Passalacqua: “Fernández tiene la oportunidad de ser uno de los grandes presidentes federales de la Argentina”
En la Residencia Oficial, la televisión devuelve en silencio las imágenes de la revuelta popular en Chile y es el primer disparador para hablar de las convulsiones en el barrio, que sacuden el lejano oeste americano, pero que al mismo tiempo están tan cerca como la movilizada Cataluña en su pelea por la autodeterminación.
El gobernador Hugo Passalacqua sostiene que en Ecuador hubo un estallido similar al de la Argentina del 1 a 1, en el no tan distante 2001, pero sorprende cuando revela que la crisis de Chile no lo sorprendió.
“Como decía Umberto Eco: “La forma más inteligente de mentir es con la estadística”. Si yo me adjudico 30 mil dólares por año, y vos ganas uno, da un promedio de 15 mil, pero yo gano 30 y vos 1, así los promedios de muchas cosas en Chile eran muy buenos, pero a la hora de la realidad, el reparto era inequitativo, te daba mal. El uno por ciento, concentra el 50 por ciento de las riquezas, el resultado siempre va a ser el mismo. Tenés indicadores macroeconómicos muy solventes, pero con sectores populares, que seguían muy postergados. Hace unos años la joven Camila Vallejo sorprendió cuando pedía educación pública porque el cien por ciento de la educación superior es paga y muy cara. De ahí en más tenés muchos cortes sociales, se privatizó todo, así que no, no me sorprende. No estoy diciendo que Chile es un desastre, digo solo que socialmente está muy fragmentado y con una inequidad que en algún momento iba a estallar. El 4% de suba de subte armó un lío bárbaro. Chile es muy lindo, pero si tocás por debajo la pobreza se siente”, explica en diálogo con Economis.
Pero es un modelo que ofrecían como espejo en el que mirarse…
Hay algunas tentaciones, de algunos sectores de verse reflejados, yo nunca lo hice por ningún modelo. El copiar modelos, el imitar modelos de izquierda o de derecha a mí no me mueve, el seguir los pasos de otro no me parece porque ningún país se parece al otro. Nada se parece a nada, en realidad.
Tomando estos dos casos, incluso yendo más lejos Cataluña, que defiende su autodeterminación… Por ahí la parte más baja de la sociedad, se está cansando del tema de ajustes, de recortes.
Eso es bastante universal, no es nuevo, desde los faraones, el Imperio Romano, el Medioevo, siempre los sectores dominantes generan los sectores populares inmensos. Por fortuna en el siglo XX, sobre todo después de la segunda guerra, un poco se fueron achicando las desigualdades, aunque aún son muy grandes, pero no es lo que era, porque hubo un mejoramiento social, lento, pero existe. Pero hay lugares donde la presión sistémica, la presión de los sectores dominantes, de todo tipo, político, financiero, lo que fuere, mete mucha presión sobre la gente, y eso en algún momento pone a la gente muy mal, por eso siempre hay que estar al lado de la gente. No dar dádivas, sino crear políticas proactivas.
¿De contención?
Es más que la contención, es generar políticas proactivas, la contención es más para emergencias, pero no podés vivir en emergencia. También tenés que tener políticas de proacción, de estímulo, de inversión. Haciendo una abstracción de lo que hay acá, muy modesta muy chiquita con los “Ahora”, a nuestra escala.
Que no hay que minimizar, porque para una familia el ahorro es importante.
Es una inversión grande para el Estado, pero para una familia cambia mucho, si te metés en todos los “Ahora” que podés, el sueldo se te duplica bastante. Hay un esfuerzo del Estado proactivo para el sostenimiento de empleo, que circule más rápido el dinero, que se vaya afuera lo menos posible. Es lo que llamamos un modelo misionerista, tratamos de hacerlo. Hay cosas que nos cuesta vencer, el sistema impositivo es muy perverso. Escuchaba a un candidato en el debate presidencial, no importa quién sea (N de la R: fue José Luis Espert), que decía: “Si no cobramos IVA no tenemos porqué hacer coparticipación en las provincias”. Y yo: ¡¡Hola!!!! Como que en las provincias no somos personas, hay cosas que resultan un escándalo y pasan, yo apagué la tele en el debate. Después volví a prender, pero me enfurecí porque no hay lugar para tanta barbaridad. Es una visión muy del país central, del puerto, donde las provincias somos un accidente geográfico, no somos personas, y somos una carga, para ellos es un esfuerzo enorme soportarnos a nosotros, cuando la realidad es inversa porque somos nosotros los que lo sostenemos. Es una visión muy metida esa del país central, hay que hacer un esfuerzo para romper con eso.
