La textil Tipoití atraviesa una fuerte retracción industrial y suspende trabajadores en sus plantas correntinas
La textil Tipoití mantiene suspensiones de trabajadores desde agosto en Corrientes ante la caída de la producción y la recesión industrial que afecta al sector textil argentino.
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Crisis textil, Tipoití mantiene suspensiones en Corrientes y alerta por la caída del sector industrial. La emblemática empresa correntina atraviesa un escenario crítico desde agosto con personal suspendido y una marcada reducción de la producción en varias de sus plantas. El panorama refleja la profunda recesión que golpea al entramado industrial argentino bajo el actual esquema económico.
La histórica textil Tipoití, una de las firmas más importantes del sector manufacturero en Corrientes, mantiene suspensiones de trabajadores desde agosto de 2025 y enfrenta una fuerte caída en su nivel de actividad. La compañía, con plantas en Goya, Bella Vista y Esquina, redujo jornadas y mantiene parte del personal sin tareas efectivas ante la baja en la demanda y el encarecimiento de los costos de producción.
Según confirmaron fuentes gremiales y trabajadores, 20 operarios continúan suspendidos, mientras que otros ocho fueron reincorporados en septiembre. “Estamos muy mal en todo el país y todos los días no sabés qué va a pasar al siguiente”, resumió un delegado de la firma, reflejando el nivel de incertidumbre que domina al sector textil argentino.
Producción reducida y suspensiones escalonadas en el interior correntino
Las plantas de Bella Vista y Esquina presentan realidades dispares pero igualmente complicadas. En la primera, durante septiembre se llegó a suspender a la totalidad del personal, mientras que en Esquina se trabaja cinco días menos por mes, lo que evidencia un esquema de producción fuertemente ajustado.
La planta de Goya, la más emblemática del grupo, es por ahora la única que se mantiene operativa de forma continua, aunque también con turnos reducidos y un ritmo de fabricación menor al habitual. La decisión sobre la continuidad o no de las suspensiones vigentes se definirá en los próximos días, pero en el entorno fabril admiten que la caída del consumo interno y la retracción de pedidos mayoristas ponen en riesgo la estabilidad laboral en el corto plazo.
Fuentes allegadas a la empresa explican que la combinación de altos costos energéticos, insumos importados dolarizados y la contracción de la demanda nacional configura un escenario de inviabilidad operativa para buena parte de la industria textil, especialmente para las pymes y plantas del interior.
Impacto sectorial: caída del consumo, importaciones y recesión industrial
El caso de Tipoití se enmarca en un contexto más amplio de profunda crisis industrial, con caídas sostenidas en la producción textil y de confecciones en todo el país. Las suspensiones y cierres parciales de plantas se repiten en distintos polos fabriles, especialmente en el NEA, NOA y la región centro.
El impacto de la política económica —caracterizada por una recesión prolongada, la apertura importadora y el enfriamiento del mercado interno— golpea con especial dureza a sectores intensivos en empleo como el textil, el calzado y la indumentaria.
De acuerdo con informes recientes de cámaras empresariales del rubro, el consumo de indumentaria cayó entre un 30% y un 40% interanual, mientras que la capacidad instalada de las fábricas opera por debajo del 50%. En paralelo, la suba de tarifas y la falta de crédito productivo reducen los márgenes de rentabilidad y dificultan la sostenibilidad del empleo formal.
En Corrientes, donde Tipoití representa uno de los principales empleadores industriales, el deterioro de la actividad impacta directamente en la economía local, afectando tanto a los trabajadores como a las cadenas de proveedores, talleres y transportistas vinculados al sector textil.
Un emblema en crisis: el desafío de sostener la producción nacional
Fundada hace más de medio siglo, Tipoití S.A. ha sido históricamente un símbolo del desarrollo industrial correntino, combinando producción local con estándares de exportación. Sin embargo, el actual contexto macroeconómico pone en riesgo su continuidad plena.
En un escenario de caída del poder adquisitivo, retracción de ventas y competencia externa creciente, la empresa intenta mantener operativas sus líneas de producción mediante esquemas de suspensiones rotativas, una estrategia de supervivencia que hoy es moneda corriente en la industria nacional.
La situación de Tipoití refleja la fragilidad del entramado productivo regional ante políticas de apertura y ajuste que, según alertan los sindicatos y cámaras empresarias, podrían profundizar el proceso de desindustrialización en provincias del norte argentino.
Mientras tanto, los trabajadores esperan definiciones en los próximos días, con la esperanza de recuperar la estabilidad laboral y sostener una industria que durante décadas fue sinónimo de empleo y progreso en Corrientes.
