El Gol, la góndola y la política
Algunos datos sirven para poner en contexto las consecuencias del modelo económico impuesto por el Gobierno anterior. El patentamiento de autos en Misiones tuvo una caída del 51,2 por ciento interanual en el año que se despidió. En algunos concesionarios, la caída fue más dura, como en Lowe, que sufrió 77 por ciento de bajas. “Hoy te cuesta mucho más vender, por ejemplo, en nuestra marca, un Gol, que vender una Amarok, porque lo que es alta gama se sigue vendiendo y se sigue vendiendo muy bien”, reconoció Alexandra Lowe, una de las herederas del emporio familiar.
En contraste, desde agosto, Misiones comenzó a exhibir las mejores marcas del país en la venta en supermercados. Según el último dato disponible -el 23 de enero se conocerá el resultado de noviembre-, Misiones en octubre tuvo ventas en supermercados por 1.032,2 millones de pesos, lo que a precios constantes (para medir la evolución en términos reales), implica un crecimiento interanual de 7,3%. Misiones tuvo el crecimiento más alto de todo el país tanto a precios corrientes como constantes.
Es decir, el Gol que dejó de poder pagar en cuotas la clase media -aumentaron más del cien por ciento en el último año-, se transformó en poder llenar el carrito del supermercado en medio de una inflación del 54 por ciento, la más alta desde 1991. “La inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar”, decía Mauricio Macri cuando promediaba su primer año de mandato. Huelgan los comentarios.
El consumo en Misiones estuvo apuntalado por el Estado a través de los diversos programas Ahora, que el gobernador Oscar Herrera Ahuad decidió ratificar para los próximos meses.
El Ahora Misiones, puesto en marcha por el ex gobernador Hugo Passalacqua generó ventas por más de 700 millones de pesos en el último año, con el Ahora Góndola y el Ahora Carnes como emblemas. El Ahora Pymes, que permite el descuento de cheques para bajar el costo financiero, generó un ahorro para las empresas de 247 millones de pesos y el Ahora Góndola, ventas por más de 111 millones sin contar con el especial de fin de año.
La continuidad del Ahora Pan hasta junio, implica que el kilo de francés estará en la mesa de los misioneros 40 pesos más barato que en otras provincias. Es comida en la mesa. Y es al mismo tiempo, la definición del rol que decide jugar el Estado.
Como contracara, en las últimas horas ocurrió un hecho que en cualquier otro lugar del planeta, sería un escándalo.
El ministro de Salud -Argentina volvió a tener ministerio desde el 10 de diciembre- Ginés González García, fue hasta la Aduana para retirar 12 millones de dosis de vacunas que estaban retenidas desde junio pasado.
“Hoy liberamos para uso de los argentinos un 10 por ciento de las vacunas que estaban vergonzosamente retenidas desde hace meses. Solo un Estado indiferente puede que haber permitido que esto suceda”, indicó el funcionario durante el operativo en que fueron liberados cuatro de los 49 embarques.
Son vacunas que estaban siendo retenidas por falta de pago en medio de un brote de sarampión que ya tiene casi cien casos. Inconcebible.
Lo curioso es que el Estado ya había hecho el pago de 83 millones de dólares, pero faltaban pagar los impuestos y tasas para retirar las vacunas. Pero en la lógica del Estado ausente, retirado de las prioridades con la idea del ajuste, se entiende.
Misiones nunca entró en esa lógica de los últimos años. La Provincia resistió las oleadas de ajuste con esfuerzo y merced a una sostenida política fiscal que priorizó la generación de recursos propios para sostener las demandas sociales.
En el Presupuesto, las áreas sociales se llevan el 60 por ciento de los recursos con la educación como prioridad. Esto se puede concretar gracias a que hace 16 años no se toma nueva deuda y la heredada fue refinanciada y licuada por la inflación.
Misiones es una de las pocas que cerró el año con sueldos al día y el bono anunciado por el gobernador Oscar Herrera Ahuad será de cinco mil pesos en dos cuotas, por encima del prometido por la Nación y los cuatro mil pesos que deberán pagar los privados a cuenta de las paritarias.
El foco puesto en la educación se tradujo en mayor inclusión, mejores resultados en las mediciones de calidad y más de una década con los días de clases cumplidos. También sirvió para forjar una relación de compromiso mutuo con el sindicato de docentes, liderado por Stella Maris Leverberg, la histórica sindicalista que falleció este viernes en un accidente de tránsito. La docencia y la política lloran la partida de Leverberg, quien fue además de dirigente gremial, ocho años diputada nacional por el Frente Renovador. “Una hermana de la vida”, la definió el ex gobernador Hugo Passalacqua. Herrera Ahuad decretó dos días de duelo y coincidió en que se fue una “gran luchadora por el bien de los docentes y de los misioneros como persona, diputada nacional y dirigente gremial”. Pero quizás la mejor descripción la dio el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán, con quien Leverberg tuvo históricas disputas, sin perder la compostura. “Pocas veces me he cruzado con alguien que haya defendido con tanta vehemencia los derechos de sus representados como lo hizo Marilú por los docentes. Despido sentidamente a una gran militante, dirigente y amiga”, saludó Safrán. Y Leverberg era así: extrovertida, con la risa fácil pero dura negociadora a la hora de discutir salarios. Sus críticos la cuestionaban en los últimos años por los porcentajes de aumento, pero lo cierto es que siempre remarcaba los pesitos que se iban sumando al básico y que achataban la pirámide salarial.