Mauricio Macri empieza su gestión con una foto con todos los gobernadores el 12 de diciembre de 2015, y termina ahora prácticamente con todos enfrentados en la Corte Suprema justamente por este tema, cuando el Presidente anunció el plan de eliminación del IVA en algunos alimentos y los cambios en Ganancias después de la derrota electoral...
Sí. A la Corte fuimos dos veces, una para que no nos quiten lo que nos corresponde al pueblo… En el escrito yo le agregué la palabra pueblo, como para que se entienda que la coparticipación es para el pueblo de la provincia de Misiones.
Para que sea menos abstracto.
Sí, para encarnar, para porque no es de la Provincia, o de los gobernadores, como si fuéramos señores feudales. Por eso fuimos dos veces a la Corte a defender la coparticipación: Cuando nos la quitaron y después cuando la Corte ordena devolver, no lo hicieron, entonces volvimos a litigar, nos volvieron a dar la razón y acá estamos, en lo mismo.
No hay novedades.
No. Considero que los montos acumulados nos tendrán que devolver. No es fácil hacer cálculos del pasado, desde septiembre, pero la orden fue deja de quitar la coparticipación y darla entera, pero eso sin embargo no pasó. Pero en medio del desbarajuste de las elecciones, más no podemos hacer, porque parece que estamos en rebelión.
¿Cree que el respeto al federalismo está en juego en estos días?
Hay una cosa que a mí me da mucha fe en Alberto, que es su visión del país federal, viste que a él no se le escapa ni en un reportaje. Aunque hablen de petróleo, hablen de educación, siempre lo tiene metido, tiene metido en su visión que el país es uno, que el que nació en Atacama tiene que tener las mismas opciones que el que nació en Palermo, que el que nació en Tobuna. Las mismas opciones, y las mismas oportunidades que hoy le son negadas, pero no desde ahora, sino desde 1810. Su visión federal cuando lo dice, y yo le creo, es que va a gobernar con 24 gobernadores, no es un dato chico, sobre todo para las provincias del norte que somos las más postergadas. Es música para el oído de todos. Él tiene la oportunidad de ser uno de los grandes presidentes federales del país. Más allá de salvar la grieta, a mí me interesa lo federal, porque si la patria somos todos, nosotros tenemos la visión que creo correcta, histórica, que las provincias son preexistentes a la Nación.
El presidente más federal…
Quiero creer. No lo va a hacer en un rato. Vendrán varios presidentes, pero lo creo, eso de trazar un rumbo y volver a la fuente, que es quien quiera presidente de este país, tenga que hilvanar las voluntades, los deseos y esperanzas de todas las provincias de la Argentina, que son las mandantes, son las dueñas del país, en el sentido histórico. Ahora resulta que para el país central somos una carga, pero yo le creo a Alberto cuando dice que él está en camino de recuperar los sueños de las provincias, hacia un papel protagónico, darles protagonismo de las provincias.
¿Cómo se construyó tan rápido una relación con Fernández, cuando tiene sus propios candidatos en Misiones?
La relación con Carlos (Rovira) es de hace tiempo. Personalmente, con Fernández nos conocemos hace poco, con la Renovación sí se conocen hace bastante, pero es una persona muy afable, que escucha mucho, tiene ideas sólidas y al mismo tiempo flexibles, no es tozudo, no es caprichoso. Si hay algo que modificar, la modifica, si hay que trabajar lo hace. No es perezoso. Le toca a Oscar (Herrera Ahuad), ser su colega no, y enseguida se entendieron, forjaron una amistad, eso vale oro en una relación de alguien que está gobernando una provincia con el presidente. A lo que hay que agregarle el tema de los diputados, hay cosas que se lo dijimos a él: “Nosotros somos la Renovación, no somos el Frente de Todos, lo acompañamos, como acompañamos en su momento a Néstor, a Scioli, a Cristina, cien por ciento desde nuestro lugar, desde los Renovadores”. Por eso pedimos la boleta corta con corta, desde Nación a Fernández y en la provincia a la nuestra, con el misionerismo, la gente que está con la gente. Es una suma de energía muy fuerte lo nacional con lo provincial. Un poco toda esta cuestión histórica se traduce en el voto, aunque es la primera experiencia.
