Prime time

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El prime time de la televisión argentina le dio varios disgustos al Gobierno justo en momentos en que buscaba recuperar la centralidad de la política con el llamado al diálogo que se diluye con el paso de las horas.
En ¿Quién quiere ser millonario?, el programa que conduce, aséptico, Santiago Del Moro, sorprendió una científica elegante, querible en lenguaje televisivo, al revelar que buscaba ganar el concurso para poder seguir adelante con su trabajo en el Conicet. La investigadora Marina Simian busca una cura para el cáncer con un equipo de primer nivel, entre los que se encuentra el misionero Antonio Carrera, uno de los últimos científicos repatriados hace cuatro años, pero prácticamente no puede avanzar porque el proyecto dejó de recibir financiamiento en el marco del Déficit Cero que puso en marcha el presidente Mauricio Macri.
La propia Simian explicó porqué se animó a exponer la situación: “Tengo un proyecto que gané por concurso y hasta el momento nos han depositado media cuota anual el año pasado y la otra mitad ahora hace poco. Y yo lo pedí en 2016. Entre que me dan por año la mitad de lo que me corresponde en pesos, a eso se le suma la devaluación. Me están depositado 260 mil pesos, son alrededor de 5.700 dólares. Para hacer biología celular y molecular es imposible, no podemos hacer magia”.
Las consecuencias del ajuste quedaron al desnudo en un pico de rating y miles de argentinos comprendieron entre pregunta y respuesta, la magnitud del recorte. Todo el país comenzó a hablar del estado de la ciencia y la noticia rápidamente cruzó las fronteras.


Simian ganó finalmente 500 mil pesos, pero aclaró: “Lo que gané ayuda, pero la situación es muy complicada”.
Es tan complicada que pocas horas después renunció al Conicet una de sus directoras, Dora Barrancos, como modo de protesta: “Hay que hacer un gesto para que se entienda que el rey está desnudo, dar señales de que algo está mal”.
El concurso televisivo sirvió para visibilizar la enormidad del ajuste y obligó al propio Macri a recibir a la ya, por esas horas, famosa científica. El Presidente, acosado por las repercusiones, prometió a la científica resolver “en el corto plazo”, sus principales demandas. Es, claro, mejor que atender al colectivo científico que tiene iguales o peores dificultades que Simian, pero no fue a la televisión.
De cualquier modo, el final del capítulo fue mejor que mandarla a “lavar los platos”, como hizo el por entonces superministro Domingo Cavallo, cuando los científicos del Conicet -¿coincidencia?- advertían sobre el peligro evidente del modelo menemista.  


Apenas 48 horas después, el prime time volvió a preocupar al Gobierno, con Cristina Fernández nuevamente en cadena nacional presentando su libro “Sinceramente”, bajo una pertinaz lluvia que no logró menguar la asistencia: miles de paraguas formaron una tupida postal que aguantó por horas la humedad.
Todos esperaban alguna definición sobre su candidatura, pero no hubo nada que confirme o niegue qué hará en octubre. Apenas un guiño a los militantes que cantaron bajo la lluvia, elogios a la economía de Donald Trump y una convocatoria a un nuevo contrato social con la participación de los empresarios, que pareció ser el contraste del decálogo de Macri para cumplir con los acreedores.
Lo cierto es que muchos empresarios, que renegaban de su Gobierno, no se asustan ahora con un eventual regreso.
Mérito de la crisis generada por su sucesor, incluso algunos se animan a añorarla.
Como sea, ninguno estuvo indiferente a la reaparición de la ex Presidenta y admiten que sea ella u otro, lo fundamental es recuperar la actividad económica con una velocidad que no necesariamente coincide con la electoral.
Los hombres y mujeres de negocios de Misiones también estuvieron pendientes de lo que la televisión traía de la Feria del Libro.
Algunos sostienen que Macri conseguirá su reelección. Pero otros parecen no temer que sea un apellido distinto el que lleve las riendas. “Quien salga electo en las próximas elecciones, tendrá que enfrentar una situación compleja. Caída de actividad en todos los sectores de la economía, renegociar con acreedores, promover cambios para que la que la actividad comience a moverse y haya inversión. Todo esto con un mundo que puede entrar en recesión, caída de precios de soja y otros. Ya no podemos vivir con lo nuestro, debemos salir a vender al mundo. Exportar más. De ahí hay que ver quien quiere-propone hacerlo”, definió un empresario de la construcción.
