no hay sector en el que no saque ventaja.

Misiones también desplazó a Tucumán como la provincia de más consumo de combustible en el Norte Grande con dos factores claves: el turismo, particularmente el interno, movilizado por la temporada vacacional cuando la provincia tuvo una mejor ocupación que antes de la pandemia y la producción, con la movilización de mercadería para el consumo interno y también para la exportación. Además, por el tipo de cambio, las ventas fronterizas siguen siendo un factor relevante, pero con un impacto menor al de meses anteriores.

Las gestiones de Herrera Ahuad y el equipo político y económico de Misiones, se dieron en una semana particular. El Gobierno nacional y la oposición estuvieron enfrascadas en una virulenta lucha con Cristina Fernández y el Poder Judicial como protagonistas principales. El fiscal Diego Luciani pidió una condena a doce años de la ex Presidenta y su proscripción de por vida para cargos públicos por una supuesta asociación ilícita en la distribución de obras de Vialidad. “Es un golpe de estado preventivo”, definió en una entrevista concedida a Open101.7 el constitucionalista Eduardo Barcesat, quien también advirtió que el “Poder Judicial se ha convertido en un poder supraconstitucional“.

Esa disputa consume todas las fuerzas de la política nacional, pero al mismo tiempo, los alegatos inflamados del fiscal Luciani parecen haber despertado al peronismo que salió en defensa de Cristina. Si había una oportunidad de unidad pensando en 2023, parece haber aparecido ahora, del modo menos pensado. Hasta Miguel Ángel Pichetto [el peronista más macrista], titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) y líder del Encuentro Republicano Federal, consideró “muy complejo y difícil cerrar el esquema probatorio en orden de la asociación ilícita”.

La alianza Cambiemos parece incluso desconcertada y quedó expuesta cuando la propia Cristina reveló vínculos judiciales y de negocios del macrismo con la obra pública. El hermano del alma de Mauricio Macri, Nicolás Caputo tiene más negocios y mensajes con José López que las alusiones a Cristina que encontró Luciani en los whatsapp del viejo de los bolsos. Pero la sensación es que ya hay sentencia y por eso la reacción del peronismo y otros sectores, que ven en el Poder Judicial un peligro para la democracia. Los jueces no se someten al escrutinio público y parecen obedecer a intereses mucho más abstractos que el bien público. Una encuesta de la consultora Clivajes revela que casi el 80 por ciento está disconforme con el funcionamiento de la Justicia. “Es el más alejado del voto popular de los tres poderes que conforman la República y el que acumula mayor disconformidad social en su funcionamiento”, señaló Esteban Pastoriza, analista de esa consultora.

Sin embargo, la disputa Cristina-Cambiemos está muy alejada de la sociedad, que observa los embates de uno y otro lado. La gran mayoría está preocupada por llegar a fin de mes. La inflación no da tregua.

Obviamente, tampoco es una pelea que interese a Misiones, aunque los actores locales de ambos bandos se abstraen de la realidad local y están más atentos a lo que sucede en Buenos Aires. El radical Martín Arjol fue uno de los firmantes del pedido de juicio político al Presidente, basado en recortes de las palabras de Alberto Fernández en defensa de Cristina. 

Pero la política debe atender primero al pago chico. No es casualidad que Herrera Ahuad se mantenga como uno de los gobernadores con mejor imagen del país. Se lo evalúa por los esfuerzos realizados en transformar la realidad misionera que hoy transita uno de los mejores momentos económicos. “Son 20 años de política de Gobierno que han generado este crecimiento trascendental para Misiones”, sintetizó el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán en la cumbre con los intendentes misioneros.

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