Usted decía que quería que se instale esto de la boleta corta provincial…
Es mi visión, muy a título personal. Como ciudadano, por los siglos de los siglos, quisiera que los diputados nacionales vayan junto con las elecciones provinciales. Porque es una trampa semántica, porque los diputados nacionales, son de la provincia ante la Nación, no son de la Nación. Es un error tremendo creer que son de Nación. Para que en la Nación se discutan nuestros intereses, tienen que estar nuestros diputados que nos defiendan allá, junto con los gobernadores, vicegobernador, tiene que estar en el mismo paquete. Después se elige el presidente, por supuesto que se pueden desdoblar las fechas, eso es secundario. Después está lo nacional, que pasa por el Poder Ejecutivo, por la fórmula de presidente y vice, donde sí hay un distrito único donde tu voto se junta con el de Zapala y el de Zapala con el de Pozo Azul.
¿Qué le preocupa más de este momento económico, de pobreza, educación?
Todo, es una situación muy dura, porque hasta el que tiene empleo, hablamos con Cristina cuando vino, de las estadísticas, de los índices de empleo, de desempleo. Hay un 60% de la gente empleada, pero abrís ese bloque y de ese 60% la inmensa mayoría está con miedo de perder el trabajo. Es decir, tener trabajo no es tener seguridad. Cuando estás en incertidumbre, el pequeño empresario, el medio, el bolichero, el que levanta la basura, el periodista tiene inseguridad, eso produce una angustia muy grande. El que tiene empleo está con incertidumbre, no sabe si gasta en la moto, si pone la parrilla, si festeja un cumpleaños, si va de vacaciones, se pone tenso el ambiente.
¿Qué análisis hace del Gobierno de Cambiemos?
Nosotros no hicimos juicios de valor al principio de la gestión y mantuvimos la gobernabilidad y a relación institucional. Era la primera vez que la Renovación gobernaba con un signo político nacional distinto, por eso había que cambiar los parámetros comportamentales porque éramos otro espacio político, entonces tuvimos esa frase: “Gobernabilidad, con gobernabilidad se paga”, que en términos institucionales, tomamos una posición correcta, porque en democracia así debe ser. Las veces que nos sentamos a hablar con el señor Presidente casi nunca coincidimos, pero le dije las cosas en la cara, él también lo hacía, diferíamos mucho en sus visiones de roles del Estado, su visión impositiva.
Recuerdo el cruce que no salió mucho a la luz, pero fue en Iguazú, sobre la yerba mate.
En Iguazú sí, tuvimos nuestros altercados, pero nunca quitándole gobernabilidad, porque la gente lo había votado, no había que entorpecerlo, como no nos gustaría que nos quieran entorpecer, pero con una diferencia muy grande en el medio, tan grande que es casi insalvable. Porque tener una visión distinta del Estado, te hace pretender cosas distintas. Si vos sos un Estado que cobra los impuestos y sos eficiente, hacés caminos, hacés escuelas, entonces es bienvenido, pero si no, la realidad marca que no sirve.
Ese pacto fiscal firmado hace menos de dos años, no sirvió.
El simple hecho que nos haya quitado el Fondo Federal de la Soja, fue un golpazo para los municipios que nos obligó a salir a asistir. Después hubo unas devoluciones, que eran derechos de la provincias. Pero veo un momento bisagra que fue ir al Fondo Monetario, cuando llegó lo del Fondo, hubo una urgencia del déficit cero y empieza a pasar el rastrillo a las provincias, la quita de subsidios, las tarifas de la luz.
Me dijo que no le sorprendió lo de Chile, ¿Lo sorprendieron estos resultados?
¿Los de las PASO? No. Pensaba que iba a ser menor, porque uno ve las encuestas, que decían una cosa, pero la realidad dijo otra. Pero viendo el diario del lunes, no era algo que sorprenda, por la falta de empleo, con los sectores populares que se hunden, la clase media que se hunde, no era una sorpresa.
¿Y para Misiones, cuál es el pálpito suyo para el domingo?
Creo que vamos a hacer una elección muy buena, estoy seguro de eso, lo importante es tratar de meter una gran cantidad de diputados, vemos que estamos en el camino correcto de juntar lo nacional con lo misionerista. No digo que los otros diputados sean malos, no personalizo, cualquier ciudadano que pone su nombre en una boleta, ya hace mucho, porque pones en juego tu historia, tus ganas, tenés que hablar al público, lo hacés porque tenés ganas, el simple hecho de estar en cualquier espacio, es significativo. Yo jamás fui irrespetuoso, suficiente tiene la gente con las dificultades cotidianas, como para encima ver a los políticos a los tortazos en la televisión.