Otro, del mismo rubro, sostuvo que en primer lugar se debe terminar “esta grieta absurda” entre el Pro y el Kirchnerismo. “Creo que estas elecciones van a ser significativas, si viene un ecléctico, tal vez, si llega a separarse de ambos sectores, algo que veo difícil, pueda terminar la grieta, pero hasta ahora ningún habló de su plan seriamente”.
“Si Cristina gana, va a haber más devaluación, porque el dólar va a seguir subiendo. Es probable que decrete el no pago de la deuda, así que vamos a entrar en default y nos vamos a cerrar al mercado, a diferencia de Macri, que deberá pedir una renegociación de la deuda, porque tampoco la puede pagar. Pero el dólar estará más bajo que con Cristina. Si no se presenta o se presentan otros peronistas, le veo más complicado que gane Macri. Pero de todos modos, se vienen épocas más duras”, advirtió un influyente comerciante.
Lo cierto es que Cristina, aún sin decir si será candidata, ejerce una enorme atracción y la centralidad política es de ella.
El consenso convocado de apuro por Macri, tuvo que ser ampliado a pedido de los otros protagonistas porque advirtieron que no podría haber acuerdo sin su presencia.
Esa centralidad se refleja en cada una de las encuestas. La mayoría la pone por encima del Presidente en las preferencias e incluso algunas reflejan que ganaría si la candidata de Cambiemos fuera María Eugenia Vidal. La idea de un techo en segunda vuelta, también es desechada por los consultores.
Sin embargo, la alianza oficialista se ilusiona con la paradoja de que la reaparición de Cristina los beneficie por reflejo.
Pero la ex Presidenta parece haber moderado aquello que irritaba, mismo tono utilizado por sus principales espadas, como Axel Kicillof en Economía. Atribuyen a Alberto Fernández el cambio de conducta.
El peronismo moderado también está pendiente de Cristina, aunque quisieran tenerla fuera del escenario para que sea otro el reparto de preferencias.
El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti marcará este domingo otra derrota de Cambiemos, según las principales encuestadoras, con la única duda de por cuánto. Enfrenta a Mario Negri, como candidato oficial de Cambiemos y al Ramón Mestre, del radicalismo que juega su propia parada, en momentos en que crece hacia dentro del partido la idea de abandonar definitivamente Cambiemos o “ampliarlo”, con otras fuerzas. El resultado tendrá consecuencias nacionales. Schiaretti es hombre fuerte de la liga de gobernadores y de Alternativa Federal y el más cercano a Roberto Lavagna. Sería la séptima derrota al hilo de Cambiemos.
Después viene Misiones. La Renovación marcha consolidada, con el mensaje de la continuidad de una gestión con resultados que se pueden auscultar y tocar.
La alianza Cambiemos, rebautizada Juntos por el Cambio para hacerle lugar al puertismo, presentará este lunes sus ideas de Gobierno, que fueron anticipadas el jueves en una reunión con empresarios, por el senador Humberto Schiavoni: salvo por el desarrollo de una cuenca de maíz transgénico, no hay nada que no haya sido enunciado antes por Ramón Puerta, el radicalismo y en los últimos años, por la misma alianza.
Bajar impuestos, “pasar la topadora” al control fiscal en las fronteras y desregular el mercado yerbatero, enumeró Schiavoni a los postres de la reunión organizada por la fundación Mediterránea.
No es nuevo. A fines de 2017 el todavía ministro -ahora degradado a secretario- Luis Miguel Etchevehere estuvo a punto de firmar un decreto para desregular el mercado yerbatero. Solo la resistencia de la Provincia y la cautela de algunos dirigentes de Cambiemos en Misiones logró frenarlo. Pero el embate se hizo oficial en abril del año pasado por el propio Macri, quien en Iguazú, durante una reunión con el gobernador Hugo Passalacqua y varios ministros, disparó: “Tiro el tema porque los quiero dejar inquietos”.
