El boom de la Yerba Mate saborizada: cómo las empresas cordobesas lideran el camino
Las Marcas Cordobesas que dominan el mercado de Yerbas compuestas y saborizadas
A pesar de que la producción de yerba mate es un orgullo de Misiones y Corrientes, la innovación en el mundo del mate tiene un fuerte vínculo con la provincia de Córdoba. Hace 45 años, en la provincia mediterránea nacieron las yerbas compuestas, que combinan yerba mate con hierbas como menta, peperina, y cedrón, con un 40% establecido en el Código Alimentario.
Posteriormente, también en Córdoba, se lanzó la primera yerba saborizada, que incorpora esencias naturales o sintéticas, ofreciendo sabores que van desde los cítricos hasta los más exóticos, como frutos del bosque.
Hoy en día, estas categorías de yerbas compuestas y saborizadas representan entre el 20% y el 25% del mercado total de yerba mate en Argentina, que moverá entre 52 y 70 millones de kilos este año. Además, estas yerbas desempeñan un papel crucial en la atracción de nuevos consumidores, especialmente entre las generaciones más jóvenes, tanto en Argentina como en otros países.
A pesar de la creciente competencia en este nicho, el liderazgo en yerbas compuestas y saborizadas sigue en manos cordobesas. CBSé, la yerbatera nacida en San Francisco en la década de 1970, que fue pionera en la creación de esta categoría, afirma poseer más del 50% de este mercado. Verdeflor, la marca del grupo cordobés Cordeiro, ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años y controla más del 20% del mercado.
Cachamai, perteneciente al grupo Wherthein, es la primera marca destacada sin vínculos directos con Córdoba. Gracias a su estrategia dinámica de innovación y lanzamientos, asegura tener más del 15% de la categoría.
Otras marcas cordobesas, como La Cumbrecita y Mate Amos, también compiten por el resto del mercado. Mate Amos, la línea de yerbas con distintos blends lanzada por Cura Té Alma, la marca de té de exportación de Belén Avico, también está haciendo incursiones en este segmento premium.
Ernesto Cordeiro, gerente general y socio del Grupo Cordeiro, propietario de Verdeflor, atribuye el protagonismo cordobés en este mercado a la costumbre local de tomar mate con yuyos, que son hierbas aromáticas como peperina y boldo. Esta tradición, junto con la proximidad de la producción de estas hierbas en Traslasierra, influyó en el desarrollo de yerbas compuestas en Córdoba.
Florentino Orquera, fundador de CBSé, lanzó las yerbas compuestas y saborizadas en San Francisco en 1978, registrándolas en el Código Alimentario Argentino. Desde entonces, CBSé ha sido pionera en la comercialización de estos productos en todo el país y ha sido un motor clave de la industria yerbatera argentina.
Las marcas cordobesas han sabido mantener su liderazgo en el mercado de yerbas compuestas y saborizadas al ofrecer productos innovadores y de alta calidad que continúan atrayendo a los consumidores, incluso a las generaciones más jóvenes. La versatilidad de esta categoría, que permite la creación de nuevos sabores y efectos saludables a partir de ingredientes naturales, la convierte en un laboratorio de innovación para toda la industria de la yerba mate.
Federico Germino, CEO de la división de Alimentos y Bebidas del Grupo Werthein, que opera las marcas Cachamai y Cachamate, destaca que el segmento de saborizadas ha experimentado un crecimiento constante, centrándose en sabores naturales y saludables, lo que ha permitido seguir atrayendo a los consumidores.
La demanda de nuevos productos y sabores, así como la tendencia hacia yerbas más suaves y equilibradas, ha llevado a la creación de una variedad de opciones que continúan impulsando el mercado de yerbas compuestas y saborizadas.
Exportaciones: el mate, de moda en el mundo
La altísima penetración de la yerba mate en el país la expone, claro, a las fluctuaciones generales del consumo.
Sin embargo, en el primer semestre de este año, la producción general en paquetes trepó a 138,7 millones de kilos para el mercado interno, “la mayor cantidad de la historia”, destacó Juan Szychowski, presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM); el ente público-privado que regula y promueve a la industria. Y agregó que ese volumen equivale a $ 320 mil millones.
Si se considera que las compuestas y saborizadas, son 20%/25% de ese mercado, su categoría movió al menos $ 62 mil millones de enero a junio en el país, sin considerar el negocio de exportación.
“Las exportaciones anuales rondan los 40 millones de kilos; pero de esos, 30 son materia prima y 10 producto elaborado. Nosotros apostamos a crecer en este segmento de mayor valor agregado: este año vamos a exportar 1,5 millón de kilos a una gran cantidad de países, incluyendo muchos europeos y Estados Unidos. En 2015 eran menos de 200 mil kilos”, destaca Sol Orquera.
Chile es el mercado más consolidado en la región. Pero hoy el mundo ofrece una enorme oportunidad para la industria argentina, dado que crece el interés global por el mate debido a sus propiedades saludables y su consumo de parte de celebrities planetarias: desde Lionel Messi hasta James Hetfield (líder de Metallica), pasando por Barack Obama; sólo por citar algunas. Las compuestas y saborizadas, con sus sabores más “amables” y universales, tiene alto potencial para esa conquista.
“En volumen, Verdeflor es la yerba mate compuesta más exportada. Este año enviaremos 700 toneladas a países de todo el continente, Europa y Nueva Zelanda. Trabajamos en profundizar nuestro foco exportador en Europa y en Estados Unidos”, insiste Ernesto Cordeiro.
Cachamai también sale al mundo: “El departamento de Comercio Exterior se creó en 2019. Hoy exportamos alrededor del 5% la producción total y la proyección de crecimiento es exponencial para los próximos tres años. Nos estamos enfocando en Chile, Estados Unidos, México y Europa”, cierra Germino.
Fuente La Voz