El misionerismo en las raíces
Passalacqua cambia el semblante cuando recuerda los días que pasó junto a los deportistas misioneros en los Juegos Evita de Mar del Plata. Los acompañó desde su primer año de gestión y asegura que hay una “diferencia enorme” entre 2016 y este año. “En defender los colores, corear a la provincia, ir por la calle todos juntos, que van a defender al equipo de su provincia, hinchando juntos por la camiseta, sean de vóley, de fútbol, o de lo que sea, yo estuve con ellos en el almuerzo del hotel, es hermoso ver como corean, cantan, el ver al misionerismo”.
¿Lo refresca un poco ver eso, porque eso también es política?
Esto está fuera de la política partidaria, es una política más alta, de fortalecer la sociedad, de unirla, porque para mí las sociedades que progresan son las que tienen el tejido social más sólido, donde son más solidarios, donde hay hermandad, donde uno está en problemas y lo estás vos, porque sos mi hermano, por eso yo suelo hablar de la gran familia misionera. Esta gurisada, que eran 815, con un comportamiento ejemplar, son buenísimos, con algo histórico como traer 73 medallas, que antes estaban concentradas en un puñado de municipios. Y eso también tiene que ver con una política de Estado, las medallas antes se concentraban en Posadas, Oberá, Eldorado, ahora tenés de todos lados, de Andresito, de Ruiz de Montoya, de donde mires, eso tiene que ver con expandir el deporte, proteger al tejido social. De estar al lado de la gente, a través de la educación, del deporte, de un discurso amigable, presente. No se puede hacer una sociedad sin valores, no existe, las sociedades exitosas tienen valores. Uno ve los modelos soñados, el danés, el finlandés, ellos tienen un sentido de valores muy fuerte, en la escuela los machacan mucho en ser solidarios, en ser trabajadores.
Y el Estado no está ausente…
Está recontra presente. La sociedad tiene instalado que da mucho, porque sabe que el Estado también da mucho. Cuando hablamos con los que se llaman liberales, hablamos de los impuestos y les decimos ¿3% es mucho, o es poco? Dicen es mucho, pero en realidad, depende del servicio que te da el Estado. Si el Estado no te da nada, 0,1 es mucho. Depende de lo que te dan, si te dan caminos, o viviendas, lo que puedan con los recursos que tienen, sin endeudarse, de a poco, sin dejar en banda a las 50 mil familias que viven de obra pública, además de los amigos albañiles que viven de eso. Nosotros, a la nuestra, lo fuimos haciendo.
Misiones se destaca además porque es una de las pocas que no ha tomado y tiene escasa deuda pública…Hacele un reportaje a los otros gobernadores para ver cómo están. Nosotros tenemos la certeza que podemos pagar todos los salarios por mes, esa certeza genera la segunda fase económica, que se denomina de confianza, porque el policía va al verdulero y le dice fíame un kilo de papa, un día antes de fin de mes, el verdulero le va a fiar porque sabe que al otro día cobra, el verdulero va al kioskero le dice que le fíe otra cosa, le fían. Esa es la economía de confianza que aparece, porque saben que la plata va a estar, eso pasa por la vida del empleado público, del policía, el enfermero, la maestra, pero inyecta en la economía privada, real, todos los días. Eso hace que Misiones se fortalezca, porque es una de las poquísimas provincias donde se sabe que se puede pagar todos los sueldos a fin de mes. Encima si combinas, una provincia que paga en el mes, con una que no, que vive endeudada… Pero la sociedad nos empuja a eso, y no nos permitiría que nos endeudemos, porque no les gusta la idea. Porque es lo mismo que ir al prestamista para llenar la heladera y al mes no tengo la comida y no tengo la heladera. Entonces en esa los misioneros nos medimos, somos muy rigurosos, somos austeros, tratamos de ser inteligentes con los gastos, hicimos inversión muy productiva, y sobre todo no hicimos del Estado una bolsa de trabajo. En comparación de las provincias más grandes, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, el empleo privado es enorme, donde el Estado es un actor de tercer o cuarto lugar, acá lejos es el primero, pero sin embargo no nos llenamos de deudas. Misiones crece el 1,5% mensual a nivel demográfico, mientras me tocó gobernar a mí, la población de Misiones creció un 6%, que es una cifra gigantesca, donde el Estado tiene que acompañar con escuelas y policías. Pero nosotros crecimos en planta permanente, en contratados con relación, el 0,6, son 500 y pico de personas en toda la provincia. Básicamente la mayoría son policías, no convertimos al Estado en una bolsa de empleo. No lo hicimos. Eso lo digo con orgullo, no echamos, no hicimos una bolsa de trabajo, no paramos la obra pública, no nos dejamos endeudar, generamos los Ahora.