El Gobierno de Alberto Fernández entrará en su primer mes y se anotó como méritos haber calmado las aguas en las fiestas y comenzar a discutir algunas medidas para mitigar la inflación y reactivar el consumo -según el ministro de Producción, Matías Kulfas, se están inyectando cien mil millones de pesos a la economía-. Sin embargo, todavía no se avizora ninguna medida de fondo.
La emergencia económica aplacó a la fuerza la fiebre por el dólar, pero por ahora son escasas las señales de transformaciones de fondo.
Es cierto que la crisis es profunda y que cualquier avance será una enormidad en comparación con los últimos cuatro años de la economía. Por caso, la inflación de 2019 cerrará por encima del 54 por ciento y para 2020 se espera que baje a 42,2%, según el relevamiento de Expectativas del Mercado que realiza el Banco Central. Lo mismo sucede con el crecimiento de la economía, proyectado recién para 2021, una expansión de 1,3%, en tanto que para 2022 se proyecta un crecimiento de 2,0%.
“Si ordenar las cuentas es un ajuste, hicimos un ajuste. ¿Pero quiénes están pagando el ajuste? Los que más tienen, no los que menos tienen“, dijo el presidente Alberto Fernández en radio Continental.
Sin embargo, no son pocas las voces que advierten que hay una sorpresiva lentitud en la toma de decisiones de fondo y especialmente, que las pocas que se han tomado, terminaron beneficiando nuevamente al núcleo central del país, mientras que las economías regionales, las provincias y las pequeñas y medianas empresas no tuvieron demasiadas señales de aliento.
El porteñismo cuestionado al Gobierno anterior asoma en este. Con la ley de Emergencia se congelaron las tarifas eléctricas por 180 días en Buenos Aires y Capital Federal, distritos que tienen ya precios mucho más bajos que en el resto del país. En las provincias los costos están regulados por cada gobierno provincial, salvo Edenor y Edesur que operan bajo la jurisdicción del Ente Nacional Regulador de la Electricidad ya que, con la sanción de la ley de Solidaridad y Reactivación, se suspendió el traspaso al Ente Metropolitano Regulador del Servicio Eléctrico.
Lo mismo sucede con el transporte. Nación decidió congelar las tarifas por 120 días para los usuarios de trenes y colectivos del área metropolitana de Buenos Aires. Aumentar o no en el resto del país, dependerá de las provincias que “son autónomas”, declaró el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Misiones ya confirmó el congelamiento de las tarifas por 180 días -lo mismo que los sueldos políticos del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, medida a la que se adhirió la intendencia capitalina, junto al Concejo Deliberante-. Pero es una cuestión que excede a la autonomía. El costo del combustible, por ejemplo, es más caro en Misiones que en Capital Federal y esa asimetría interna sigue exactamente igual que antes del 10 de diciembre.
Igual ocurre con la promesa de alivio a las pequeñas y medianas empresas. Por ahora, en el horizonte sólo aparece la moratoria que debe implementar la AFIP. Pero en la práctica, hay más impuestos para las empresas de Comercio y Servicios que facturen más de 48 millones anuales, que son las que más empleo generan. También sufren el congelamiento del monto que se puede restar de los haberes para calcular contribuciones patronales y el famoso decreto 814, pasa a ser para el NEA en promedio el 30% de lo que se venía computando (el decreto de 2001 de Domingo Cavallo permitía computar como crédito fiscal del I.V.A parte de las contribuciones patronales).
En el NEA no son pocas las empresas en estado de alerta por los cambios tributarios que impuso la ley de Solidaridad y esperan que en breve haya alguna señal de acercamiento del Gobierno nacional. De otro modo, advierten, se inclinará aún más la balanza a favor del centro del país, lo que contradice la promesa de campaña de “un país más federal”. Lejos de las preocupaciones de la gestión de Gobierno o de las empresas, una curiosidad marca el pulso del primer mes del “albertismo” en el poder. El kirchnerismo misionero busca aparecer en alguna foto con los funcionarios nacionales para contrarrestar la sintonía fina entre Fernández y la Renovación. Y otros van más allá: ya hay reproches públicos de algunos candidatos del Frente de Todos porque el Presidente no apura el reparto de cargos en Misiones. “Esta falta de medidas está causando malestar en parte de la población misionera, y afectando negativamente a las personas», se quejó Mario Esper Perié.