Macri insistió en que “ningún mercado” funciona regulado. Pero los funcionarios provinciales le recordaron que el reparto de ingresos del viejo oro verde es “complejo desde la época de los jesuitas” y que la desregulación terminó en el colapso del sector a fines de los 90, cuando la yerba valía apenas monedas.
La misma idea fue reflotada por Schiavoni, aunque después buscó bajarle el tono, cuando ya había sido publicada en algunos medios. La Asociación de Productores Agrícolas de Misiones fue la primera en recoger el guante. “Desde Apam consideramos totalmente repudiables los dichos de Schiavoni, por la yerba y el maíz transgénico que nos quieren imponer”, señaló Cristian Klingbeil, el segundo de Hugo Sand.
“Repudiamos esa idea. Nos parece estúpido generar proteínas para alimentar los chanchos de Brasil y no generar valor agregado en Misiones. Va en contra de la idea de generar soberanía alimentaria. Será un beneficio para algunos exportar granos a Brasil, pero no le sirve a los pequeños productores y estamos en contra de la aplicación del paquete tecnológico, que es una bolsa de contaminación para agua, ríos y selva”, insistió Klingbeil, quien, paradójicamente, es un candidato de Cambiemos en Oberá.  
“Desregular la yerba mate es una locura. El fracaso de los últimos 20 años es justamente como consecuencia de no aplicar la ley del INYM, que nunca reguló el mercado, nunca aplicó cupos de cosecha o plantación”, completó el joven dirigente agrario, quien reclamó que la Provincia tome una postura.
El Gobierno, claro, está en contra de la desregulación y, por el contrario, el candidato a gobernador, Oscar Herrera Ahuad, busca darle mayores certezas al mercado, con un Centro de Transacciones Digital que controle la trazabilidad desde la materia prima al paquete de yerba. El actual vice quiere hacer de la chacra el eje de su eventual gestión y fortalecer desde allí la economía misionera, que, pese a todo, se mantiene a flote en medio de una crisis generalizada.
Según datos de la Dirección General de Rentas de Misiones, la recaudación provincial en el mes de abril logró crecer un 2% en términos reales comparada con el mismo mes del año pasado, mientras que a nivel nacional se desplomó un diez por ciento.
Además, en los primeros cuatro meses del 2019 y aún con el país en recesión, la DGR logró sumar 2.000 nuevos contribuyentes. Ese dato demostraría que la economía de Misiones está resistiendo mejor a la crisis económica y a la recesión, que el promedio de todo el país.
“El sector de la yerba está tributando muy bien, con exportaciones crecientes, la devaluación ayudó en general a los sectores exportadores de la provincia”, comentó a Economis un directivo de la DGR.
Para elaborar la comparación entre Misiones y Nación, la DGR toma los datos de la evolución de la recaudación de Ingresos Brutos en Misiones, que se incrementó un 2% en términos reales (descontándole el efecto inflacionario). Eso fue mucho más que la caída del 10% en la recaudación del IVA a nivel nacional, por comparar dos impuestos más o menos parecidos y que se mueven al ritmo de la actividad económica.
Los datos de la economía misionera contrastan con los del resto del país. Un estudio del Indicador Sintético de Actividad de las Provincias de Federico Muñoz y Asociados, revela que Misiones es la octava provincia menos endeudada, de acuerdo a datos actualizados a 2018.
En el contraste Deuda Pública Provincial/PBI, Jujuy y La Rioja vieron la posibilidad de tomar crédito externo y “se les fue la mano” (en ambos casos, 21% al 3T18). El resto de las provincias muestran ratios de deuda muy razonables, sostiene Muñoz.
El informe también revela la enorme disparidad en la distribución del Producto Bruto Interno per capita de la Argentina, con Capital Federal al tope de los recursos y Misiones al fondo de la tabla, apenas mejor que Formosa, la última en el ránking.
La brecha de ingresos entre el distrito más rico del país (CABA) y el más pobre (Formosa) superó las seis veces en 2018.
En el Ratio Gasto Público Provincial / PBI Provincial, también los extremos vuelven a ser Formosa (59%) y CABA (9%). En cambio, en la recaudación de Ingresos Brutos, Misiones lidera el ránking desde 2015.

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